1. Que los Oscar se politicen. La llegada de Trump al poder ha partido Estados Unidos en dos. Aunque en el caso de Hollywood parece que es más cuarto y mitad en contra del presidente. Las referencias a las polémicas medidas de Trump están aseguradas en la ceremonia pero, ¿y en los votos? La América negra, homosexual y marginal que presenta ‘Moonlight’ puede fácilmente meterse en una botella y lanzarse empapada en gasolina contra la América blanca, heterosexual y glamurosa que presenta ‘La La Land’.
2. La crítica está a muerte con ella. Según datos de Rotten Tomatoes, al 98 por ciento de la crítica estadounidense le ha gustado la película (frente al 93 por ciento de ‘La La Land’). Y en el caso de Metacritic, llega hasta al 99 por ciento. El consenso es abrumador, y algunas firmas tan respetables como la del The New York Times no han dudado en calificarla como «la razón por la que vamos al cine». La crítica no vota, ya, pero algo influye.
3. Es un dramón y ganó el Globo de Oro. Ya se sabe que la ligereza y la diversión no se llevan muy bien con los premios. ‘Moonlight’ es la historia de un chico afroamericano que crece en una zona conflictiva de Miami rodeado de yonquis, traficantes de droga y acosadores. Un drama tan intenso, conmovedor y bien narrado que dan ganas de hacer como Janelle Monáe en la película: dejar la cama preparada por si algún chaval triste y asustado la necesita.
4. Es una oportunidad para acabar con el #OscarsSoWhite. Este año los Oscar no son muy blancos: ‘Moonlight’, ‘Fences’, ‘Figuras ocultas’; actores como Denzel Washington, Dev Patel, Mahershala Ali (extraordinario en ‘Moonlight’); actrices como la gran Ruth Negga (‘Loving
’), Viola Davis, Naomie Harris, Octavia Spencer… Sin embargo, la sensación es que ‘La La Land’ (y Emma Stone, y Ryan Gosling) les va a pintar a todos la cara de blanco. ¿Habrá reacción para que los ganadores no sean “so white”?5. El peso de Brad Pitt. A veces se nos olvida la influencia que tienen los que ponen el dinero a la hora de captar votos en los Oscar. ‘Moonlight’ es una película indie, dirigida por un director desconocido (aunque los fans del mumblecore le recordarán por la estupenda ‘Medicine for Melancholy’) y protagonizada por tres actores casi debutantes. Pero detrás de ella hay dos productoras que está dando mucho que hablar: A24, que ha distribuido títulos como ‘Spring Breakers’, ‘Under the Skin’, ‘Ex Machina’, ‘La bruja’ y las recientes y muy presentes en los Oscar, ‘La habitación’ y ‘Amy’; y Plan B, la productora de Brad Pitt, que ya sabe lo que es ganar un Oscar (‘Infiltrados’) y dos (‘12 años de esclavitud’).
6. Es muy buena. En realidad, no hacen falta muchas excusas para premiar ‘Moonlight’. De las nueve películas nominadas es la mejor… junto a ‘La La Land’. Y es que, aunque su premisa no es muy original (la sombra de ‘Brokeback Mountain’ y del “gays en contextos insólitos” es demasiado evidente), la poderosa narración de Barry Jenkins y la excelente interpretación de los actores la eleva por encima de su argumento. El director juega de forma muy hábil con nuestros prejuicios (incluidas nuestras ideas preconcebidas como espectadores) y con el contraste entre el entorno donde se mueven los personajes y los sentimientos que expresan (atención a la nominada banda sonora de Nicholas Britell). El resultado es un conmovedor drama iniciático sobre la construcción de una identidad, un relato lleno de hallazgos de puesta en escena que se puede resumir en la fabulosa secuencia, rodada a ras de agua, entre Mahershala Ali y el niño protagonista. Fabulosa. 8,5.