Extraperlo: «En este disco hay mucha ironía, mucho sarcasmo y mucho «hijoputismo»»

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Extraperlo: «En este disco hay mucha ironía, mucho sarcasmo y mucho «hijoputismo»»

extraperlo-fotoLos barceloneses Extraperlo acaban de sacar su tercer álbum, el urbano y espumoso ‘Chill Aquí‘. Hemos entrevistado a Alba Blasi (teclados) y Borja Rosal (voz y guitarra), sobre el disco, Barcelona, animadversiones inexplicables y… Julio Iglesias.

Extraperlo tocan este viernes 4 de marzo en Bilbao y el sábado 5 en Donosti. Detalles, aquí. También tocan en la sala Apolo de Barcelona con El Último Vecino y Evripidis and His Tragedies el 19 de marzo, celebrando el 5º aniversario de Canada.

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La primera pregunta es sobre la canción que abre el disco, ‘Algo distinto’, que parece que gire sobre la idea de que «Barcelona ya no mola».
Borja: «Sí que hay mucho de verdad, nos daba la sensación de que la ciudad se estaba apagando poco a poco. También se ha de decir que, justo ahora que hemos sacado el disco, parece que haya un resurgir de la ciudad. No puedo explicar bien qué es, pero lo ves cuando vas por la calle. Hubo una época, hace ocho o nueve meses, en que salías un sábado y los bares del Raval estaban semi-vacíos».
Alba: «Bueno… eso es más bien la sensación subjetiva».
Borja: «Pero hay una sensación objetiva, que es el número de gente que había en los bares. Y ahora se ha vuelto a animar de alguna manera, ves cómo la gente vuelve a salir a la calle. Otra vez hay gente joven, con talento, desarrollando proyectos, que era algo que se había perdido. Mucha gente que tenía grupos aquí se había marchado a Madrid, al extranjero…»

«El barcelonés es crítico por naturaleza»

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¿Pensáis que la razón de este resurgimiento ha sido por el cambio político en el gobierno municipal (de CiU a Barcelona en Comú)?
B: «Yo creo que está totalmente relacionado. Lo ves en la energía de la gente, en la manera de encarar la ciudad, en la manera de desarrollar proyectos, en la frescura… Tenemos una alcaldesa [Ada Colau] que dijo a la prensa que el ocio nocturno estaba directamente relacionado con que la gente hiciera proyectos y así establecer relaciones provechosas para el futuro».

¿No será que, como barceloneses, somos a veces demasiado críticos con nosotros mismos y con la ciudad?
A: «Sí, yo creo que nos lo tomamos todo demasiado en serio. Somos más sufridores, todo son quejas… Tenemos muchos amigos en Madrid y son más tranquilos. No son tan críticos».
B: «Hombre, en general el barcelonés es crítico por naturaleza. Se ve en el campo del Barça, que es como un teatro, con todo el mundo en silencio, esperando a que el equipo dé buen fútbol para aplaudir. No hay un «feed-back» al principio entre el público y los jugadores. Y pasa también cuando vas a conciertos. Que tiene una parte buena, una parte reflexiva, que hace que, entonces, salgan ideas valiosas. Pero también tiene una parte poco excitante».
A: «Un poco censuradora…»
B: «No diría censuradora, pero sí poco excitante».
A: «Sí, pero es que aquí siempre hay como una expectativa. En otros lugares la gente se deja llevar más, quizás».
B: «Es como que el listón, de salida, está muy alto y has de conseguir superar este listón para que la gente se anime. Es como tocar para un jurado».

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Y la intro de la canción, ¿es cosa mía o se parece a la de ‘Don’t You Want Me’ de The Human League?
B: «Ostras, pues no lo habíamos pensado… Eso es por el arpegiador».
A: «Alguien nos dijo que se parecía más a ‘Heart of Glass’ de Blondie».
B: «Es un recurso muy utilizado, con este tempo «machacón». Se usa en este tema y en infinidad más. Si nos ponemos a buscar, seguro que salen montones de canciones con arpegiadores similares. Está hecho con el PolySix, un sinte clásico».
A: «Y que es muy resultón. Ahora lo estamos viendo en directo, sobre todo. Comienzas con el arpegiador y es como «¡Ohhh!»».
B: «Sí, ayuda mucho a aguantar el groove de la canción».

