Por qué va siendo hora de que HBO cancele ‘True Detective’ (o contrate a Fukunaga)

La llegada de ‘True Detective’ en 2014 marcó un punto de inflexión en la historia del género policiaco en televisión. Por un lado, mantuvo al público (o a un determinado público, ya que muchos llegaron tarde vía La Sexta y su célebre corte del plano secuencia) enganchado a una intriga criminal semana tras semana como no se veía desde los tiempos de ‘Twin Peaks’. Por otro, permitió ver algo que iba a ser muy habitual en los siguientes años: una serie de televisión concebida desde unos parámetros narrativos, visuales y de producción plenamente cinematográficos. ‘True Detective’ estaba mas cerca de una película de David Fincher que de cualquier serie policíaca que se hubiera hecho hasta entonces.

Un año después llegó la (apresurada) segunda temporada. Y aunque empezó relativamente bien, con una intriga prometedora y unos personajes interesantes, terminó convertida en una serie bastante intrascendente: recargada, mecánica y con muy poca personalidad visual. Fue la constatación de que el peso creativo del director Cary Joji Fukunaga en la primera temporada era como mínimo igual de importante (sino más) que la del guionista Nic Pizzolatto.

‘True Detective 3’, producida con más calma, parecía una vuelta a los orígenes, a los ambientes góticos sureños y a la pareja de policías atormentados de la primera temporada. Sin embargo, se ha quedado en un anodino paseo por el profundo sur. Al igual que ocurría en la segunda temporada, la serie empieza bien. Su ambición narrativa, combinando tres líneas temporales; la atractiva pareja de policías protagonista, que además incluye un estimulante contrapunto racial; el casting, que vuelve a mezclar a una de las estrellas del momento (Mahershala Ali

) con otra que ya tuvo su momento (Stephen Dorff); la atmosférica intriga, un misterioso caso de desaparición infantil situado en un decadente pueblo de Arkansas… Todo parecía indicar que estábamos ante el ‘True Detective’ que todos esperábamos. Nada de eso.

Esta tercera temporada ha ido perdiendo interés capítulo a capítulo. Primero, por culpa de una subtrama, la relación entre Ali y la profesora interpretada por Carmen Ejogo, más aburrida y anodina que los Oscar de este año. Luego, por una puesta en escena plana y funcional, sin ningún tipo de inventiva estilística. Después, por una falta de ritmo cada vez más acusada, producto de un guión al que le sobra la mitad de las escenas de diálogo. Y, por último, por un desarrollo de la intriga confuso y cada vez menos interesante, que termina con una explicación final digna de un capítulo (malo) de ‘Se ha escrito un crimen’. Todo esto de la obsesión por un caso sin resolver ya lo narró Fincher en ‘Zodiac’, y muchísimo mejor.

¿Habrá cuarta temporada? Por ahora no hay nada confirmado, pero teniendo en cuenta lo que ha hecho Fukunaga con ‘Maniac’, ¿no podría HBO contratar a un relator para que el director se de la mano con Pizzolatto y vuelvan a trabajar juntos? 5.

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Publicado por
Joric