Sí, ya hemos visto desnuda a Kim Kardashian casi más veces que a nuestras propias parejas. Pero lo que no habíamos visto aún es el desnudo del su actual embarazo, el del segundo hijo que espera del rapero Kanye West. Ha sido en su propio perfil de Instagram, a modo de respuesta ante los numerosos comentarios que decían que estaba demasiado delgada para estar embarazada (!), casi tantos como los que decían que estaba demasiado gorda para estar embarazada (!). De este modo, desprecia las dudas sobre su estado, afirmando que esos cambios de peso son parte de la evolución física del embarazo y que ella es muy feliz con su cuerpo. Teniendo en cuenta que podría haber vendido un reportaje muy fácilmente, no está mal como respuesta, para ser la «zorra» (Sinéad O’Connor dixit) que ocupó hace poco la portada de Rolling Stone.