Lo segundo peor de estos hechos es que han tenido lugar en Los Ángeles durante el pasado fin de semana. Varias imágenes le sitúan en la misma ciudad donde se celebraron los Grammys 2017, incluso en sus pre-partys. Pero él no quiso acudir a la gala, según TMZ y nadie desmintió, porque «Bieber no cree que los Grammys sean relevantes o representativos, sobre todo en cuanto a artistas jóvenes». ¡Nominado a Canción y Disco del Año! Parecía una broma, pero no asistió. Y no porque estuviera de gira por Europa (como es el caso de Drake), porque estuviera grabando un vídeo en domingo completamente inaplazable, por un problema familiar o por solidaridad con Frank Ocean (¡jajaja!), sino por pura arrogancia.
En la cumbre comercial de su carrera después de 5 millones de copias vendidos de ‘Purpose’, que ha dejado 3 números 1, más los hits que luego se han añadido como parte de los discos de Major Lazer y DJ Snake, Justin Bieber se ve por encima de los Grammys. Mucho se ha debatido esta semana sobre la relevancia de los premios, su supuesto racismo y su criterio, pero Bieber debería bajar de su nube para darse cuenta de que los Grammys no se van a ir a ningún lado después de 59 años de tradición y que el hecho de que él haya sido nominado y no David Bowie o Bon Iver en la categoría de Disco del Año, denota bastante interés y un respeto más que justo -casi forzado, en busca de la audiencia joven- por «los artistas jóvenes».
Puede que Bieber, sabedor de que iba a perder todos los premios contra Beyoncé y Adele, prefiriera quedarse en su casa, pasando de regalar audiencia joven a esos ancianos señores, a diferencia de una fresquísima Rihanna, a una petaca pegada. Pero también puede que desconozca un valor, que a diferencia de los Grammy, el criterio de esos señores o su música, nunca se pasará de moda: el respeto. Por una institución que ha premiado tal cantidad de enormes discos, por los otros artistas, mayores y menores, por otras opiniones e incluso por los profesionales de la industria que día a día han labrado el camino para que él esté donde está. No queremos imaginar la cara de su sello y de su management, cuando comprobaban día a día que la machada era verdad, que Justin Bieber no iba a ir a los Premios Grammy.
Pero sobre todo, puede que Justin Bieber nunca vuelva a estar nominado a Álbum del Año, y se haya perdido en vivo uno de los momentos más importantes de su vida. La lista de artistas que solo han estado nominados una vez a Álbum del Año y ya probablemente nunca volverán a estarlo es bien suculenta, pues está tan bien repleta de artistas llenaestadios como de gente cuya chispa se apagó enseguida. Esa lista incluye a David Bowie, Rolling Stones, Madonna, Joni Mitchell, Tracy Chapman, George Michael, Cyndi Lauper, Tina Turner, Pearl Jam, Shania Twain, Alanis Morissette, Garbage, Alicia Keys o Gwen Stefani. Todos aspiraron a disco del año una única vez (algunos de ellos ganando, casi todos perdiendo). Quizá Bieber nos siga sorprendiendo con discos excelentes y consiga una segunda nominación a diferencia de todos estos artistas. Pero si no la hay, puede que se arrepienta de lo que ha hecho cuando vea la 100ª edición por la tele o lo que hubiere.