Conocimos a Katy B como clubber. Su debut ‘On a Mission’ era en 2011 un cúmulo de influencias UK garage, dubstep, drum&bass, house… bien entendidas que dejó llenapistas como ‘Katy On a Mission’ o el divertidísimo ‘Lights On’. Su segundo álbum aún presentó pepinazos como ‘5am’, pero ese último disco también la acercaba a la balada que tanto se llevó tras la irrupción de Adele en las listas de éxitos y una de ellas, ‘Crying For No Reason’, ha terminado siendo su canción más reproducida en las plataformas de streaming. Teniendo en cuenta esto y el bonito post que Katy B escribió en las redes sociales cuando falleció su hermano tras no recuperarse de las heridas sufridas en un accidente, que nos tuvo llorando más o menos un día y medio, lo normal era pensar que el tercer disco de Katy B fuera más sentimental y emotivo, que siguiera la línea del mencionado ‘Crying For No Reason’.
Pues bien, Katy B ha hecho justo lo contrario. La única canción que habla de la muerte de su hermano y de lo duro que fue para ella ese año en el que estuvo en estado vegetativo es la ‘Outro’ de ‘Honey’. Y en ella deja muy claras sus intenciones. Una de las frases dice «Todo lo que tengo son las calles de Londres, todo lo que tengo son ritmos y beats». La cultura rave y de clubbing, a la que dice que va a pertenecer hasta los 55 años y más allá ha sido su refugio para superar el dolor. «¿Por qué no nos calmamos? (…) Todo lo que quiero es bailar», dice también de manera explícita en uno de los singles de presentación, ‘Calm Down’.
Además, Katy B ha encontrado una manera de «calmarse» más aún. A pesar de que toca los instrumentos y es autora de todas sus canciones, reconoce que su gran pasión es cantar, y por eso esta vez ha querido recostarse sobre los beats e instrumentales que sus colaboradores, a razón de uno o dos por pista, le han pasado para cada canción, en general a través del e-mail. La mencionada ‘Calm Down’ es un exquisito cruce entre unos beats enviados por Four Tet a través de Twitter que Katy B ha limpiado de «ruido blanco» y ha completado con las cuerdas aportadas por Floating Points, dando lugar a un corte que tiene poco que envidiar al disco de Matthew Herbert con Róisín Murphy. Tan de moda como Floating Points está el productor haitiano-canadiense de 23 años Kaytranada, que abre el álbum con el delicioso número de R&B noventero, evocador y sensual que da título al disco.
Porque en gran medida estamos ante un disco de amor y desamor en el que Katy B recuerda relaciones pasadas. El «we’re so far away» de la drum&bass ‘So Far Away’ no puede sonar más desesperado, mientras ‘Who Am I‘ con Major Lazer cuenta la historia de un ex novio, con tanto ella como Craig David interpretando los sentimientos de la misma persona, no en plan diálogo chico-chica. Igualmente, ‘I Wanna Be’, salida de los clubs de Birmingham como Katy cuenta en este imprescindible «canción por canción» en el que Wilkinson la llama «la voz de la música dance en Reino Unido», no es sino una declaración de amor.
Es una pena que, teniendo en cuenta el gran número de productores que han pasado por el disco, ‘Honey’ nunca llegue a resultar trendsetter o a incluir un single tan decidido como el explosivo ‘5am’ o ‘Lights On’. Y eso que el rhythm & grime de ‘Lose Your Head’ lo intenta de lo lindo incluso referenciando ‘Lights On’ y que ‘Turn the Music Louder (Rumble)’ ha terminado de la manera más tonta posible siendo su primer número 1 en singles en Reino Unido. Pero por el contrario Katy B ha publicado un buen tercer disco, lleno de canciones interesantes, que no sé si serán capaces de igualar Rudimental o Disclosure tras sus decepcionantes segundas entregas. Sumando pistas bailables y las canciones que no descuidan los elementos orgánicos (‘Dark Delirium’), ‘Honey’ es ese álbum que algunos esperamos de Róisín y parece que ya nunca nos dará.
Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Calm Down’, ‘Who Am I’, ‘I Wanna Be’, ‘Honey’
Te gustará si te: pirra el cruce entre underground y mainstream
Escúchalo: en Spotify, pero ojo, falta el single ‘Turn the Music Louder (Rumble)’
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