«‘Never Worn White’ es una balada a piano con bien de cuerdas, de esas bigger-than-life, que no me interesa lo más mínimo. Que esté co-escrita y producida por el sueco Johann Carlsson –conocido sobre todo por trabajos de Ariana Grande como el megahit ‘Bang Bang’ (con Jessie J y Nicki Minaj, como sabemos) y ‘Dangerous Woman’ (la canción)– justo como los últimos singles publicados por Perry ‘Small Talk‘ y ‘Harleys In Hawaii‘, no es un plus en absoluto: muy imaginativamente (#no), comienza con una interpolación de la famosa marcha nupcial de Mendelssohn, y su letra es cuidadosamente genérica («nunca vestí de blanco, pero quiero hacerlo contigo» o «estoy aquí de pie porque de verdad quiero decir «sí, quiero»»), pese a referirse de forma evidente a su relación con el actor Orlando Bloom, con el que parece que habrá boda al fin. No me cabe duda de que, por coñazo que sea, será un éxito a largo plazo: ya hay comentarios en el vídeo que aseguran que la usarán en su propia boda. ¿Puede dar más pereza? Es, en fin, un auténtico coñazo cuyo mayor ¿mérito? es haber convertido una circunstancia personal –como un embarazo y una futura boda– en un objeto de marketing. Bravo». Raúl Guillén.
«Soy defensor (moderado) de las baladas de Katy Perry. ‘Thinking of You’ me trae buenos recuerdos, ‘Not Like the Movies’ es una monada, la producción de ‘Ghost’ es preciosa y, dependiendo del día en que me preguntes, ‘Choose Your Battles’ me parece su mejor canción. ‘Never Worn White’ no es peor que muchas baladas que lo petan hoy en día en las listas británicas. De hecho, daría un riñón por que esto fuera un hit a cambio de que no dejaran a Lewis Capaldi -o puestos a pedir, a Ed Sheeran- cantar nunca más. Dicho esto, ‘Never Worn White’ tampoco es muchísimo mejor que todo eso. Su ñoñez es mínimamente tolerable. La letra es obvia de más. Una escucha y a otra cosa. Lo único que quitaría es a Katy Perry: hay un momento del puente en que su voz da ganas de salir corriendo. Espero que a Orlando Bloom no le pase lo mismo». Jordi Bardají
«De ‘Total Eclypse of the Heart’ o ‘The Power of Love’ pasando por ‘Thinking Out Loud’, han sido cientos las baladas de la historia del pop que han sabido dejar una sensación positiva y revitalizante pese a su poso romanticón. Baladas que cantar con una sonrisa pese a contener un fondo tóxico, desesperado o agridulce, gracias a su melodía o a su estructura. Lo peor de ‘Never Worn White’ es que parte de una situación alegre -Katy Perry va a casarse y está en estado- pero no sabe transmitir nada de eso: parece que él va a decirle que no en cualquier momento. Desde que emerge la melodía de Mendelssohn y se deforma para convertirse en una cosa tan tristona, parece que esto va a convertirse en ‘November Rain’ en cualquier momento. Qué mal rollo». Sebas E. Alonso.