Música

La industria musical se reúne con el gobierno: «queremos medidas concretas para que toda la cadena pueda subsistir»

La falta de medidas específicas desde el Ministerio de Cultura para paliar los efectos que la crisis sanitaria está produciendo en el sector musical ha provocado diversas reacciones a lo largo de los últimas semanas. La polémica iniciativa del «Apagón Cultural» tomaba hace unos días las redes sociales, mientras entidades como la Academia Catalana de la Música pedían la dimisión al ministro José Manuel Rodríguez Uribes por su inacción. Foto: Crudo Pimento.

Asumido ya que la industria musical se enfrenta a meses durísimos debido a la mencionada crisis empiezan a ponerse sobre la mesa planes de acción. JENESAISPOP ha hablado recientemente con Mark Kitcatt, presidente de IMPALA, la asociación europea de las discográficas independientes y responsable de la distribuidora Popstock! / Everlasting; y con Sonia Durán, gerente en la Unión Fonográfica Independiente (UFI) y portavoz de la Federación de Música de España (EsMúsica), para conocer su perspectiva ante esta situación y los hilos que desde sus entidades se están moviendo para ayudar a uno de los sectores históricamente más desprotegidos de la industria cultural.

Desde IMPALA, Mark Kitcatt coordina la respuesta de la industria musical española a la crisis: «Intentamos dar con medidas para ayudar a los artistas, discográficas y a toda la cadena de la industria sobre todo desde el punto de vista de los productores, porque el sector del directo ya tiene muchas organizaciones para hacerlo». El jefe de Popstock afirma que, desde su asociación, se está intentando remarcar la necesidad de que las tiendas de discos abran en la primera fase de reapertura de comercios durante la crisis para mantener activa la economía de un sector que depende sobre todo la música en directo: «En la parte de pedir ayudas al gobierno nosotros estamos acentuando el papel de las tiendas de discos y de la venta de discos porque las salas de conciertos y las giras, que son la fuente de ingresos más inmediata para la mayoría de artistas, van a estar cerradas mucho tiempo. Este problema ya está creando un drama a muchos artistas, por ejemplo a grupos de Everlasting, como Guadalupe Plata o Crudo Pimento, que suelen girar mucho. Es muy inmediato el efecto que está crisis está teniendo sobre esos artistas. Por eso, una de las cosas que proponemos es que, entre los primeros negocios en abrir, se cuente a las tiendas de discos porque son un sitio donde el fan puede ir y comprar. No puedes ir a un concierto pero al menos puedes ir a una tienda de discos».

«Mark: Buscamos propuestas para abrir partes de la economía sin que esto afecte a la propagación del virus. Queremos que abran lugares de cultura lo antes posible porque es más fácil abrir una tienda de discos que una sala de fútbol»

Por supuesto, la crisis en el sector musical va más allá de que se aplacen o cancelen conciertos: el problema es estructural. La cultura no es considerada bien de primera necesidad, luego es dejada de lado por el gobierno a pesar de su importancia social. Kitcatt reconoce que «la gente no está para obsesionarse con los problemas de los músicos» pero también que el gobierno español está alimentando la incertidumbre de un sector que -como tantos otros- no sabe cuándo podrá volver a la normalidad. «Todas las semanas tenemos una reunión con todos los países de Europa y la impresión que tengo yo es que hay países como Francia que están diciendo ya que no va a haber giras internacionales durante este año, de lo cual se puede adivinar que en España va a suceder lo mismo». Kitcatt resalta la respuesta británica a la crisis, desde la cual ha surgido, por ejemplo, la iniciativa #loverecordstores: «La asociación británica ha conseguido que la gente haga donaciones a los sellos, a los tour managers, a la gente que monta los escenarios… Hay grupos que están haciendo conciertos en la web para conseguir dinero para sus técnicos de sonido».

