La deriva de la carrera de Justice no deja de ser harto curiosa: se iniciaron hace una década como revulsivo de la escena de clubs con su nu rave, su estética oscura y haciendo bandera de los bajos ácidos y petones. Años después se creyeron tanto su propia iconografía de stadium rock, con su ya célebre cruz luminosa como protagonista de su escenario, que acabaron entregando un disco de hard rock hecho con máquinas, aquel ‘Audio, Video, Disco‘. Ya entonces se adivinaba una clara querencia por bandas rock progresivo como Supertramp. Una querencia que en este ‘Woman’ enlazan con la Electric Light Orchestra de finales de los 70 y la Edad de Oro de la música disco, obrando su disco más puramente pop hasta la fecha. Un ejercicio de clara intención retro que, a decir verdad, parece más propio de sus compatriotas Air o Daft Punk que de Gaspard Augé y Xavier de Rosnay.
Sin embargo, por poco que les pegue a estos otrora adalides de la nueva electrónica, por acartonado que suene como concepto, en la práctica ‘Woman’ resulta una maniobra de lo más eficaz y hasta divertida. Sobre todo, en esa faceta de canción pop con intención bailable que habían mostrado en los adelantos del álbum, ayudados por vocalistas invitados de perfil bajo (Johnny Blake de Zoot Woman y Morgan Phalen de Diamond Nights) y con su clásico sonido sintético de bajo como insignia. Con la irresistible ‘Randy‘ a la cabeza, ‘Pleasure’, ‘Safe and Sound‘, ‘Stop’, ‘Alakazam!‘ o ‘Fire‘ conforman un conjunto muy entretenido y bailable, que evidentemente no puede competir con Chic o KC & The Sunshine Band en cuanto a genuinidad, pero que daría mucho el pego en una sesión de ‘Soul Train’ o en una de esas roller disco que han resucitado en los últimos tiempos.
Sin embargo Justice no abandonan completamente la faceta electro-hard-rock que mostraron en su álbum de 2011. ‘Chorus’ y, sobre todo, ‘Heavy Metal’, dan buena cuenta de ello. Parece razonable hacerlo y resulta incluso coherente. El problema en ‘Woman’ es que ambas vertientes, quizá perjudicadas por una secuenciación fallida, no parecen conciliar bien. El resultado es que la buena inercia que sostiene el disco durante su entretenida primera mitad se viene un poco abajo en la segunda, con más altibajos propiciados por la secuencia, como decíamos, y también por cortes flojos como ‘Love S.O.S.’. Así las cosas, ‘Woman’ no logra ser más que un loable ejercicio estético que, eso sí, logra que reconozcamos en el dúo francés a unos de los artistas más singulares e influyentes de la última década.
Calificación: 6,9/10
Lo mejor: ‘Randy’, ‘Pleasure’, ‘Stop’, ‘Safe and Sound’.
Te gustará si te gusta: Air, ELO, los últimos Daft Punk.
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