Maga celebró anoche el final de su gira ‘A la hora del sol‘ con un concierto en la madrileña Sala Caracol en el que la banda pasó de puntillas por sus temas insignia para abordar sin miedo, y casi por completo, su último disco. No hay nada que reprochar al grupo. Su preciosismo pop está presente a lo largo de toda su discografía, aunque dejarse en el tintero ‘Celesta’ para presentar hasta tres temas inéditos que formarán parte de su quinto disco, puede considerarse una especie de sacrilegio. Luego suena ‘Un mundo en un cuadrado’ y se olvida todo.
La troupe liderada por Miguel Rivera pulsó el ambiente de la concurrida sala madrileña con ‘Harás y romperás’ y ‘Sal y otras historias’, ambas pertenecientes a su cuarto disco. Melodías en las que la banda se apartó por un momento de la electrónica de temas como ‘Astrolabios’ para abordar el pop más contundente. «Dentro de quince días estamos grabando otra vez», recordaba el cantante. Maga no quiere perder ni un minuto. Y entre melodías nuevas, último disco y recuerdos del pasado, la banda despachó un concierto que rozó las dos horas.
La banda consiguió uno de los mejores momentos con ‘Hoy’, uno de los temas más coreados de ‘A la hora del sol’. «De una de nuestras canciones más nuevas a la más antigua», matizaba el sevillano. Un arranque perfecto para ‘Astrolabios’ y la seguridad de comprender en un segundo el motivo por el que estábamos allí. La tranquilidad llegó con ‘Mar’ y con el acercamiento de Rivera al público para cantar al unísono las primeras estrofas de la canción, poniendo a la sala en movimiento con su enérgica y preciosa ‘Des-Pi-De’. Loreto García de Hola a Todo El Mundo acompañó a los sevillanos en ‘La balsa’ luciéndose con el violín y protagonizando uno de los momentos más especiales de la velada.
«Nosotros ya tenemos una edad y al principio no sabíamos muy bien qué era un disco digital, pero Spotify nos ha ayudado» fue otra muestra más de la incombustible verborrea de Rivera, que consiguió convertirse en un perfecto maestro de ceremonias para presentar, entre otras, ‘Rompe el reloj’ y la inédita ‘De memoria frágil’, no sin antes pedir disculpas por adelantado por las posibles «gambas» cometidas.
Con una versión al detalle, preciosa y algo distorsionada de ‘Diecinueve’ y ‘Agosto esquimal’, dos de las breves concesiones con las que la banda rindió tributo a su carrera discográfica, la formación marcó la trayectoria final del concierto, que tuvo su momento 15-M cuando el público clamaba «esta acampada es para ver a Maga». Unas palabras que consiguieron devolver al cuarteto al escenario para finalizar, apurando la medianoche, con ‘Un mundo en un cuadrado’.