Música

La jugada maestra y no tan sorprendente de Justin Bieber y Luis Fonsi

Ya no queda nadie en el país por enterarse de que Justin Bieber canta en un remix de ‘Despacito’, la canción de Luis Fonsi y Daddy Yankee que es número 1 en España desde hace 13 semanas y lo será durante todo el verano si no pasa algo muy gordo. La interpretación primera que ha hecho todo el mundo es que la nueva versión de la canción está dirigida al público de Bieber en América Latina. Pero hay una mucho más interesante que sitúa a la música latina en la primera fila del pop mundial.

A lo largo de las décadas hemos conocido discos y dúos improbables entre artistas latinos y anglosajones: David Bisbal cantando con Rihanna, Anastacia con Auryn, Alejandro Sanz con Alicia Keys… hasta ahora estas colaboraciones buscaban asentar a un artista entre la población de América Latina y España, pero la sociedad ha cambiado y al igual que España ha dejado de ser el 7º mercado más importante del mundo en cuanto a venta de discos debido a la piratería, paradójicamente el streaming ha traído que el mercado latino haya dejado de ser residual para equipararse al anglosajón en cifras millonarias para los singles de mayor éxito.

‘Despacito’ acaba de superar los 1.000 millones de visitas en Youtube, cifras equiparables a las de un Drake. De hecho doblará en poco tiempo las visualizaciones de ’24K Magic’ de Bruno Mars. J. Balvin o Nicky Jam suman también 1.000 millones de visitas con ‘Ay vamos’ y ‘Hasta el amanecer’, y de todos es conocido asimismo el caso de Enrique Iglesias y Shakira, cuya popularidad actual a nivel mundial deja en ridículo la de muchísimos artistas coetáneos. Son casi todos artistas de singles, rara vez de álbumes, y por tanto con dificultades para llenar grandes estadios en todos los países de Occidente por igual, pero que reciben casi igual o incluso mayor número de streamings en Spotify que los artistas de moda «anglo», de Ariana Grande a Katy Perry pasando por Selena Gomez.

O por Justin Bieber. A nadie se le puede escapar que el remix latino de ‘Sorry’ suma 100 millones de streamings en Spotify y permanece aún entre sus 10 canciones más escuchadas. Pensar que Bieber lo necesitaba para consolidarse en América latina es algo bobo. Es habitual que canciones como ‘La bicicleta’ o ahora ‘Despacito’ entren en la zona baja del Billboard Hot 100 por el enorme peso de la población latina en Estados Unidos… pero también por lo que gustan a otro tipo de público.

Sirva como ejemplo lo que está sucediendo en Europa. ‘Despacito’ ronda el puesto 45 en Estados Unidos, sí, pero ahora mismo es número 1 en el Spotify de Italia, número 10 en el Spotify de Francia, número 12 en el Spotify de Alemania, número 21 en el de Suecia, número 23 en el de Holanda, etcétera. Pensar que sólo la población latina es quien la baila no tiene ningún sentido. Cualquiera que haya estado en una discoteca de pop de un país centroeuropeo sabe que es habitual que suenen canciones latinas, de Shakira a Shakira ft Alejandro Sanz pasando por Enrique Iglesias, ‘Despacito’ o el ‘Aserejé’ (yo lo he comprobado esta misma Semana Santa), los autóctonos las bailan y las canturrean frente a la mirada atónita del público latino, que creía que en ciertos sitios solo se iba a pinchar a Drake, Rihanna, The Weeknd y Beyoncé.

Lo que nos lleva a un último punto, no el más importante, pero que no se puede pasar por alto constantemente: la importancia del mercado de la Europa continental. Los aficionados a las listas de éxitos tendemos a fijarnos en exceso en las británicas y estadounidenses, cuando son las más nacionalistas, aquellas en las que es más difícil entrar para los hispanohablantes, y hay muchas más. Existe un mercado en la Europa continental bastante interesante y numeroso en el que se han curtido artistas como Álvaro Soler, YALL o ahora Reyko (¡tienen más oyentes en Estocolmo que en Madrid!) que no por no incluir Reino Unido es menos importante. Esto, que no es nada nuevo, y si no que se lo digan a Gainsbourg o a CC Catch, se ha potenciado con internet y podría potenciarse tras el Brexit. Quizá cada vez sea más normal que una canción latinoamericana que arrasa en España triunfe en Alemania, que un DJ nórdico como Alan Walker tenga un hit en nuestro país, que una artista francesa como Jain aparezca en un anuncio de televisión, o que detrás de un disco de Auryn haya un montón de productores suecos. Todo ello sin que en Reino Unido se tengan por qué enterar de casi nada.

Así que no. Por todas estas razones, este remix no es un guiño a los fans de Bieber en América Latina, que a esos Justin ya los tiene en el bolsillo hace un rato o dos, ni una coincidencia o divertimento. Esto no es un «huy, qué raro, ¿qué hacen estos dos juntos?». Esto es una mastodóntica y monstruosa maniobra muy bien pensada y de objetivo mundial, una jugada maestra que pretende equiparar la popularidad de este tema a la del viejo y el nuevo de Ed Sheeran.

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Publicado por
Sebas E. Alonso