De momento no hay (mucha) más información sobre el secuestro virtual que sufrieron el pasado fin de semana los integrantes de la banda Delorean en México, más allá de que han sido liberados y se encuentran bien, algo que sabemos gracias a las declaraciones obtenidas por Euskadi Irratia. El caso está siendo investigado por la Audiencia Nacional, que ha decretado el secreto de sumario, y la familia espera que los afectados puedan volver a casa este mismo jueves.
Según Gervasio Gabirondo, director de la Ertzaintza, durante el secuestro «no hubo violencia ni forcejeo para llevarles contra su voluntad a otro sitio, lo que hicieron es crear una situación de control, aunque ellos [los secuestradores] no estuvieran allí físicamente ni siquiera vigilando permanentemente. Los músicos vascos tenían incluso la posibilidad de marcharse libremente, pero claro, en ese país, en ese entorno desconocido… Han tenido la impresión de estar en un secuestro real».
Mientras que Delorean estaban cautivos, las familias comenzaron a sufrir continuas llamadas de los captores, solicitando un rescate y amenazando con torturar y asesinar a los secuestrados. Según el padre de uno de los miembros de la banda, los secuestradores llegaron a exigir un millón de dólares, aunque consiguieron negociar una rebaja. Fue precisamente cuando la familia se encontraba en una entidad bancaria para formalizar el pago cuando se enteraron de la liberación de los rehenes.
Sin embargo, hay voces discordantes en la investigación del suceso, como el periodista mexicano Carlos Castellanos, que afirma que las autoridades de su país «están intentando minimizar lo sucedido», y que hubo «algo más que un secuestro virtual». Según sus declaraciones, Delorean sí habrían tenido contacto físico directo con sus captores, aunque no hubo violencia.