Música

Las referencias explícitas e implícitas de ‘The Greatest’, el nuevo clásico de Lana

Lana del Rey ha publicado dos nuevos adelantos de su inminente disco, ‘Norman Fucking Rockwell’, finalmente a la venta el viernes que viene. Tanto ‘Fuck It I Love You’ como ‘The Greatest’ son estupendas nuevas pistas de lo que podremos encontrar en ese álbum, pero curiosamente era la segunda canción que aparecía en el videoclip doble la que de manera inmediata llamaba la atención.

Se trata de una balada co-escrita y co-producida por el omnipresente Jack Antonoff (hoy es, definitivamente, su día) que sin renunciar al sonido 100% Lana del Rey presenta suculentas novedades. En cuanto a su idiosincrasia están Nueva York y Los Ángeles, la nostalgia («echo de menos el rock’n’roll») y la referencia a las drogas («Aquellas noches a tope / no podíamos estar más colocados»); como apuntan en Popjustice el uso de lenguaje coloquial extraído de diferentes épocas, tipo precisamente «a tope» («I had a ball» es algo así como «me lo pasaba bomba») y esa sensación continua de derrota y pérdida inherente a su discografía («estoy afrontando la mayor… la mayor pérdida de todas»).

Lana del Rey no ha ocultado nunca quiénes son sus referentes o cuánto debe a sus ídolos, mitos para ella. En esta canción no solo hay una referencia muy clara a Beach Boys («echo de menos el bar al que Beach Boys iban») sino también a su hit ochentoso ‘Kokomo’ y de manera significativa a su batería fallecido en 1983, ahogado en alcohol, Dennis Wilson. El mismo Dennis Wilson cuyo único disco en solitario acaba de ser reivindicado en el segundo álbum de Shura.

La mitomanía no se acaba ahí, pues hay más referencias explícitas. Si bien el estribillo sigue sin ser tan bueno, o al menos tan inmediato como los de ‘Born to Die’, Lana del Rey nos ofrece algo mejor: una outro preciosa en la que nos habla de Kanye West y David Bowie. Lo hace con amor y maldad, afirmando con rotundidad que «Kanye se ha teñido de rubio y le hemos perdido», en clara referencia a la simpatía de West por Trump, contra la que Lana ha protestado; y después pone los pelos como escarpias sentenciando que «‘Life on Mars’ no solo es una canción». La composición de Bowie hablaba de una chica que quiere ir al cine haciendo una reflexión sobre la función del arte en nuestras vidas y la percepción de la realidad que tenemos. Son cuestiones el cine y la duda de la realidad que no pueden representar mejor a Lana del Rey, y por algo la última frase de la canción va por ahí, pero adaptada a la actualidad: «Oh, the live stream’s almost on».

Tan importantes como las referencias explícitas de este tema son las implícitas: el tema se abre con unas guitarras y sobre todo un piano muy McCartney circa ‘Let It Be’. Y la melodía nos lleva en cambio un par de años atrás, quizá a aquel 1967 en que se editaba el clásico ‘A Whiter Shade of Pale’ producido por Denny Cordell. Cuando llegamos a esa bellísima outro ya mencionada, el piano es en cambio diferente y ahí es muy difícil no pensar en los clásicos pianos que utilizan en sus discos Bon Iver y The National, de manera nada casual ambos presentes en la «jukebox» imposible, imaginaria (de nuevo el juego de fantasía y realidad) que aparece en el videoclip. Finalmente, tras realizar una gira con Cat Power y haber cantado en el estudio con ella, me resisto a creer que Lana del Rey no haya realizado con este ‘The Greatest’ un homenaje a la que puede ser la mejor composición de Chan Marshall, llamada exactamente igual. Ya hizo antes suyo algo tan «grande» como ‘Lust for Life’…

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Publicado por
Sebas E. Alonso