Linda Mirada presenta su disco ‘Con mi tiempo y el progreso‘ en Madrid este viernes 18 y sábado 19 de mayo (entradas a la venta, aquí). Hablamos con Ana Naranjo sobre los nuevos pasos de su proyecto musical.
En tu opinión, ¿cuáles son las diferencias entre el primer álbum y el segundo?
La experiencia y la forma de trabajar. He estado mucho más implicada en el proceso de producción y sabía más. Creo que con el anterior estaban mis maquetas y lo que hicimos en el estudio y ahora todo forma parte de un mismo proceso. Las canciones se parecen más a los bocetos que en el anterior y creo que he llegado mejor a lo que tenía en mi cabeza en un principio. Trabajar con mi hermana ha sido clave, musicalmente es con quien mejor me entiendo.
Vuelves a colaborar con Ban Davenport. Si no hubiera sido él, ¿quién crees que hubiera sido? ¿Imaginas Linda Mirada sin sus aportaciones? ¿Sería tan distinto sin ellas?
No lo sé muy bien. Bart es uno más del proyecto, no es alguien a quien yo pague y me arregle las canciones. Es alguien con quien trabajo mano a mano, un buen músico que entiende de qué hablo cuando lo hacemos de canciones. Creo que eso es muy difícil de encontrar y no tiene precio.
¿Consideras tu proyecto ochentero, o por la complejidad de sonidos que tiene lo ves más 2012, en relación con los 80 pero también con otras cosas?
No voy a negar una obviedad y es que mi música está muy basada en la nostalgia. Escucho mucha música de todas las épocas pero es cierto que cuando hago canciones no puedo evitar recurrir a este tipo de texturas. Pero creo que es un disco actual, con una perspectiva mucho más amplia que sólo los 80’s.
¿Te ves cercana de alguna forma por el tipo de música que haces a Delorean, El Guincho, el nuevo pop chileno, la música tropical, el chillwave o a nada de todo esto?
Una gran parte de los grupos de ahora están influidos por la música que aquí se hizo en los 90’s, que a su vez eran grupos que hacían una interpretación de lo que ellos escuchaban entonces. Quizá Delorean y el Guincho son bandas que se alejan un poco de esta corriente, si es por eso, sí, me siento cercana a ellos. Respecto al chillwave, sí que creo que muchos grupos que la prensa ha clasificado como tal reciben gran influencia de grupos que yo escucho. Pero cuando saqué el primer disco nadie hablaba en esos términos, y considero que sigo haciendo lo mismo.
Últimamente hemos oído mucho saxo en el mundo del pop, ¿te ha gustado desde siempre?
Blue Nile, Roxy Music, Tears for Fear, Thomas Leer, Talk Talk, China Crisis, Orange Juice… Se me ocurre un largo etcétera de grupos maravillosos que usaban saxo, es como todo, depende del sonido que le des.
Supongo que te lo preguntarán mucho, pero no encontramos ahora mismo la respuesta en alguna otra entrevista: ¿por qué el título del disco y por qué sobre todo la foto de portada, sin el título impreso encima?
El título del disco es una broma de la infancia entre mi hermana y yo. Un anuncio de cosméticos en el que una mujer todo terreno citaba esta frase. No tiene título por cuestión de diseño, no cabía. El arte está basado en un anuncio de maquillaje que hizo Kazumi Kurigami en los 80’s con Gary Numan. Me tenía fascinada y pensé en ello para la portada. La portada y el interior se supone que son la misma foto desde ángulos distintos.
En el interior hay una imagen tuya con un traje de corte masculino. Nos ha hecho gracia porque el espejo parece un iPad de refilón y porque en una canción (la 2) tú haces de hombre. ¿Hay relación entre foto y tema? ¿Cómo surgió cada cual?
(risas) Es muy bueno lo del iPad, no lo había pensado y ahora no puedo pensar en otra cosa al ver esa foto. Yo creo que el arte del anuncio está basado en la portada de ‘The Pleasure Principle’. Simplemente me gusta la estética, es muy sobria. ‘Mientras la Música no Pare’ es una historia desde el punto de vista de la otra persona.
¿Qué importancia tienen para ti las letras? Una de las cosas que me suelen sorprender de tu proyecto es que al escuchar el disco uno se fija en las partes más «tontas», pero al leerlas, muchas son bastante tristes, profundas, curiosas y originales…
Tienen tanta importancia como el sonido o la melodía, es decir mucha. Ya no solo por el significado. Intento que tengan cierto ritmo y musicalidad, puesto que es música pop lo que hago, pero no puedo limitarme a un estándar, necesito contar una historia y lo intento hacer de la forma más clara, sin rodeos ni metáforas.
Suponemos que la historia del cartero de ‘Adicta a nivel internacional’ es personal, ¿pero qué drama inspiró la letra de ‘Dinamo’ y cómo se te pudo ocurrir en la ducha, como contaste en Playground?
La historia de ‘Adicta’ partió de una experiencia personal pero iba camino de ser demasiado sórdida y opté por darle un giro hacia algo más naive aparentemente, pero es el peor de los dramas puesto que es una chica que vive una relación que sólo existe en su cabeza. En ‘Dinamo’ simplemente tenía alguna frase sobre el fenómeno de comunicación global. Simplemente intenté enlazarlas con sentido.
