Manos de topo publican ‘Escapar con el Anticiclón’ (Sones, 2011), su tercer disco, el próximo 7 de noviembre. Ha sido producido por Ramón Rodríguez, conocido por su alias artístico The New Raemon, y grabado en los estudios Ultramarinos Costa Brava, en Sant Feliu de Guíxols. Hablamos con tres de sus miembros, Miguel Ángel (voz), Alejandro (guitarra, teclados) y Rafa (batería), en el hall de un pequeño y céntrico hotel de Madrid, mientras los huéspedes que pasan no dejan de mirar de reojo a cuatro tipos tirados en los sofás.
El cambio más sorprendente en ‘Escapar con el anticiclón’ ha sido el del sonido. Al de los discos anteriores, que casi se podría decir que es arquetípico, con la guitarra acústica y el metalófono, le habéis dado la vuelta: Habéis metido guitarras eléctricas, órganos de todo tipo y suena en general mucho más producido. ¿Lo estabais buscando o fue sugerencia de Ramón?
Miguel Ángel: «A mí me gustó mucho el último disco que hizo Ramón, ‘Libre Asociación’, en cuanto a producción era mucho más contundente que los anteriores. Ya sabíamos lo que íbamos a hacer y cómo trabaja él los arreglos, las voces… Buscábamos este cambio, estábamos un poco cansados de la guitarra acústica, el rollo cantautor…»
Alejandro: «Estos cambios de instrumentos, el dejar a un lado el Casio PT-1 y pasar a un teclado, la guitarra eléctrica, etc. vienen desde el seno de la banda. Llevábamos preparando las canciones durante un año con la intención de no aburrirnos ni estancarnos, de probar cosas nuevas. Ramón, como productor, sacó todas las virtudes que puede tener Manos de Topo haciéndolo un poco más eléctrico, más pop, más contundente, que es hacia donde las estructuras de las canciones y el sonido llevaban».
Rafa: «De hecho, al final de la grabación del segundo disco recuerdo que empezamos a hacer cosas con guitarra eléctrica».
Miguel Ángel: «El segundo disco lo grabamos sin productor y muchas veces sentíamos que necesitábamos una figura externa que nos dijera: «tíos, os estáis pasando, yo haría esto y esto otro». Producirse uno mismo el disco puede ser muy confuso. A Ramón le gustaba mucho el grupo y nos ha guiado en la grabación».
Desde ‘Mentirosa’, el cambio se advierte no solo en el sonido sino también en las letras. Más que de un perdedor, de tío patético, como en ‘Ortopedias bonitas‘ y ‘El primero era mejor‘, parecen venir de alguien vengativo. No hay autocompasión. Por ejemplo, en ‘Tus siete diferencias’, decís: «Es bueno saber que existen otros planetas donde no siempre soy yo el culpable»».
Miguel Ángel: «Es por el momento que estamos viviendo como banda. En el primer disco el personaje que interpretábamos era el del máximo perdedor, que no se atreve a dar el paso para empezar una relación; en el segundo está en esa relación y en el tercero trata de ser capaz de dejar las cosas atrás, romper con lo que no le gusta y decir las cosas más directas. Pero pienso que las letras siguen teniendo el rollo perdedor».
Alejandro: «Está metido en la relación y ahora las posibilidades que abarca son las de continuar, de seguir, de romper. Ya hay un largo recorrido de los personajes de los que hablábamos, en el cual han decidido tomar ciertas decisiones para bien o para mal, o rompiendo o quedándose. Pero sí que hay cambio, tienes razón».
Miguel Ángel: «Las letras hablan de dejarlo atrás con las consecuencias que puede traer, que puede ser que te equivoques. ‘Maquillarse un antifaz’ va de esto, de repente darte cuenta de que la decisión que tomaste de mandarlo todo a la mierda ha sido un terrible error. En general, es un disco más triste».
