Esta semana, LA Weekly ha publicado un artículo sobre Sky Ferreira que ha enfadado mucho, mucho a la gente, además de a la propia cantante. El artículo, titulado «el atractivo sexual de Sky Ferreira es lo que el pop necesita ahora mismo», reflexiona sobre el aspecto y atractivo sexual de la autora de ‘My Night, My Time‘ y los compara incesantemente con el aspecto y atractivo de Madonna, lo que incluye el tamaño de sus pechos, y de pasada con el de otras estrellas del pop femeninas como Britney Spears, Lady Gaga, Katy Perry o Lorde. En un punto del artículo, su texto lee que Ferreira parece la «versión sucia de Madonna estilizada por Maripol con la presencia vagamente mística de Nico y la falsa actitud punk de una grupi de los Sex Pistols». Las menciones a la música, las películas en las que ha trabajado o los desfiles de moda que ha realizado Ferreira a lo largo de su carrera se producen tangencial y mecánicamente. El autor del artículo, has adivinado, es un hombre.
Tras la polémica, LA Weekly se ha visto obligada a publicar una disculpa por este artículo que nadie entiende cómo llegó a ser aprobado para publicación. El editor del artículo explica que lo aprobó porque consideró que era provocativo pero que no se pasaba de la raya ni resultaba ofensivo. «La intención de Art Tavana fue escribir sobre un artista a la que admira desde un ángulo que no omitiese que su imagen y sexualidad forman parte de su arte», indica el editor. «Pensé que haciendo esto no intentaba objetificar o degradarla, pero parte de su lenguaje fue deliberadamente inflamatorio y finalmente contraproducente con su intención».
Sky Ferreira ha aceptado las disculpas de la revista en Instagram, donde ha publicado una foto de ella con Madonna en el que «comparamos el tamaño de nuestros pechos», y ha acudido después a Twitter para hablar más profundamente sobre este asunto. «El 95% de los artículos y entrevistas que se me han hecho han tenido algo ofensivo o extremadamente machista», ha escrito. «Obviamente, soy más que mi atractivo sexual o mis tetas, pero tampoco me avergüenzo de esas cosas». Ferreira señala asimismo que no pensaba responder pero que no quería que se percibiera que ignoraba el tema y recuerda las peligrosas dicotomías sobre su aspecto a la que se ha tenido que enfrentar desde pequeña. «Siempre he sido «demasiado» o «no suficiente» para la gente, concluye. «Llegados a este punto, lo único que me preocupa es mi trabajo, que es lo que permanecerá en el tiempo».