Recientemente, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha afirmado ver muy improbable que se celebren eventos multitudinarios incluso en otoño. Por eso, Kitcatt insiste en la importancia de cuidar los pequeños comercios de música en lo que dure la emergencia sanitaria: «Cada país tiene su propio drama. Nosotros somos un país que depende mucho del turismo y de los servicios, y vamos a tener un problema por ahí. Por un lado la gente no va a poder venir, y por otro, tampoco va a tener dinero para gastar en estas cosas. No sabemos el impacto económico que esta crisis va a producir en el sector musical porque no nos hemos enfrentado a una crisis de este tipo en 100 años, pero se puede imaginar que va a ser bastante dramático. En la parte que nos toca buscamos propuestas para abrir partes de la economía sin que esto afecte a la propagación de virus. Nosotros solo queremos que se nos haga caso y que abran lugares de cultura lo antes posible porque es más fácil abrir una tienda de discos que una sala de fútbol».

«Los grupos se están dando cuenta de que el streaming no genera nada, que de un tiempo a esta parte básicamente ha funcionado como publicidad para sus giras. Miran las liquidaciones y no dan ni para grabar»

Además de los conciertos, la música grabada también se está viendo profundamente afectada por la pandemia: no solo se han quedado discos preparados para salir en un cajón, es que en los próximos meses no van a poder realizarse grabaciones de cara al futuro. Los grupos que venden más discos en las giras ya no van a tener ingresos por esa vía. «De momento nadie puede grabar porque no se puede quedar para ir a un estudio», explica. «Nosotros tenemos discos ya grabados que pensábamos sacar en mayo. En los sellos nacionales tenemos grupos que necesitan salir de gira para promocionar y vender sus discos. Muchos de los discos que venden los venden en el directo. Esto pasa mucho con grupos nacionales».

Otro asunto es la música en streaming, cuya reproducción ha bajado durante la pandemia porque la gente ya no escucha música para ir al trabajo o en la oficina. Esta problemática afecta especialmente a los artistas, cuyos ingresos procedentes del streaming son realmente nimios, lo cual a su vez remarca la importancia de la música en directo como activador social y de la música grabada como producto cultural. «Grupos de mayor tamaño nos dicen que se están dando cuenta de que el streaming no genera nada, que de un tiempo a esta parte básicamente ha funcionado como publicidad para sus giras», indica Mark. «Miran de cerca las liquidaciones que han generado a través de estos servicios y no da ni para grabar. Esto es una situación de precariedad que surge de muchos años en los que se ha asumido que la música grabada es publicidad para el directo. Hemos regalado la música durante demasiado tiempo. Cuando hay conciencia de esto entre los grupos te da esperanza para que la situación cambie, pero va a ser una larga pelea como viene siendo el caso desde hace muchos años».

«Sonia: Queremos que se apliquen medidas concretas para que toda la cadena de valor pueda subsistir, que se cree un comité especialista en pandemias y que el gobierno haga una estimación de cuándo va a poder hacerse todo esto»

EsMúsica, la Federación de la Música en España, que aglutina todas las entidades del sector (UFI, SGAE, Promusicae, etc.) se reúne este mismo viernes 24 de abril con el gobierno para presentar una por una las 15 medidas que la Federación ha ideado para proteger al sector, entre las que se incluye la bajada del IVA del 21% al 10% de «todos los servicios relacionados con la música en vivo y música grabada» y del 10% al 4% de las entradas de conciertos, así como el lanzamiento de un bono cultural que fomente el consumo de estos bienes. Sonia Durán, vocal de EsMúsica, celebra esta reunión porque de hecho es específica a su gremio: «(Hace días) tuvimos una primera reunión con el Ministro de Cultura por vía telemática junto a otros sectores de la cultura como el cine o el teatro. Cada sector tuvo 10 minutos para presentar sus propuestas. Esto sucedió al tiempo que el Apagón Cultural, con el que nosotros no estábamos de acuerdo, pero que al menos sirvió para que se nos hiciera más caso». La gerente de la UFI añade: «Desde la Federación queremos que se hagan medidas aplicadas a la realidad de la música, y hemos conseguido programar una reunión para este viernes 24 de abril en la que vamos a presentar las 15 medidas más urgentes para ayudar al sector. No se trata de pedir dinero porque obviamente no hay dinero para todos, pero sí pedimos que haya cambio de leyes».