Alejandro: «También saca un poco el orgullo, los personajes de los que hablamos se atreven a tomar decisiones».
La música ya no es tan introvertida sino mucho más expansiva, mucho más rock, con una producción de mucho empaque, y quizá por eso las letras parecen más extrovertidas también.
Miguel Ángel: «Yo creo que todo es más épico, nos han dicho que hay canciones que se parecen a Héroes del Silencio o Mägo de Oz (risas). ‘Mejor sin pijama’, por ejemplo, que es como una canción de taberna».
En una entrevista dijisteis que vosotros veníais del heavy, y que es lo que os une.
Alejandro: «A Miguel y a mí sí».
Rafa: «Yo no…»
Alejandro: «Yo creo que es una cuestión de épica, de canciones con cierto subidón. Las canciones que hacemos parten de una melodía: alguien viene con su guitarra, presenta la melodía y siempre nos centramos en si es potente, repetitiva, que nos pueda gustar, algo armonioso. Luego vamos construyendo la canción, la vamos formando y dándole empaque. Pero nunca nos hemos basado en la contundencia de entrada».
Rafa: «Ahora no hay miedo a hacer algo así, quizás antes sí queríamos hacer una cosa más casera, sonando más contenidos. Me acuerdo que siempre decíamos «no, tío, tenemos que sonar suaves, elegantes». Y, de repente, no tenemos miedo a ser contundentes».
Miguel Ángel: «No es todo una macarrada, sin embargo. ‘Haz tu magia’, por ejemplo, es una canción delicada, o ‘Maquillarse un antifaz'».
Alejandro: «En este disco también se han trabajado más las partes instrumentales. Nuestras canciones no tenían espacios vacíos, siempre estaban acompañados de letra. Pocos solos de teclado recuerdo en nuestras canciones, o de bajo como en ‘Tragedia en el servicio de señoras’, y en este disco nos hemos atrevido a hacerlos y de hecho nos han gustado».
En ‘Mejor sin pijama’ decís «solo piensas en mí cuando no tienes con quien dormir’, que no es tan patético, te puedes sentir identificado no de una forma irónica. Quizá las letras son menos extremas.
Miguel Ángel: «Sí, pero es bastante patético en realidad, ¿no? Las letras son cercanas pero también hay bastante de perdedor, todos tenemos algo de loser y por eso te tocan. Creo que hay un poco más de tierra, no hay tanto surrealismo».
Incluso has suavizado la voz un poco.
Miguel Ángel: «Es lo que te decía de haber trabajado con Ramón Rodríguez y que nos haya dado una visión desde fuera. El segundo disco, ‘El primero era mejor’, era muy excesivo, hay momentos que con otra voz hubiesen funcionado mejor».
Alejandro: «Se ha trabajado la voz en función de la canción. Hay canciones como ‘En sintonía’, en que Miguel está igual de histriónico, y hay otras como ‘Tragedia’ o ‘Haz tu magia’ que acompaña más a la canción. Con Ramón hemos trabajado mucho la voz, tanto la principal como los coros».
Miguel Ángel: «Sin embargo, ‘Animales de compañía’ es la canción en la que más loco canto, lo de ‘brilla sin mí’ es un momento super heavy».
Alejandro: «Sí, pero empiezas de otra forma, vas cambiando… A la canción le favorece, me imagino que a la gente que no le gusta cómo cantas le seguirá sin gustar».
Miguel Ángel: «Nos dicen que es nuestro disco más accesible y en parte es por esto. Se ha comedido un poco la voz para que vaya en favor de la canción».
Has dicho antes que hubieses cambiado algo en vuestros discos anteriores, ¿los veis ahora de forma diferente, pensáis que los podíais haber hecho de otro modo? Ya en el primer disco definisteis un estilo muy propio, el vuestro, y en cuanto alguien escucha una canción de Manos de Topo reconoce de quién es.
