Dado que Perarnau continúa siendo uno de los más fieles colaboradores de Zahara
, co-autor de su hit ‘Hoy la bestia cena en casa‘ e integrante fundamental de su banda de directo independientemente de su formato (también en su «tour bajona»), ha sido frecuente ver a la jienense sumarse al este club itinerante para cantar alguna canción en directo con Mucho. Y lo ha hecho en la que, de manera inesperada, se ha convertido en el gran hito de esta última etapa del proyecto, ‘Las ventanas se encienden’. Inesperada porque no fue señalada como ninguno de los cuatro adelantos/singles escogidos para promocionar el disco. Sin embargo, ni ‘Ahí te quedas, Perarnau‘, ‘El enemigo ahora vive en todos nosotros‘, ‘Putochinomaricón‘ y ‘¿Hay alguien en casa, McFly?‘ logran, pese a ser fantásticas, alcanzar –y por muchas decenas de miles– los más de 680.000 streamings que posee aquella. Lo cual tiene aún más mérito.El secreto no es fácil de señalar. En su mayoría, comparte instrumentación, influencias y referencias líricas con sus compañeras de álbum. Pero no cabe duda de que ‘Las ventanas se encienden’ tiene algo especial. Quizá sea su sutil crescendo, amasado con esos sintetizadores de sonido pretérito que predominan en el álbum, junto a unas guitarras flotantes cuya combinación la convierte en una canción-de-carretera digna de los mejores The War On Drugs. O quizá esa letra que toma un estado de suma depresión («Yo ya casi ni siento / los crujidos de lamento / que tratan de doblegar / mis energías cada invierno»), incluso con lectura social («Tengo que brindar dentro de mí / las ganas de compartir, / para poder existir / en este oscuro redil / del qué tan orgullosos os sentís») y lo contrapone a un último hálito de energía para seguir adelante («Toda mi vida ha sido una mentira / y aquí ya no hay quien sienta / Aún así continuaré, continuaré»). Como sea, es evidente que se ha convertido en un auténtico himno de Mucho, posiblemente para sorpresa del propio Martí Perarnau IV.