¿Qué pensáis que hace diferente, en tema de sonido, este disco de los otros dos? Leí que lo habíais basado en loops y mantras pero, a la vez, me da la sensación de que es muy continuista.
B: «Yo creo que hay diferencia con la sonoridad del ritmo, que es algo que lo define mucho. Cada disco tiene una sonoridad de ritmo diferente, pero es que este es el primero que hemos grabado con batería. Y el punto de continuidad es que, al fin y al cabo, somos nosotros cinco haciendo canciones. Pero sí que hemos huido de tirar de reverbs en la voz, hemos buscado otros efectos: hacer que la voz esté más adelante, abrir un poquito menos el estéreo que en el disco anterior, intentar que todo estuviera más caliente. Si te fijas, en el disco anterior todos los elementos están muy separados y muy abiertos. En este hemos intentado que los elementos se juntaran más».

«Los grupos generacionales son los que han hecho himnos generacionales. Nosotros no acabamos de hacer himnos»

¿Os consideráis representantes de vuestra generación?
B: «Nos cuesta mucho definirnos así. Si alguien nos considera reflejo…»
A: «Nosotros siempre nos hemos mirado en esos grupos de Barcelona que eran más mayores que nosotros. Y ahora sucede que hay gente más joven, que igual tiene veinte años, que nos dice: «¡Os he descubierto ahora, no os conocía!». Quizás porque cuando sacamos los discos anteriores tenían catorce años».
B: «Me hizo mucha ilusión, el otro día, un chico que tocó en el Cara B, que me dijo que había ido a un concierto nuestro cuando era menor y que había comenzado a hacer música por nosotros, que éramos su grupo favorito de adolescencia. A mí es una de las cosas que más ilusión me hacen. Que haya grupos que hagan música porque han escuchado nuestros discos es muy, muy edificante… pero de aquí a que seamos reflejo de una generación…»
A: «No somos de un género muy definido, estamos un poco al margen».
B: «Un poco “haciendo la nuestra”. Los grupos generacionales son los que han hecho himnos generacionales. Nosotros no acabamos de hacer himnos».

En este disco son mucho más importantes las letras que en los anteriores.
B: «Sí, porque son más conceptuales, están hechas como textos vírgenes».

«Queríamos hacer un disco que se entendiera mejor, con menos secretos escondidos. Explicar una historia, tal cual. Por eso, también, parece más nostálgico, más melancólico. Porque habla de historias que nos han pasado, de percepciones muy claras, de momentos muy determinados en la ciudad… Hablamos de cosas mucho más terrenales»

Os noto más melancólicos, más nostálgicos. Sobre todo en ‘Ritmo privado’. No sé si es por la cuestión de hacerse mayor…
B: «Yo creo que hay de todo. Quizás es el primer disco en que hay canciones que no hablan de amor, cuando en el resto de los discos había esa temática, ese denominador común: el amor. Por ese lado, lo veo un poco al revés, como un disco liberado de tabúes y complejos. Ya lo decía Manolo García: «quien canta, su mal espanta». Hemos ido a hablar más claramente de otras cosas…»
A: «Sí, antes era todo más abstracto, con imágenes, metáforas. Y este es bastante más literal».
B: «Queríamos hacer un disco que se entendiera mejor, con menos secretos escondidos. Explicar una historia, tal cual. Por eso, también, parece más nostálgico, más melancólico. Porque habla de historias que nos han pasado, de percepciones muy claras, de momentos muy determinados en la ciudad… Hablamos de cosas mucho más terrenales».

¿Hasta qué punto es importante el humor en las letras?
B: «En este disco, más que nunca. Creo que hay mucha ironía, mucho sarcasmo y mucho «hijoputismo»».

Sí, sobre todo en ‘No me toques por la espalda’ (cuyos versos rezan lindezas como: «Y tu cuerpo me da asco / tus historias me dan vergüenza / Deberías pensarlo mejor / a la hora de seguir viviendo). ¿A quién va dedicada?
B: «Te inspiras en alguien… pero va dedicado a mucha gente. Todo el mundo puede tener a su «no-me-toques-por-la-espalda». Básicamente, es alguien que te cae muy mal, pero sin ningún motivo; es una persona que aparece en escena y te produce… estupor. Puede ser un compañero de trabajo, puede ser alguien con quien coincides en los bares pero con quien no te gusta coincidir».

Y el problema es que a esta persona tú no le caes mal.
B: «¡Claro! Es un error. Un error sociológico muy fuerte, que aparece de manera brutal, y no puede cambiar. No hay una variación posible a esta sensación».

En cuanto a las letras de amor, en la crítica de ‘Chill Aquí’ que escribió mi compañero Sebas, decía: «sus devaneos amorosos le sitúan entre el Julio Iglesias más truhán y un José Luis Perales más llorica».
B: «Eso me encantó. Soy súper fan de Julio Iglesias. De Perales no tanto. Pero de Julio Iglesias soy total y rematadamente fan. De hecho, muchas de las canciones -por ejemplo, ‘Ritmo Privado’ o el principio de ‘No me toques por la espalda’-, cuando estaba haciendo las letras o cantándolas, de alguna manera pensaba en Julio Iglesias, lo tengo un poco en el imaginario».