Alejandro: «Yo creo que nuestro estilo sigue presente, es una de las virtudes que Ramón ha sabido sacar. Escuchando el disco reconoces fácilmente que es de Manos de Topo, ya sea por la voz o porque aunque no haya un Casio PT-1 las melodías de teclado siguen estando ahí, el metalófono, la temática… Volver a hacer algo como ‘Ortopedias bonitas’ o ‘El primero era mejor’ hubiera significado un aburrimiento y siempre quieres probar algo diferente. Nuestros conciertos van a ser ahora algo más potentes gracias a esto, la guitarra eléctrica nos divierte… Pero cambiar, no cambiaríamos nada…»
Miguel Ángel: «Lo que está claro es que si ahora hiciéramos esas canciones, probablemente las haríamos diferentes».
Alejandro: «Quizás ser un poco más exigentes a nivel de producción o de grabación, pero esto lo vas aprendiendo con los años. No somos los mismos músicos que éramos hace siete años, cuando empezamos. ‘Ortopedias bonitas’, por ejemplo, no creo que sea un disco que necesite esta producción. Funciona muy bien tal y como es».
Rafa: «Ahora se nos abre una cuestión que es cómo adaptar las canciones viejas al formato nuevo».
¿Ya os habéis planteado cómo va a ser vuestro directo?
Rafa: Estamos trabajando las nuevas, con las viejas todavía no lo hemos hecho.
Alejandro: «A mí me hace ilusión adaptar pero sin olvidar que hay ciertas canciones que funcionan muy bien, en lo que mí me toca, con el PT-1. Me gustaría tocar algunas con el teclado nuevo, otras con el PT-1, que tiene un sonido característico, otras adaptarlas…»
Miguel Ángel: «Pero cambio habrá. A mí me gusta ir a un concierto y ver que el grupo adapta las canciones según el momento en el que está. Me gustaría ver ‘Es feo’ con guitarra eléctrica, no como llevamos cinco años haciéndola. Eso es una virtud para los conciertos».
Alejandro: «Yo con la guitarra eléctrica lo voy a tener muy claro, con el PT-1 no tanto. A mí me hace ilusión seguir tocando algunas como lo hacíamos antes. El Casio le da un punto estridente y la melodía también está adaptada para eso…»
Hablando de canciones desgarradas y demás se me ha venido a la cabeza Nacho Vegas, que es casi el ejemplo de artista opuesto a vosotros, serio y confesional. Mi pregunta es: ¿Por qué el sentido del humor está siempre un punto por debajo de la seriedad, del desgarro, la tragedia, todo eso?
Miguel Ángel: «La comedia está más desprestigiada, que es lo complicado realmente».
Rafa: Es importante hacer una comedia en la que incluyas ciertos ingredientes; si es una comedia superficial, va a ser una mierda. Pero no lo sé, sería cosa de un estudio social el saber por qué ocurre, pero quizás lo simpático parece superficial…»
Alejandro: «En nuestro caso también está el condicionante de que mucha de la gente que no nos toma en serio o nos soporta es porque no le gusta la forma de cantar de Miguel Ángel».
Miguel Ángel: «Habría que preguntar a Nacho Vegas y decirle «haz cinco canciones de Manos de Topo a tu estilo, a ver qué pasa»».
Rafa: «De todas formas nosotros vamos un poco más lejos en ese sentido. Nacho Vegas es un tipo muy literario y escribe de puta madre, y lo nuestro es más… más agresivo quizás. La gente que se sincera como él siempre tiende a tener empatía con su público y yo creo que por eso funciona».
Miguel Ángel: «Sr. Chinarro hace canciones cómicas también, tiene mucha comedia, y también está muy bien considerado. Yo creo que si a la gente no le gustamos es por nuestra interpretación, no tanto las letras».
Los adelantos que habéis hecho son ‘Tus siete diferencias’ (sacaron un EP previo) y ‘Maquillarse un antifaz’. ¿Se puede decir que son las más continuistas con vuestro trabajo anterior?