Ante la inquietud que vive el sector de la música en España debido a la ausencia de medidas concretas por parte del gobierno, la cual está obligando a artistas y festivales a aplazar eventos «a ciegas», Sonia enumera tres propuestas. «Todo se está aplazando por la posibilidad de no cancelar pero la situación es de mucha incertidumbre. Para aliviar esa situación de incertidumbre pedimos, primero, que se apliquen medidas concretas para que toda la cadena de valor pueda subsistir. Por ejemplo, en relación a las salas de conciertos que no están pudiendo pagar alquileres. En segundo lugar se debería hacer, como se está haciendo en el resto de sectores, un comité especialista en pandemias, una serie de normativas que permita al sector saber cómo actuar en el futuro, por ejemplo si se van a poder hacer conciertos, si se va a poder ir a un festival con mascarillas, o si todo va a estar cerrado hasta 2021. Necesitamos un plan para no ir a ciegas una vez esto se reactive. Y en tercer lugar nos gustaría que el Gobierno pudiese hacer una estimación de cuándo se va a poder hacer todo esto porque hay muchísimos promotores y sellos que están esperando a hacer lanzamientos y/o conciertos de presentación que, por esta situación, no se están pudiendo hacer». Sonia opina que «lo ideal es tener un plan y una estimación», pero reconoce que «nada de esto se puede saber a ciencia cierta porque la industria solo puede actuar en función de cómo evolucione el virus».

«Los festivales necesitan la cláusula de fuerza mayor para subsistir. Están posponiendo fechas para no devolver entradas por un tema de liquidez»

La primera medida de las 15 presentadas por la UFI defiende «aplicar el concepto por causa de fuerza mayor para permitir la posibilidad de suspensión o aplazamiento de los eventos musicales programados antes del Estado de Alarma cuya celebración esté prevista en el año 2020». Como ha informado recientemente El Mundo, muchos festivales de nuestros país están esperando a anunciar su cancelación este año para poder ampararse en esta medida que les protege económicamente. Festivales como Primavera Sound han sido criticados por no permitir la devolución de entradas tras el aplazamiento de sus fechas a agosto, y Sonia aclara que esto responde obviamente a una razón económica y de supervivencia. «Los festivales necesitan la cláusula para reorganizarse y subsistir. Y no están devolviendo el dinero de las entradas porque si las devuelven no van a tener liquidez precisamente para subsistir. Están posponiendo fechas para no devolver esas entradas por un tema de liquidez. Con el dinero ingresado por las entradas se paga a todo el personal que hay detrás de los festivales, y si todo ese dinero se devuelve obligatoriamente porque el festival ha cancelado, estos entonces no subsisten. Es un ciclo. Por ejemplo, la venta de entradas por anticipado permite a los festivales realizar todo el montaje. Por eso se está hablando de hacer un bono, se están buscando alternativas para que los festivales no mueran. También se ha hecho campaña para que la gente no devuelva entradas, también a nivel de conciertos se está animando a la gente a que las mantengan para ir cuando se pueda, porque eso significa una contribución a que se pueda seguir haciendo música».

Al fin y al cabo es posible que algunas de las dificultades a las que se ha enfrentado siempre el sector de la música en España no existieran si la cultura fuera tratada con mayor dignidad, como en Alemania, donde ha sido asignada bien de primera necesidad. Sonia ve el problema de fondo, el cual no es nuevo: «Para nosotros la música siempre es un bien de primera necesidad y se va a vender como tal cuando pidamos las medidas. Otra cosa es como lo quiera percibir el gobierno. Hay países que están mucho mas mentalizados con la cultura que nosotros. El problema es los gobiernos que tenemos, desde mi punto de vista».

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Publicado por
Jordi Bardají