El músico francés Pierre Henry, padre de la música concreta, ha muerto este 5 de julio en París. Tenía 89 años. Henry fue uno de los principales exponentes de este estilo de experimentación electrónica durante los años cincuenta y sesenta y es co-autor de la que se considera la pieza más importante del género, ‘Symphonie pour un homme seul’, junto a Pierre Schaffaer.
La música concreta se caracterizó por el uso de sonidos «concretos» no estrictamente musicales como pasos humanos o puertas que, en la época, eran grabados en cinta magnética y manipulados después, por ejemplo a través de cortes, tempos acelerados o la superposición de otros sonidos. La música concreta allanó el camino al desarrollo de la música electrónica moderna realizada con sintetizadores, hasta el punto que Henry se consideraba a sí mismo padre de la música moderna.
Nacido en 1927 en París, Henry estudió percusión y composición en el Conservatorio de la capital francesa, donde recibió clases de dos reputados vanguardas como fueron Nadia Boulanger y Olivier Messiaen. En 1946, Henry entró en los estudios de la Radiofusión y Televisión Francesa y conoció a Pierre Schaffaer, con quien compuso la primera composición de música concreta, ‘Symphonie pour un homme seul’, tras lo que ambos fundarían el Grupo de Investigación de Música Concreta en 1951.
Por este espacio pasaron otras leyendas de la primera electrónica como Karlheinz Stockhausen, Edgard Varèse, Iannis Xenakis o el recientemente fallecido Pierre Boulez. Ya en solitario, en 1967 Henry publicó el ballet ‘Messe par un temps present’, que contiene su composición más popular, ‘Pysché Rock’, en la que se basó la canción principal de ‘Futurama’.
Otro trabajo importante de Henry es ‘Variations pour une porte et un soupir’, que empleaba sonidos del crujido de una puerta, suspiros y otras técnicas electrónicas. Esta obra demostró las posibilidades que luego desarrollaría ampliamente la música electrónica con máquinas en las primeras escuelas europeas de los ochenta, que un sonido «concreto» sacado de contexto pudiera adquirir entidad propia, más allá de su fuente.