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Cuando VOX solo era una simpática revista musical

Lo dijo Santiago Abascal en la noche del 10-N, hace 11 meses VOX no existía en ningún parlamento, y ahora tienen 52 escaños en el Congreso de los Diputados. Casi se nos había olvidado, pero antes de estos 11 meses, antes de que Rosalía mandase a la mierda al partido de extrema derecha y VOX de hecho contestase, si un músico hablaba de VOX era para referirse a una revista. Una revista musical olvidada, sí, pero como también lo estaba The Face cuando volvió a la palestra.

Probablemente no será el caso, porque la revista VOX nunca gozó de tanto prestigio, pero durante una época fue importante primero para la propagación del grunge y luego para la expansión del Brit Pop. Hoy podemos entender que su vida fue efímera, pero fueron unos años muy intensos para la cultura musical semi-underground. Quizá sería adecuado considerar a la revista «indiemainstream» aunque por aquellos entonces no se utilizara el término, pero por su portada era habitual ver a gente como Nirvana, Stone Roses, Manic Street Preachers, Kula Shaker, Radiohead, R.E.M., Cranberries o David Bowie (en la imagen, en un número de 1995), y todavía se venden algunos ejemplares en Ebay.

La revista VOX nació en 1990 como parte del mismo grupo editorial del NME para tratar de comer terreno a la revista Q, que aún sobrevive. Si el NME era semanal, VOX era su versión mensual. Que falleciera en 1998 (ahora hay otros medios llamados igual) fue signo de que no funcionaba todo lo bien que se programó, pero su circulación inicial se estima en 65.000 ejemplares y además, aunque británica, se distribuía en las grandes ciudades de España: todos aquellos que seguíamos con devoción el Brit Pop, guardamos algún ejemplar en algún lado.

Curiosamente, una entrevista con Bowie para la revista de 1997 contenía un sumario llamado «Flying saucers, Hitler and David Bowie», quizá en referencia a las polémicas declaraciones de Bowie sobre Hitler a mediados de los años 70. Bowie, que desarrolló una trilogía berlinesa como por todos es sabido, cuya cumbre creativa fue ‘Low’ y en cuanto a popularidad, el tema ‘Heroes’; había manifestado su interés por la cultura germana e incluso por la estética por el Tercer Reich. Ríos de tinta corrieron sobre si había hecho el saludo nazi a sus fans en Londres o hasta dónde eran una broma sus declaraciones sobre que habría sido «un dictador excelente«.

Otro personaje histórico que pasó por la portada de VOX fue Kate Bush, que habló en 1993 en la revista sobre la muerte de su madre y sobre cómo había influido indirectamente en la creación de ‘The Red Shoes’ que, aunque entonces no lo sabíamos, sería su último disco en 12 años. Esta entrevista puede encontrarse -de aquella manera- online. En general, y al pertenecer a un grupo editorial potente, tuvo a mano a artistas de primera fila, llegando a influir poderosamente incluso en su trayectoria. En su nuevo libro, ‘Tardes de persianas bajadas‘, Brett Anderson de Suede cuenta cómo se compró en cierta ocasión la revista VOX, topándose con unas declaraciones de su entonces compañero de banda Bernard Butler en las que hablaba muy mal de él, precipitando la traumática para todos salida de Butler de la banda.

Suede en aquel momento eran una bomba de relojería que iba a quebrar de todas formas, pero su mención en un libro 20 años después de desaparecer es la muestra de que durante una época fue importante. Por supuesto VOX había puesto un granito de arena elevando a Suede, seleccionando sus tres primeros discos entre lo mejor del año (gran parte de sus listas del año están disponibles en Rocklist.net); listas entre las que nombraron como discos del año ‘Automatic for the People’ de R.E.M., ‘OK Computer’ de Radiohead y ‘Definitely Maybe’ de Oasis, entre otros.

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Publicado por
Sebas E. Alonso