Parte de la redacción evalúa el nuevo single de Tame Impala.
‘El nuevo disco de Tame Impala finalmente tiene título y fecha de lanzamiento: ‘The Slow Rush’ sale el próximo 14 de febrero. Habrá que esperar a entonces para averiguar si el álbum contiene la coherencia interna que prometían los primeros adelantos, ‘Patience’ y ‘Borderline’, pues el primero de ellos ya no formará parte de él y el tercero, ‘It Might Be Time’, por sonido tiene poco que ver con ellos. En realidad, Kevin Parker recupera en él las guitarras y baterías distorsionadas de sus dos primeros discos, pero quedándose lejos de dar con un tema tan memorable como ‘Apocalypse Dreams’ o ‘Elephant’. El elemento épico de las baterías en ‘It Might Be Time’, así como lo sintetizadores distorsionados que emergen al final de la canción, sirven de buen contrapunto para el dulce falsete de un Parker que canta sobre la inevitable madurez, pero la canción no tiene ni siquiera la entidad que tenía ‘Patience’, y promete que sonará mejor dentro del contexto del disco. De momento, decepción». Jordi Bardají
«‘It Might Be Time’ cumple con el patrón que ya se presentaba en ‘Patience’ y ‘Borderline’: de primeras parece poca cosa, para ir desplegando encanto y magnetismo poco a poco. En este caso, está nutrida por una superposición de elementos aparentemente aleatorios: esos sintetizadores directamente esquilmados de Supertramp, un soniquete típico del G-funk, unas baterías atronadoras que entran y salen de plano de manera aparentemente caprichosa, una guitarra que emula el tronar de una sirena (o el clásico chirriar psicodélico de una película de serie B de los 70), la melodía vocal que parece ir a su bola (qué maravilla de puente, por cierto)… Pero, como por arte de magia (o de ingeniería de sonido e inspiración, en realidad), ese caos acaba cobrando sentido gracias al aparentemente débil gancho «it might be time to face it» que dispara Kevin Parker de tanto en tanto. Yo ya estoy enganchado sin remedio». Raúl Guillén.
«Tame Impala han descartado ‘Patience’ de su nuevo disco… para no ofrecer muchísimo nada mejor. Han sabido introducir en ‘It Might Be Time’ detalles de producción apocalípticos bastante intrigantes, así como una serie de teclados que captan nuestra atención. Sin embargo, el mensaje no acompaña. ¿De «qué es la hora»? ¿De tomar partido políticamente? ¿De lanzarse a las calles? ¿Qué anuncia esa melodía vocal tan deliberadamente feísta? ¿Una crisis de ansiedad que puede llevarnos por delante? Tame Impala acompañan esta siniestra producción de una letra sobre asumir que «la juventud se nos va», que ya «no molamos» y que ya «nada es divertido», con la complejidad de un poema prepúber. ¿Será irónico o va en serio? ¿Para esta bobada tanto misterio?». Sebas E. Alonso.