Yelle se confirmaron como una de las grandes esperanzas internacionales del electropop anoche en la Sala Penélope de Madrid, si es que podemos decir a estas alturas que necesitaban algún tipo de confirmación. Prueba de lo meditado de su propuesta, por facilona que parezca, es lo al milímetro que está medido su show, que repite de manera internacional repertorio en orden exacto y vestuario: los chicos vestidos de safari haciendo honor a la portada de su último disco y ella cubierta de esta guisa en la primera canción, ‘S’éteint le soleil’, para después deshacerse de los harapos y mostrar su conocido mono rojo estampado y tan ceñido que deja poco lugar a la imaginación.
El corte de pelo de Julie, hecho para ser agitado a un lado y a otro sin descanso, se come el escenario, aunque con la energía que gasta en los 70 minutos de show (con razón está híper delgada), el look es lo de menos. Julie no deja de dar botes y agitar los brazos mientras empalma la versión de Robyn ‘Qui est cette fille’ y ‘Unillusion’, mete de lleno al público en el concierto tan pronto como en la cuarta canción, la fantástica ‘Comme un enfant’, y para cuando llegan en la segunda parte del set ‘Je veux te voir’ y ‘Que veux tu’, aquello era la fiesta que estaba prometida, prácticamente garantizada. Antes del bis, Julie despide ‘Safari Disco Club’ ladrando.
Hay un momento durante ‘Mon pays’ en que los pregrabados parecen tomar demasiado protagonismo, pero suponen un porcentaje bastante reducido del show, en tanto que el teclista Tanguy Destable se empeña en hacer virguerías claramente en directo y los tres recurren a las siempre visuales percusiones (y efectivas en un concierto de baile) para dar más protagonismo a los orgánicos. ¿Y en cualquier caso, no fue la interpretación de este tema, entre humo blanco y reflejos azules y rojos, tan maravilloso como estar viendo una actuación en Tocata en los 80?
El bello batería GrandMarnier, siempre dispuesto a dejar su instrumento en cuanto puede para animar desde la primera fila del escenario, pide el regreso de Julie después de que teóricamente hubiera acabado el concierto. Está a punto de sonar una versión actualizada de ‘A cause des garçons’ (porque Yelle no es ese grupo que se estanca en décadas pasadas) y es imposible salir del set decepcionado. El grupo termina, agradecido, gritando dónde se les podrá encontrar diez minutos después. El sueño húmedo de cualquier fan. 8.
Foto: Dentarg en CC para Flickr.