El cierre de Megaupload altera la industria

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El cierre de Megaupload altera la industria

El cierre de Megaupload por parte del FBI ha cambiado los hábitos de los usuarios de internet más de lo esperado, como hemos notado todos durante este fin de semana. El día en que conocíamos la noticia, preguntábamos a nuestros usuarios qué se estaban bajando cuando cerraba Megaupload, encontrándonos en nuestra página de Facebook todo tipo de respuestas. Había menciones a discos actuales inencontrables en una tienda de discos normal, como el de Expensive Looks; a series que no podemos ver en televisión en España al día, como ‘Skins’; y había bromistas que apuntaban a la discografía de Ramoncín. También estaban aquellos que aseguraban estar bajando «un trabajo de la Facultad» o los que, como Diva Fatale en nuestro site y a su manera, se preguntaban de dónde se bajarían ahora el porno.

Lo que podría haber sido una anécdota, pues existen múltiples servicios muy similares a Megaupload, se está convirtiendo en un punto de inflexión. Anonymous ha atacado diversas sociedades de autores y ha colgado el catálogo de Sony, aunque la ley SOPA de EE UU ha sido congelada de momento para ser estudiada de nuevo, pero lo que verdaderamente puede marcar un antes y un después es que en los últimos días, y a pesar de no haber sido advertidos por el FBI, sites de almacenamiento como Fileserve, VideoBB y Videozer están borrando archivos protegidos por derechos de autor masivamente e incluso están suspendiendo algunas de sus actividades. Así, aunque no ha cerrado, Fileserve ha desactivado la opción de compartir archivos, por lo que el servicio ya sólo permitirá descargar los archivos personales que uno mismo haya subido.

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Como consecuencia, muchos usuarios no han podido bajar, siguiendo el procedimiento habitual, su serie o película favorita durante este fin de semana -lo que se ha traducido en un sinfín de diversos «trending topics» en Twitter- pero sobre todo en un golpe considerable a sites tipo SeriesYonkis (mucho antes de que se aplique la Ley Sinde), consistentes en listar este tipo de enlaces. Sirva como ejemplo su acceso creado para el último capítulo de ‘Alcatraz’, una de las series en boca de todo el mundo. Megaupload ha desaparecido de la lista de sites que almacenan la serie, pero cuando intentamos acceder a Fileserve, el archivo no está, y cuando intentamos acceder a Filesonic, se nos indica que las funciones de este último site han cambiado y ya también sólo puede usarse para almacenar archivos personales.

Esta decisión no supondrá un enorme revés para nadie, porque no cabe sino esperar un nuevo repunte a los programas de P2P conocidos por todos, desde eMule hasta BitTorrent. Sin embargo, sirve de nuevo para abrir un interesante debate sobre la piratería: han sido muchos los que en una red pro-pirata de por sí, se han atrevido a cuestionar Megaupload recordando que este site estaba haciendo (mucho) dinero a partir de trabajos ajenos y que no se trataba de una ONG. Ha sido el caso del cantautor Xabel Vegas, que se expresaba así a través de Facebook: «Parece que algunos creen que Megaupload era una ONG que difundía cultura de forma altruista. Pero se trataba de una empresa de un tipo que se hizo multimillonario a costa del trabajo ajeno. Estoy a favor de las descargas gratuitas, pero no de que haya gente que se lucre con ello sin que repercuta en los artistas. Y es poco comprensible que algunos que se consideran anticapitalistas salgan en defensa de Megaupload y de su fundador». Después, ha publicado un artículo interesante, en el que añadía que no estaba de acuerdo con el cierre de Megaupload por no tener más utilidad que la de la ejemplaridad. «Una medida más efectiva y más justa hubiera sido la de fiscalizar este tipo de páginas webs; gravar sus beneficios para que no se conviertan en negocios tan jugosos», decía.

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Por otro lado, seguimos asistiendo atónitos a la falta de adaptación de la industria audiovisual a los nuevos tiempos. Si en cuanto a música, servicios de streaming como Spotify nos ofrecen un catálogo más que completo al ridículo precio de 5 euros al mes, y nacen cada día alternativas como CommonPlayer para los autoeditados (por no hablar de que medios como NPR suelen adelantar con el beneplácito de las discográficas discos sin filtrar como esta semana el de Leonard Cohen, de manera que podamos pensar si el lunes que viene lo compramos o no), en cuanto a cine, las alternativas son irrisorias. Hay que elogiar sites como Filmin, de catálogo interesantísimo aunque reducido, o Voddler, de catálogo reducido a secas. Pero el catálogo de alquiler en sites como iTunes sigue siendo ridículo, por dos razones fundamentales. La primera es que es imposible ver una serie de moda como ‘Black Mirror‘ ni pagando, a no ser que recurramos a la vía pirata. La segunda es que ninguno de los títulos de la tienda de la manzana puede verse en versión original con subtítulos, y la versión original se reduce solo a un puñado de títulos, por lo que su oferta se comenta por sí sola. Falta por ver si la cacareada llegada de Netflix a España produce un auténtico cambio en el mercado, como está previsto. Aunque ya se sabe que muchos apuntan que sus continuos retrasos son culpa de la cerrazón de las sociedades de gestión de derechos de autor, que aplicarían un coste demasiado alto para que estos servicios pudiesen operar a un precio razonable.

Hasta que no se solucione este problema, parece difícil que el gran público pueda incluso comprender las razones por las que se cierra un site que se ha lucrado, injustamente sí, pero a partir de una necesidad que existe entre los usuarios y que nadie quiere corresponder. Porque, como bien apuntaban en Blogoff recientemente, la alternativa a la piratería es… que no hay alternativa.

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