Youtube es conocida por ser una de las plataformas de streaming más usadas por el público. Durante los últimos años, la gente ha pasado a utilizarla de manera masiva para escuchar música, sea siguiendo las imágenes de un videoclip o no necesariamente. No hay más que comprobar el récord que batía ‘Despacito’ el año pasado, en la versión sin Justin Bieber, situándose por encima de los 5.000 millones de streamings y siendo por tanto el vídeo más visto de todos los tiempos. Ninguna canción supera siquiera los 2.000 millones de streamings en Spotify.
Sin embargo, también es famosa en la industria musical a nivel mundial, por compensar a artistas y autores de muy mala manera, pese a su alcance millonario y a la inclusión de publicidad. Así lo decía en España el reciente informe de Promusicae. El informe no era pesimista, al contrario, se enorgullecía de compartir que los ingresos por música grabada crecían en España otra vez (no han dejado de hacerlo desde 2014), situándose ya más o menos en las cifras de 2009, 232 millones de euros. Sin embargo, aunque el principal responsable de esta progresión es el asentamiento del streaming y, en menor medida, el crecimiento del vinilo (se vendían 700.000 en España el año pasado, casi el doble que en 2016, aunque los ingresos aún son anecdóticos), Youtube pintaba poco en esta recuperación.
Promusicae informaba de que la música en soporte digital (streaming y descargas, fundamentalmente) generaba en España 152,4 millones de euros, una cifra que casi duplica los 79,2 millones provenientes de la parte física (CD y vinilos). El mercado digital ya equivalía en España al 65,8% del sector. Sin embargo, recalcaba, en negrita: «Resulta llamativo que apareciendo YouTube en todos los estudios de consumo como una de las fuentes favoritas de los usuarios para acceder a contenidos musicales, su aporte a los resultados de este año sea de un escueto 10,4% del total en nuestro país». Añadía: «IFPI vuelve a señalar en su informe el impacto global que supone este hecho, conocido como Value Gap (brecha de valor) por el escaso retorno económico que de ahí proviene».
Parece que Youtube quiere resarcirse de ser la plataforma que peor trata a los artistas y ayer se informaba de una nueva función en el visor de Google que, a rebufo de lo que ha sucedido hace poco en Spotify, incluirá los créditos de las canciones. Bajo el epígrafe «música en este vídeo» podremos ver los créditos con el artista, el autor, el sello y la editora. Y eso sucederá también en vídeos subidos por fans que contengan música grabada. El epígrafe ya ha sido incluido, aunque en algunos vídeos de momento aparecen los autores y en otros no. De momento parece que ha sido más fácil recordar qué compañía tiene la licencia de esa música.
En segundo lugar y, de manera más relevante, se ha anunciado que desde el martes 22 de mayo, Youtube Music pasará a competir con Spotify, Deezer, Apple Music, Amazon o Tidal como plataforma de streaming. Será gratis con anuncios, con opción de contratar un servicio premium de 9,99 dólares al mes. De momento saldrá en Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, México y Corea del Sur, llegando después a otros 14 países, entre los que se encuentra listado España en la web oficial de Youtube. Se tratará de una vampirización de Google Play Music, y de Youtube Red, que pasará a ser esto mismo, Youtube Music Premium, incluyendo vídeo y llegando en ese caso a los 12 dólares.
Como curiosidad, entre los artistas escogidos para promocionar el servicio en el blog oficial de Youtube, encontramos a Camila Cabello y a Shawn Mendes.