Música

MARINA / LOVE

La verdad es que algo no pintaba demasiado bien para esta nueva era de MARINA (comenzando ya por su renuncia a su nombre artístico, quedándose con el de pila, cual triunfita) desde el principio. ‘Handmade Heaven’, el teórico primer adelanto de ‘LOVE + FEAR’, era una canción mona pero insulsa, sin pegada. Y lo cierto es que todo ‘LOVE’ –la primera parte de este disco doble, lanzada por sorpresa la pasada semana– deja un poco esa misma sensación, más allá de leves matices.

En el mejor de los casos, sí podríamos decir que se trata de un miniálbum que luce de cierta coherencia… de no ser porque nos cuela en su tracklist, un poco porque sí, ’Baby’, su featuring en el single de Clean Bandit, Luis Fonsi incluido. Sigue teniendo mucha gracia por ese punto demodé u hortera, pero desde luego es una decisión totalmente fallida en cuanto a la dinámica del disco. No tiene nada que ver, ni en intención lírica (por más que sea una canción de amor) ni en la tónica musical que en general sostiene ‘LOVE’.

Y es que es un álbum que, ‘Baby’ al margen, mantiene un tono melódico bastante sombrío. Y eso que sus textos persiguen hablar de las cosas bonitas de la vida, de quitar peso a los dramas admirando la naturaleza en detrimento del consumismo. Apenas la amable pero sosilla ‘Orange Trees’ evoca al calor del sol y el olor del mar que, cantando a la isla griega de la que es originaria, evoca en su letra; y ‘Enjoy Your Life’ refleja en su melodía esa llamada, totalmente obvia, a “disfrutar tu vida”. Como en ‘Handmade Heaven’, hay un punto de tristeza en muchas de sus canciones. Lo cual no quiere decir que sean malas. Más bien al contrario, como ya ocurría en una ‘Superstar’ que apelaba a un ritmo eurobeat y un coro tontorrón como gancho, lo más atractivo de ‘LOVE’ llega cuando canta con dramatismo bailable sobre amarnos tal y como somos en ‘True’, y de hacerlo a pesar de la inevitabilidad de un final fatal: ‘End of the Earth’, el medio tiempo con toques de electropop clásico que cierra el disco con solemnidad, es posiblemente la canción más solida y bonita de ‘LOVE’.

Pero es difícil rescatar muchas cosas positivas de un trabajo que, en su intento de elaborar un discurso trascendente que llegue a la gente, fracasa por el enfoque de libro de autoayuda en sus letras. Sus mensajes positivistas se diluyen con una poesía tremendamente naif, impropia de una Diamandis que está ya en su cuarto trabajo de estudio. Un disco que, en muchos sentidos, parece un debut.

‘To Be Human’, la que ella considera precisamente la piedra angular de este disco, es el mejor ejemplo de esto: tras una relación muy random de imágenes, sucesos y factores como pagodas, geishas, el cadáver de Lenin bajo la Plaza Roja, unas revueltas en “América” (vaya usted a saber cuáles de todas) o la bomba de Hiroshima, canta “toda la gente del mundo está unida por su amor y por su dolor / todas las cosas que he visto y hecho / no sé qué significan”. Que viene a ser la sensación que tenemos nosotros al asistir a lo que parece un paso en falso en la carrera de Marina Diamandis. Aún no ha salido ‘FEAR’ y ya nos encontramos implorando el regreso de los Diamonds, la ambición de ‘FROOT’ y aquel personaje, Electra Heart.

Calificación: 5,8/10
Lo mejor: ‘End of the Earth’, ‘True’, ‘Superstar’… y ‘Baby’, pese a no pintar nada aquí.
Te gustará si: te complace un mix sin fuste de Robyn y Lana del Rey.
Escúchalo: Spotify

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Publicado por
Raúl Guillén