Cat’s Eyes / Cat’s Eyes

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Cat’s Eyes / Cat’s Eyes

De vez en cuando asalta el mundo del pop un disco asequible en el que cada milímetro está cuidado al detalle. Cat’s Eyes han tenido la suerte de debutar actuando en el Vaticano (en un concierto pequeño, casi a escondidas, no presenciado por el Papa) y de contar en la dirección artística con la colaboración de Chris Cunningham. Alguien podría decir que «así cualquiera», pero en el proyecto formado por Faris Badwan, ya mucho más que el líder de los Horrors, y la multiinstrumentista y cantante Rachel Zeffira brilla todo, no sólo el fondo.


Faris y Rachel se conocieron a través de amigos comunes y decidieron empezar a trabajar juntos cuando él le pasó algunos temas perdidos de los años 60, no los típicos de las Ronettes o las Shangri-Las, a quien por otro lado también suelen citar como influencia. A Rachel le llamó la atención que existiera material mucho más oscuro, como esta versión de ‘Summertime’ de Gershwin a cargo de The Bittersweet, que ellos mismos definen con mucho tino como «Portishead 30 años antes» (Geoff Barrow es amigo de Faris y ha colaborado con él).

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Ese contraste entre luz y sombra es el que marca el sonido de Cat’s Eyes, que se mueve entre canciones tan oscuras como las de los Horrors (‘Sooner or Later’ podría haber sido de ellos) y otras algo más celestiales como la estupenda ‘Not A Friend’, que por otro lado tampoco abandona su poso trágico. Igualmente, en la rockera ‘Face In The Crowd’ (han hecho una versión/remix de Grinderman), la voz de ambos choca como las de Gainsbourg y Birkin, las de Campbell y Lanegan.

Cat’s Eyes se sirven de la sencillez más básica, como se aprecia en ‘The Lull’, cuya letra es propia de una canción de amor cualquiera («¿piensas en mí por la noche? Yo en ti todo el tiempo», comienza diciendo), para transmitir cosas, dotando a sus composiciones de bellísimos desarrollos a base de cuerdas, vientos y los coros de Rachel. Así, la línea de piano de ‘I Know It Was Over’ se ve enriquecida por pequeños detalles que la sitúan en un ambiente donde flotan los mundos imaginarios de Tim Burton o a David Lynch (Angelo Badalamenti también parece una influencia).

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Rachel sabe dejar de lado su formación clásica de mezzosoprano para sonar muy descaradamente a la inolvidable Trish Keenan, sobre todo en ‘Over You’, que incluso parece una versión de Broadcast, aparte de porque les gusten, porque habrán bebido de sus mismas fuentes con toda probabilidad. Y es que al margen de que a Faris haya que seguirle como compositor y productor, es de esos pequeños genios a los que no hay que perderse tampoco como prescriptor musical.

Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Not A Friend’, ‘The Best Person I Know’, ‘I’m Not Stupid’, ‘I Knew It Was Over’
Te gustará si te gustan: Broadcast, Phil Spector
Escúchalo: en Spotify.

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