Puede que Friendly Fires no sean una banda desesperada por el éxito crítico y sean simplemente una banda de pop, pero si algo ha quedado claro en sus directos, y también en sus producciones, es que les gusta mimar las cosas y dar lo mejor de sí mismos cuando se ponen. Una de las opciones de haberlos «perdido» por el camino es que entregaran a la postre un tercer disco decepcionante, que les embarrara tanto como sus últimos lanzamientos a Hurts o, en menor medida, The Sound of Arrows; y ese definitivamente no ha sido el caso de ‘Inflorescent’. El grupo ha ido entregando durante el último año y medio singles cada vez más convincentes, desde que en la primavera de 2018 publicaran el tropical ‘Love Like Waves’ hasta que este verano llegáramos al formidable ‘Silhouettes’, pasando por ‘Heaven Let Me In’, aquella saltarina joya co-producida por Disclosure que nos llegaba hace unos meses acompañada de un estupendo vídeo con Jeremy Irvine aparentemente buscando el after perfecto.
La fórmula no es tan sorprendente, no deja de estar influida por la brecha que abrieron entre su primer y segundo disco, cuando editaban el single suelto ‘Kiss of Life’, a la postre incluido en la reedición de su debut. Brasil llamaba entonces a las puertas de Friendly Fires, amoldándose a su sonido como antes lo había hecho al de Pet Shop Boys (‘Se a vida é’) o después lo haría al de Saint Etienne (‘Dive’), permitiendo al grupo distinguirse de coetáneos como Hot Chip o muy especialmente Cut Copy, con quien siempre han compartido el gusto por los sonidos balearic y el French Touch. Algo que se mantiene también en este disco, entre aportaciones también próximas al piano house y el funky adaptado por Roísín Murphy (‘Can’t Wait Forever’, ‘Kiss and Rewind’) o al acid (‘Lack of Love’, ‘Almost Midnight’).
Este verano eterno al que apelan sus producciones, en las que encontramos talentos como James Ford de Simian Mobile Disco, Alex Metric (Dua Lipa) o Mark Ralph (Hot Chip, Years & Years) se corresponde también con la luz que aportan las letras. Dan tantas vueltas al amor y son tan repetitivas que por ejemplo ‘Kiss and Rewind’ es digna de aparecer en un recopilatorio de Take That. Sin embargo, al menos son coherentes en su intento de agarrarse a una última oportunidad para salvar una relación en crisis. Es exactamente la historia que nos encontramos en ‘Silhouttes’ («he tenido que perder un avión para estar contigo / perder este momento no merece la pena / tengo que cambiar de plan porque esta es nuestra última oportunidad»), entre acertados arreglos de viento en ‘Offline’ («merece la pena dar otra oportunidad») o en la mencionada ‘Kiss and Rewind’ («dicen que la pasión no dura para siempre, pero funcionará esta vez», «no puedo irme de aquí sabiendo que no lo intenté»).
Es reseñable que ni siquiera la canción más oscura, lo más parecido a una balada, ‘Cry Wolf’, en la que Ed habla de estar atrapado en esa relación tóxica («¿por qué me miras mientras le besas? / nunca me dejarás ir / ¿por qué no me dejas estar? / sabes que eres la causa de mi ansiedad»), renuncien a sus señas de identidad en el marco de la producción. Y rápidamente la yuxtaponen a otra de las canciones más uptempo, ‘Almost Midnight’. ‘Inflorescent’ es un álbum pensado y meticuloso en el que Friendly Fires se distancian, como buscaban, de muchos de los grupos de su generación: mucho más cerca de Basement Jaxx que de Bloc Party o Kaiser Chiefs, ellos se jactan de su gusto por samplear a Banda Black Rio, de no meterse en trifulcas en las redes y hasta de su creciente parecido con el primer George Michael. ¿Por qué habría que avergonzarse?
Calificación: 7,7/10
Temas destacados: ‘Silhouettes’, ‘Heaven Let Me In’, ‘Love Like Waves’, ‘Almost Midnight’, ‘Offline’
Te gustará si te gustan: Róisín Murphy, Basement Jaxx, Disclosure, Cut Copy
Escúchalo: en su web oficial