Tamaryn / Tender New Signs

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Tamaryn / Tender New Signs

El segundo disco de la neozelandesa Tamaryn junto al guitarrista Rex John Shelverton profundiza en la mezcla de shoegaze y dream pop que ya practicó en ‘The Waves’ (2010), su primer álbum, añadiéndole más capas de sonido y haciendo que las canciones se muevan en un olaje onírico que apenas toca tierra en sus cuarenta minutos de duración.

‘Tender New Signs’ es un ejercicio paradigmático de esta nueva ola de grupos que buscan la evasión musical (¿cuántas veces hemos leído la palabra «dream» en lo que va de año?) a través de los sonidos alucinados de Cocteau Twins o My Bloody Valentine. Esto es, pasar unas -lánguidas- canciones pop a través del tamiz de todo efecto que se popularizara en la segunda mitad de los 80: distorsiones, reverb, chorus, phaser y un largo etc.

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El principio, con ‘I’m Gone’ y ‘While You’re Sleeping, I’m Dreaming’ -¿no recuerda demasiado este título a ‘(When You Wake) You’re Still in a Dream’, de la banda de Kevin Shields?-, resulta contundente. Una atmósfera que da escalofríos, fría e hipnótica, con un bajo oscuro que parece salir de todas partes y ninguna. Sin embargo, la homogeneidad del estilo hace que pronto se pierda la sorpresa: ‘Heavenly Bodies’ es un medio tiempo regulero que consigue mantener la expectación gracias a la producción, la verdadera protagonista. Pero, a su vez, esta es un arma de doble filo: en la tenebrosa y dramática ‘No Exits’, lo que en principio parece un acierto en cuanto a sonido acaba volviéndose en su contra, con un final bastante pesado.

En la segunda mitad del disco, la tónica no varía. ‘Prizma’ desahoga un poco la atmósfera asfixiante, en un ejercicio de pop digno de los Jesus & Mary Chain. Pop que en ‘The Garden’ se adereza con la dosis justa de extrañeza para conseguir uno de los mejores resultados de ‘Tender New Signs’. ‘Trascendent Blue’ es, a pesar de su nombre, ciertamente intrascendente a estas alturas de disco, y su quietud llega a resultar agobiante, pero imagino que esta sensación es lo más estrictamente personal de esta reseña y a nadie la pasará algo parecido. ‘Afterlight’ tiene un riff propio de los The Cure del ‘Disintegration’ (1989) y por eso se le guarda cariño sin ser una maravilla, y el último tema, ‘Violet’s in a Pool’, parece ir por el mismo camino, no llegando a convencer. Ciertamente, Tamaryn ha gastado sus mejores bazas en los primeros minutos.

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En resumen, la virtud de ‘Tender New Signs’ es al mismo tiempo su punto flojo: un estilo que de tan conseguido acaba resultando plano. Unas canciones lentas que se mueven peligrosamente entre la ensoñación preciosista y el sopor. Todo suena tan etéreo que al fan acérrimo de esta nueva ola le fascinará, pero al que no esté previamente convencido le costará entrar y disfrutar de al menos un puñado de canciones que merezcan la pena.

Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘I’m Gone’, ‘Prizma’, ‘The Garden’
Te gustará si te gustan: My Bloody Valentine, The Jesus & Mary Chain, Slowdive, Ringo Deathstarr, A Sunny Day in Glasgow
Escúchalo: Spotify

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