Paul O’Neill, fundador de Trans-Siberian Orchestra, ha muerto a los 61 años de una «enfermedad crónica», según ha anunciado el grupo en Facebook: «la familia de Trans-Siberian Orchestra, pasada y futura, lamenta compartir la devastadora noticia de que Paul O’Neill ha muerto de una enfermedad crónica. Él era nuestro amigo y nuestro líder, un espíritu creativo y un alma altruista. Su pérdida nos ha afectado profundamente a todos. Pedimos que se respete la privacidad de la familia de Paul en estos momentos».
Sobre todo en Estados Unidos, aunque también en varios países europeos como Alemania, el grupo de rock sinfónico ha alcanzado enorme éxito comercial gracias a sus versiones metal de villancicos clásicos. Entre 2000 y 2009, Trans-Siberian Orchestra realizó algunas de las giras más exitosas de principio de siglo, tal y como recogió Billboard, y en 2016 la recaudación de su última gira se cerró en 56,9 millones de dólares según Brave World.
Tras el lanzamiento de su trilogía navideña en 1996, Trans-Siberian Orchestra se convirtió en una de las bandas de rock más exitosas de los últimos tiempos. Se ha conocido al grupo especialmente por sus espectaculares directos con pirotecnia, que O’Neill llamaba «teatro rock». Curiosamente, Wikipedia recuerda que Trans-Siberian Orchestra es una de las pocas bandas de rock que no ha tenido que actuar en salas o abrir para otras bandas: su enorme éxito comercial original llevó al grupo directamente a los estadios.