Miguel Ángel: «Yo creo que ‘Tus siete diferencias’ es de las canciones más diferentes, que más rompen, ese juego de guitarras distorsionadas del final, el violín está tratado de una forma rítmica… »
Rafa: «Es una canción que tiene como una esquizofrenia, una parte muy robótica, muy contundente, y otra muy brillante en el medio, más luminosa…»
Alejandro: «No ha habido ninguna intención de «vayamos poco a poco, presentemos estas que son parecidas y cuando escuchen el disco ya verán que hay otras». Lo hemos hecho por gustos personales».
¿Al final la discográfica es la que os ha dicho no al título que le pensabais poner?
Alejandro: «¿Cómo se llamaba, ‘Este sí que es malo’, verdad? (risas) Hubiera sido bueno. No entró ni en el debate de los títulos que barajamos, sería ya quedarse con todo el mundo (risas)».
Rafa: «Lo del título fue una broma dilatada, pero cuando nos metimos en faena nos pareció que ser fieles a una broma no le hacía justicia a lo que estábamos haciendo».
Dijisteis en una entrevista que os hicisteis heavies para ligar más. ¿Ligais más ahora que de heavies?
Miguel Ángel: «Lo del heavy fue un engaño increíble, yo de verdad pensaba que iba a ligar».
Alejandro: «Cuando éramos heavies pensábamos «hostia, vamos a un bareto a escuchar música, a beber unas birras» pero no pensábamos en chavalas. Miguel tenía la teoría de que siendo heavy y un tío duro las chicas se fijarían en él».
Miguel Ángel: «A los dieciséis años iba del rollo porque el novio de mi hermana era heavy».
Alejandro: «El de la mía también, y pensaba «si se ha ligado a una chavala como mi hermana es que algo tiene»».
En esta época seguro que el novio de la hermana es indie.
Alejandro: (risas) «Todos evolucionan. Un chico de los de la peña del Celta siempre estaba «odio el Primavera Sound» y tal. Y la última vez que lo vimos me dijo «hostia, estuve en el Primavera Sound el año anterior». ¿Cómo? «Bueno, me he ido relajando un poco, ahora me molan los Battles y cosas así» (risas)».
Miguel Ángel: «Yo sigo escuchando heavy muchas veces, escucho muchísimo a Pantera…»
Rafa: «Pero no te quieres mimetizar con eso, lo escuchas porque te gusta musicalmente, no porque te identifiques con el espíritu del metal».
Alejandro: «Cuando pillé el iPhone no sabía qué meterme y metí tres de Sepultura, dos de Metallica, Tool, Pantera… También llevo La Estrella de David, una mezcla rara».
Rafa: «Todos tenemos unas mezclas muy raras, desde Tchaikovsky hasta Queens of the Stone Age».
Rafa y Alejandro, sois gallegos, mientras que Miguel Ángel y Pau…
Miguel Ángel: «Pau dejó Manos de Topo, ahora está con nosotros Edu, de Nisei. Por eso aún no sabemos cómo vamos a adaptar al repertorio las canciones antiguas, estamos yendo poco a poco con las nuevas… El disco lo grabó Pau, pero ahora está Edu con nosotros».
¿De esa mezcla gallega y levantina es normal que salga Manos de Topo? El bizarrismo gallego tan de moda y el sonido mediterráneo al que asocio siempre, por ejemplo, el metalófono.
Rafa: «No sé si tiene algo que ver con lo cultural, pero es una cuestión casual».
Miguel Ángel: «Quizás el rollo llorón es porque sois gallegos (risas), me lo habéis pegado».
Alejandro: «Lo del metalófono y el Casio era lo que teníamos más a mano, era más fácil de adaptar… Ahora con el teclado gigante que tengo me pesa un quintal, con lo cómodo que era el PT-1, que iba en una mochila».
Fotos: Las Coleccionistas.