Viva Suecia / Otros principios fundamentales

-

- Publicidad -

Viva Suecia / Otros principios fundamentales

viva_sueciaEl interior de una piscina. Eso es lo que vemos en la portada del segundo disco de Viva Suecia y también en la foto central del libreto del CD. Un lugar en el que sumergirse, disfrutar y olvidar todo lo que ha pasado en el mundo exterior, o un lugar en el que ahogarse y morir. Entre esos extremos se mueven las canciones del grupo murciano, que ha sido rápido en dar continuación a ‘La fuerza mayor‘, su debut el año pasado, que incluía canciones tan suculentas como ‘Bien por ti‘, la enorme ‘Los años’ o ‘Permiso o perdón‘, que les han llevado a agotar entradas en recintos tan amplios como el OchoyMedio de Madrid.

Que Viva Suecia saquen disco el mismo mes que Los Planetas es algo que no podemos pasar por alto. Este álbum lo produce Carlos Hernández y en algún momento es una solución para alguien que espera (sentado) que el grupo de J, Florent y Banin no haga álbumes aflamencados, con adaptaciones de trap y sobre cosas como un ensayo de Hakim Bey. Las tortuosas canciones del grupo de Rafa Val, Jess Fabric, Alberto Cantúa y Fernando Campillo plantean cosas como «¿tan difícil es llamar? yo bien y tú qué tal» o «te estarán contando lo mal que lo han pasado, ¿y sabes qué? Vuelvo de allí». Hay canciones tan directas como ‘El nudo y la esperanza’ o el segundo adelanto del álbum ‘Hemos ganado tiempo‘. Pero ojo, el primero ‘A dónde ir’ carece de estribillo como tal y a todas luces este no es exactamente el disco de pop que ansíe el fan medio de ‘De viaje’. Viva Suecia también buscan su «Copa de Europa».

- Publicidad -

Eso es algo que se nota en el extendido final de ‘La estrella de David’ o en el sonido que han querido dar a algunas guitarras, puro fuego en ‘Nunca estamos solos’ o la casi jevi ‘Vamos a hacer…’ Es curioso que la banda hable de trabajar con «la intensidad justa» porque en algún momento sí que se les ha ido la mano con ella. El final de ‘A dónde ir’, salpicado con los violines de Sofía Ortigosa, es todo un acierto, pero la balada al piano ‘Lo último que se pierda’ (por cierto, no intentéis oírla en grandes avenidas o en el metro), es más lo que pasa entre ‘A dónde ir’ y ‘Vamos a hacer…’, una curiosidad para hardcore fans, que la gran canción de Elbow que podía haber sido. Tampoco es muy reivindicable la pista sorpresa, donde se intuye a Viva Suecia queriendo forzar la emoción un poco más allá de lo que toca.

Sin embargo, en los punteos de indie pop a lo Yo La Tengo de ‘¿Nos ponemos con esto?’, en el juego de guitarras ensimismado de ‘Nunca estamos solos’, en el contraste entre calma y tormenta, entre slowcore y un muro de sonido en ocasiones casi post-rockero, en los coros épicos de ‘Piedad’, en ese final que llama a la calma porque «todo se pasa y vuelve» y en las letras que tratan temas como la soledad, la venganza o los celos, Viva Suecia se muestra como un grupo totalmente solvente que con razón está encantando a las nuevas generaciones. Gracias a ellos, mucha gente descubrirá viejas cosas.

- Publicidad -

Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘A dónde ir’, ‘Hemos ganado tiempo’, ‘El nudo y la esperanza’, ‘¿Nos ponemos con esto?’, ‘Nunca estamos solos’
Te gustará si te gusta: el noise pop, de toda la vida
Escúchalo: Spotify
De gira: Comprar entradas para Viva Suecia

Lo más visto

No te pierdas