‘Bagboy’, el veredicto

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‘Bagboy’, el veredicto

Pixies-Bagboy«‘Bagboy’ suena a pequeña venganza de Black Francis, Joey Santiago y David Lowery hacia su compañera Kim Deal, días después de que el grupo comunicara la marcha definitiva de la bajista. Suena a «mira, tía, todavía podemos hacer cosas así de sugerentes y excitantes, y seguir siendo nosotros, inimitables». Y bueno, también suena a ‘Subbacultcha’, a ‘Debaser’, a ‘Hang Wire’ y a tantas otras pero… ¿qué coño importa todo eso? ¡Es un nuevo tema de los Pixies y es cojonudo!». Raúl Guillén.

«La vuelta de los Pixies con un tema nuevo tras 22 años si no contamos ‘Bam Thwok’, la canción de Kim Deal que fue descartada para la banda sonora de ‘Shrek 2’, no está a la altura de sus clásicos. No decepciona, no, que el sello Pixies con un recitar de Black Francis que termina por cargar un poco, está desde el principio, pero inquieta que el señor Jeremy Dubs, de los Bunnies, sea quien haga los coros hasta imitar a la perfección la voz de la ex bajista. En definitiva, un regreso sin riesgo». iko.

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«No deja de tener cierta gracia que los grupos vuelvan cuando vuelve de moda su sonido. Los Pixies se han saltado la duda de qué hacer con su vida en los momentos más difíciles: el 94, el 98, el 2002, el 2006, etcétera. Directamente están de vuelta con una canción puro años 90 (rapeo incluido) ahora que se llevan los 90, y que así, no suena nada fuera de onda en los tiempos en que triunfa gente como Deerhunter. Próximo episodio entre los que grupos que se aprovecharán de su propio revival: Stone Roses». Sebas.

«Entre la curiosidad y la precaución escuché ‘Bagboy’ hace unos días y no me faltaron ganas de parar la reproducción durante los primeros segundos de escucha. Enseguida la cosa fue cambiando. Después de oírlo entiendes que ese primer minuto y medio, que al inicio resultó más que prescindible, puede que sea necesario para poder entender lo demás. El lado más rebelde y libre de Black Francis vuelve a llevarnos a la época gloriosa de los Pixies. No falta de aquellas guitarras sucias, la letra friki (pura poesía) y, por supuesto, esa dosis de melodía equilibrando el caos. Un viaje en el tiempo inesperado y de lo más excitante». Angèle.

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