Lo primero que inspiraba el regreso de Electric Light Orchestra con su primer disco en 14 años era la siguiente pregunta: ¿merece la pena comprar este u otro álbum de 2015? ¿No será mejor hacerse con ‘Eldorado’, ‘A New World Record’, ‘Out of the Blue’, ‘Discovery’… aquellos discos de la ELO de los 70 que vendieron millones de copias y por tanto hoy es fácil encontrar en tiendas de segunda mano de toda Europa por el módico precio de 1 euro? Yo lo recomiendo.
Lo segundo es la complicada fecha de edición -mediados de noviembre- para tratarse de un artista que no cuenta con el hype de los medios especializados como una Grimes, ni las radios como una Adele. ¿No pasaría el disco demasiado desapercibido? Pero Jeff Lynne lo ha hecho bien: se habrá perdido todas o casi todas las listas de lo mejor del año, pero este ‘Alone in the Universe’ fue uno de los mayores hits de la Navidad en Reino Unido, alzándose de manera inesperada como uno de los 20 grandes superventas de 2015 en este país, por encima de Florence + the Machine, Years & Years y Noel Gallagher (!).
Está claro: el público inglés adora a Lynne y es con motivo. Estamos ante una colección de 10 canciones mucho más austeras que grandes éxitos como ‘Turn to Stone’, ‘Mr. Blue Sky’ o mi favorita ‘Livin’ Thing’, pero muy asequibles y agradables para cualquier amante de la música pop. El álbum se presentaba con el nostálgico single ‘When I Was A Boy‘, una mirada al pasado con regusto musical que sonaba a medio camino entre ‘Yesterday’ y ‘A Whiter Shade of Pale’. Y si esta canción es una de las cosas que pueden congratularte con el mundo, la misma paz transmite ‘All My Life’, una recreación en el amor vinculable a ‘Let it Be’.
Pero este tampoco es un disco exclusivamente alegre. Su título, de hecho, es muy amargo. La canción que mejor aclara el concepto agridulce del largo es ‘Love and Rain’, una composición de rhythm & blues con coros femeninos muy explícita en su primera frase: «tiene que llover mucho para que crezca una rosa». Justo después, ‘Dirty to the Bone’ nos habla de una mujer mala, pero con una melodía paradójicamente luminosa. Las baladas (‘The Sun Will Shine On You’) se alternan con las canciones más rockeras (‘Ain’t It a Drag’); el amor (‘One Step at a Time’), con su opuesto (‘I’m Leaving You’).
Por encima de conceptos, para Lynne lo más importante han vuelto a ser las canciones y para muestra de ello la variedad que ofrece este álbum, que pasa del medio tiempo setentero ‘I’m Leaving You’, que podría haber entonado Richard Hawley o convertido en éxito Adele; a la electrónica con falsete disco de ‘One Step at a Time’. Eso sí, sin que se pierda la coherencia estilística: el country de ‘Fault Line’ no pegaba y ha quedado como bonus track. Puede que este no sea el álbum con el que empezar con Jeff Lynne, no será una gran influencia para la generación venidera, pero sí una alegría para los que ya conocieran y añoraran a Jeff.
Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘When I Was A Boy’, ‘I’m Leaving You’, ‘Dirty to the Bone’, ‘All My Life’
Te gustará si te gustan: los Beatles, Roy Orbison, Metronomy
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