Nos pareció intuir por un mensaje que escribías en Twitter que no te gustaba que se dijera que tus letras son «costumbristas», pero escribes sobre borracheras colectivas de un pueblo en ‘Aire’… ¿Todo un retrato social, no? ¿De qué forma perdió el control el pueblo aquel día?
Quizá no me expliqué bien, me refería a lo nuevo de acuñar ese término a la música. Pero es lo mismo que chillwave o dream pop: son términos que aparecen de pronto y se ponen de moda y tú piensas que no te estás enterando de nada. Lo del pueblo es verdad, eran las fiestas, había sangría para dar de beber a un país y en la tele no paraban de decir que venía un aire caliente de África. La gente perdió la cabeza, al menos los que tenía yo alrededor.
Cuentas historias vividas en las letras, pero a su vez son anécdotas algo irrelevantes (a veces trágicas). En general no parece que dejes ver mucho de ti misma como otros artistas que escriben sus canciones, no parecen las clásicas letras «autobiográficas», ¿por qué crees que es? ¿Es Linda Mirada un proyecto con el que, sobre todo, divertirte o evadirse?
A mí me gustan las letras que cuentan historias, puedes recrearte en un estado de ánimo, pero a mí me interesa más la historia que hay detrás y la que ha provocado ese estado. Mis canciones hablan muchas veces de recuerdos y de frustraciones de la adolescencia que se mantienen con la madurez, aunque a veces escribo sobre cosas que leo y no tienen nada que ver conmigo.
Tu primer disco crece con las escuchas y este también. Es un «grower» en toda regla, ¿a qué crees que se debe tratándose simplemente de música pop? ¿Quizá por el volumen o los ecos de la voz, el tipo de producción, toda la música que escuchas tiende a crecer con las escuchas en lugar de impactar desde el segundo cero?
Esto lo voy a tomar como un cumplido, son los discos que crecen con las escuchas los que más me gustan… Me gusta mucho la música pop, creo que el buen pop gana con las escuchas. No me canso de escuchar ‘True Blue’ (el album entero) de Madonna y es puro pop. No me interesan las canciones con ganchos evidentes que sobre todo persiguen sonar en la radio.
Un ejemplo es el single ‘Secundario’, que mola pero es mucho menos inmediato que ‘San Valentín’. Es extraño, pero citando a tantos artistas pop como influencia y siendo tan pop, parece como si te importara poco que el resultado final fuera comercial, ¿Es así?
El único resultado que me importa es si una canción me convence cuando casi he terminado, lo demás viene después. De todas formas el pop engloba muchísimas cosas, casi la mayoría de lo que hoy en día escuchamos, no sólo lo que está hecho para sonar en la radio.
¿Puede influirte en ese sentido trabajar en un sello y ver día a día las dificultades que pasan los grupos hasta que consiguen vivir de la música? Es como si lo consideraras tan lejano que te da igual, cuando igual no lo es.
¿Lejano? Lo veo cada día, vivir sólo de la música en este país es improbable y lo triste es que muchas veces no depende del talento sino de otros factores.
Por otro lado, a pesar de la modestia de la autoedición y de la aparente falta de pretensiones, tienes un público muy fiel o al menos en nuestro site, generas un número de visitas propio de superestrella internacional… ¿en qué posición crees que estás artísticamente?
No lo sé, es pronto para saberlo, generar visitas no se traduce en discos y entradas vendidas, puede ser sólo curiosidad. Yo pongo mucho empeño en lo que hago pero no puedo forzar la maquinaria, llego a quien puedo llegar y lo hago lo mejor que puedo.
Part Time, que colabora en tu disco, es un artista de tu sello, ¿le conociste a raíz de eso?
No, le conocí cuando sacó su disco en cinta con otro sello. Cuando fichó con Mexican Summer ya habíamos hablado para que me hiciera una remezcla, a mí me gustaba mucho lo que hacía y Bart se lo comentó en una fiesta donde se encontraron (los dos son de San Francisco). Entonces él me mandó un mensaje a Facebook y a partir de ahí empezamos a hablar. Davida es un claro ejemplo de lo que hablamos, tiene un enorme talento y ahí está sin venir a tocar a Europa… ¿por qué? Pues me imagino porque Pitchfork y otros medios han pasado de él.
Artistas trabajando para un sello y publicando sus discos en otro han sido una constante: Irantzu Valencia, Clint, tú… ¿a qué crees que se debe esta rareza?
Bueno, sólo conozco a Tomás (Clint). Yo creo que ambos entramos a trabajar en música por afición aunque hicimos carreras que poco tienen que ver, y esa afición nos ha llevado también a tener proyectos musicales.
¿Habrá edición en vinilo del primer álbum, y de este?
Sí, habrá edición en vinilo. Espero que estén listos para el concierto de este finde.
¿Algún plan más aparte de la presentación en directo?
Creo que haremos pequeña gira después del verano. El disco sale en Japón ahora en breve y se distribuirá en Europa y Estados Unidos.
¿Los nuevos conciertos serán similares a los anteriores?
No, el repertorio es un poco más largo, le hemos dado la vuelta a un par de temas antiguos y yo voy ahora con dos teclados, María sigue con lo suyo, Miguel Núñez sigue a la guitarra, y Nahum García al bajo.