Recuerdo que reivindicabais el sonido de sus discos en vuestras primeras entrevistas.
B: «¡Es que suenan muy bien! Siempre vez hemos dicho que existe una gran impostura en elevar el tercer disco de Scott Walker y, en cambio, decir que los discos de Julio Iglesias son una basura, cuando, realmente, tiene discos que suenan de la misma manera, con arreglos increíbles. Y después está si te gusta…»
A: «El personaje…»
B: «Y las letras, como de antónimos: «puedo reír, puedo llorar»…»
A: «A veces tú, a veces yo…»
B: «Yo creo que las letras y el personaje Julio Iglesias están muy bien construidos».

Yo le tengo un poco de manía a Julio Iglesias, porque mi padre nos obligaba a escucharlo en el coche cuando éramos pequeños.
B: «Pero eso son traumas infantiles. Yo tuve este trauma… porque mis padres no escuchaban a Julio Iglesias. Lo descubrí de una manera limpia a los veintidós años».

«Hay bandas que, mientras están de gira, dicen: «Ay, me he sacado una canción». Nosotros eso lo admiramos, igual que a los grupos que dicen: «Hemos reservado un estudio diez días y saldremos con el disco grabado». Nosotros, si tenemos un estudio, es como… ¡tres meses!»»

Hay bastante lapso entre disco y disco: más de tres años.
A: «Es que trabajamos mucho en el estudio. No somos de esos grupos, en los que, un día, uno llega y dice: «Eh, he traído una canción, vamos a tocarla». No. Somos más en plan: «Vamos a hacer una canción». Entonces nos sentamos en el estudio y vamos probando: un arpegiador, un loop, que si de un sinte sacamos una parte… Claro, esto, si estamos en la gira de presentación del disco nuevo, resulta imposible, porque vamos al estudio a ensayar, pero no a componer. Y sí que nos tiramos como un año y medio muy activos tocando, pero también hemos estado un año y medio componiendo, creando el disco. Hay mucho trabajo de laboratorio. Hay bandas que, mientras están de gira, dicen: «Ay, me he sacado una canción». Nosotros eso lo admiramos, igual que a los grupos que dicen: «Hemos reservado un estudio diez días y saldremos con el disco grabado». Nosotros, si tenemos un estudio, es como… ¡tres meses!».

Construís las piezas poco a poco…
B: «Sí, tenemos el reto de hacer discos…»
A: «En menos tiempo».
B: «No nos gusta ser «el grupo que saca discos cada tres años y medio»».
A: «Nos gustaría ser más productivos».
B: «Hemos de encontrar la manera».
A: «Aparte de que todos trabajamos, no somos un grupo que se dedique solo a la música, que podamos ir ocho horas al estudio. Además están los proyectos; ahora ellos [Borja y Aleix] están tocando con El Guincho».

¿En cuántos proyectos estáis? Aparte de con El Guincho, Borja toca en los Prestigio de Elsa de Alfonso (junto con Pau Riutort, también en Beach Beach), Alba tiene a Granit…
A: «Ya no… ¡Ahora soy la única que no tiene nada aparte!» (NdE: Cristina de Granit montó Desert, sin Alba, en 2013).
B: «Cacho tiene a Capitán y Aleix, Ulldeter. Extraperlo es prioritario para todos nosotros pero, a la vez, convive con otros muchos proyectos. Y todos trabajamos y nos vemos en el estudio a partir de las siete de la tarde y hasta las doce».
A: «Este disco se ha estado grabando por las noches. Hubo una época que estábamos hasta las tres o las cuatro de la madrugada y, después, a trabajar. Luego otra vez a las siete al estudio. En octubre fue una locura, porque ya habíamos reservado para hacer las mezclas, las teníamos que entregar sí o sí el dos de noviembre».

¿Había alguien achuchando?
B: «Bueno, nosotros mismos. Una recomendación que hacemos a cualquier grupo para que no se eternice una grabación, es que reserve fecha de mezcla».
A: «Porque entonces es como «hay que acabar el disco»».
B: «O entregas el disco en esa fecha, o se te va a un año más tarde».

¿Y tenéis la sensación de que os ha faltado tiempo para cocinarlo del todo a vuestro gusto?
B: «No, estamos muy contentos. Es el primer disco que hemos producido como grupo, lo ha producido Aleix y creo que hemos llegado, si no a lo que queríamos, muy cerca. De hecho, no hemos reflexionado aún sobre qué no hemos podido conseguir».

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