«No me has provocado cosquillas en la patatona». Así de rotundo y profundo fue el motivo esgrimido por Mónica Naranjo para expulsar a uno de los aspirantes a entrar en la nueva edición de ‘El Número Uno’ en Antena 3. Un programa que, tras una aburrida gala en diferido emitida la semana pasada, hoy arranca por fin con la emisión de galas en directo para encontrar a la próxima gran estrella de la música patria. Como si no hubiera suficientes ya en cada casa.
Desde luego es curioso cómo funciona esto de la televisión, ya que cuando uno cree que un formato ha muerto por repetitivo (¿qué fue si no la cancelación del ‘Operación Triunfo’ de Pilar Rubio?), van las cadenas y bajo la excusa de una supuesta reinvención consiguen enganchar a las audiencias ofreciendo los mismos perros con distintos collares. O peores, incluso, que por mucha rabia que dé, donde estén un Risto o un Miqui Puig que se quiten todos los Pitingos.
Y es que a falta de saber qué tal funciona el programa cuando se emita en directo, porque insistimos que lo único que hemos visto hasta el momento fue una interminable gala grabada de tres horas de duración que podrían haber intentado salvar dejando la edición en manos de los montadores de ‘Un príncipe para Corina’; esta segunda tanda de programas de ‘El Número Uno’ parte ya con el handicap de contar con un jurado de famosos que va de lo inexplicable a lo anodino y que se resume en pereza.
Porque mira que la pobre Mónica Naranjo se esfuerza en parecer la mala del equipo sin conseguirlo: trabajándolo podría llegar a serlo, pero teniendo al lado a Pitingo, que más que un artista parece una parodia de sí mismo soltando veredictos peregrinos como “Tienes cara de buena persona de España” o “Eres muy guapo pero desafinas”, es imposible creer en las razones que sueltan por su boquita este grupo de expertos. Un equipo de cantantes al que Pastora Soler no aporta nada y al que Bustamante, que se incorpora hoy, sólo traerá otra buena ristra de frases hechas acompañadas de mucho “eres un fenómeno”, “joder macho” y “estrella”. Lo de siempre, vamos.
¿Pero no se trataba esto de un concurso? ¿Quién se fija en el jurado habiendo concursantes? Así debería ser la cosa, pero entenderéis que después de ver cantar a 30 personas en 180 minutos intercalando canciones de siempre con dramas personales de los de toda la vida, todavía no hayamos podido encontrar personajes que justifiquen perder la noche de los próximos viernes viendo la tele en casa. Y eso que la cosa arrancó fuerte con el jurado en pleno negando la entrada al concurso a Javi Soleil, uno de los chicos del grupo D’Nash que, entre otras cosas, había actuado en Eurovisión. ¿Puyita a ‘Operación Triunfo’?
Eso sí, a los que se atrevan a seguir este programa al menos les queda el consuelo de saber que después de la eterna criba del pasado viernes ahora sólo quedan 10 aspirantes a ganar, por lo que en teoría las galas venideras deberían ser por definición más ligeras y amenas. Aunque conociendo el buen control del ritmo que tenemos en nuestro país de los realitys en directo, esto es algo con lo que yo no contaría.
Calificación: 2/10
Destacamos: A Paula Vázquez anunciando Melones Bollo y al concursante evangelista Raúl Gómez, el único que sí despertó esas cosquillas en la patatona cantando ‘Feeling Good’ acompañado de un violín.
Te gustará si te gusta: Quedarte en casa y no salir para ahorrar.
Predictor: El primer programa triunfó en Twitter, pero su share sólo llegó al 12%, muy por debajo de lo conseguido en la anterior entrega, que se despidió con datos cercanos al 20%. Así que o mucho levanta el ánimo Bustamante, o nos tememos que ésta será la última edición del programa.