‘Ever Again’ es un doble homenaje de Robyn a los clásicos: Grecia y Prince

Mientras estamos haciendo una retrospectiva de su carrera a través de sus mejores 40 canciones, esta semana Robyn ha lanzado el vídeo oficial del ¿último? de los singles extraídos del excelso ‘Honey’, álbum con el que regresaba el año pasado. Se trata de ‘Ever Again’, el corte que cierra el disco y que contrasta con el espíritu bailable, inspirado en la escena de clubs, de buena parte del álbum. Se trata de un medio tiempo compuesto e interpretado por uno de sus principales colaboradores de la artista sueca en los últimos años, Joseph Mount.

El líder de Metronomy –que precisamente han anunciado su nuevo disco hace unas horas– se implicó al máximo en la creación de ‘Honey’: los singles ‘Missing U’ y ‘Honey’, entre otras, llevan su firma como co-autor. Si bien esta canción, la última que escribieron para el disco, parece llevar su sello personal en ese sonido de bajo funk tan característico del grupo británico. En ese instrumento recae el gran protagonismo de una base instrumental que remite, y no poco, al Prince más clásico. También lo hacen sus teclados y la discreta guitarra que llena el tema, aunque el espíritu del genio de Minneapolis sobrevuela sobre todo en los coros de su estribillo.

Un estribillo que, como toda la letra de la canción escenifica una postura madura de Robyn ante el desamor: “No voy a volver a tener el corazón roto / Nunca más / Sólo voy a cantar sobre amor / Por siempre / No voy a dejar que vuelva a suceder / para que todo no sea por nada”. En realidad, Robyn es consciente de que puede volver a sucederle, pero asegura que a sus recién cumplidos 40 años, está preparada para asumirlo y que no la destroce. De hecho, tras haber puesto fin a su relación con el realizador Max Vitali en 2015, vuelven a ser pareja

. “Dejadme hablaros de mi corazón. Dejadme hablaros de no repetir mis errores. Pero también “lo que sea, a la mierda””, escribía significativamente Carlsson en un tuit días atrás presentando el vídeo de ‘Ever Again’, precisamente.

Además del de Prince, el clip oficial de la canción contiene otro homenaje al clasicismo, en este caso estético: construcciones semi-derruidas y bustos envueltos en plástico sobre un suelo arcilloso evocan a la antigua civilización griega, con Robyn simulando ser una estatua más. Una estatua, eso sí, vestida por el director creativo de Louis Vuitton, Nicolas Ghesquière, fan declarado de la sueca. El vídeo, en todo caso, da un giro cuando cambia la iluminación revelando el set de rodaje (y, por tanto, contrastando fuertemente los focos y el croma con los elementos decorativos que aluden a la cultura helena). A partir de ahí, Robyn se despoja de su ropa para lucir unas transparencias con las que canta apasionada, casi como si estuviera haciendo el amor.

Robyn visita en pocas semanas nuestro país, dentro del cartel del festival madrileño Mad Cool 2019.

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Publicado por
Raúl Guillén