‘Anywayz’ nace del miedo de que el mundo siga su curso impertérrito, como si nada hubiera pasado, cuando el amor se acaba («el mundo sigue girando de todas formas / las flores nacen de todas formas / las montañas se elevan de todas formas»). ‘All I Wanted’, de manera muy abierta, anuncia: «no me importa lo que me digas porque me voy mañana / no me importa que lo sientas / la has jodido». La toxicidad se manifiesta muy clara en el single ‘Risk It’, con frases como «me siento avergonzada, es una locura buscarte infinitamente / me está matando / sé que debería terminar contigo ahora». Las letras hablan de cosas tan específicas como «me he mudado 6 veces en los últimos 5 años / ayúdame a descansar», como sucede en ‘How Did You Know?’.
Para tranquilidad de Björk, que se queja con razón de que los discos en los que las artistas femeninas abren su corazón gusten más a los críticos musicales, si ‘HiRUDiN’ es el mejor disco de Austra no es porque Stelmanis se haya abierto en canal. De hecho, los textos son bastante austeros. Lo bueno es que la artista reviste estas composiciones desnudas de pequeños arreglos que tienden a reforzar su lucha interior. Si ‘I Am Not Waiting’ es una huida de alguien que no supo escuchar una advertencia anterior, su ritmo parece animar esa marcha en solitario, como huyendo del bosque referenciado en la letra. Su post-estribillo «I am over you, I am over you» es fantástico, como muy apropiadamente fantasmagórica suena ‘How Did You Know?’, cuyos teclados remiten por un lado a Eurythmics y por otro a John Maus. ‘All I Wanted’, tras un inicio de pizzicatos, se transforma como en una producción de Fever Ray hacia la mitad, optando por un final agridulce. La magia también muta en terror tipo Radiohead en ‘It’s Amazing’, que plantea si el buen momento retratado es solo «un juego».
Frente a la inacabada ‘Your Family’, cuya misteriosa lluvia de sintetizadores es disuelta por una letra insulsa sobre ¿suegros?; la canción más ambiciosa es ‘Mountain Baby’, con la colaboración de Cecile Believe y la idea de retratar las diferentes etapas de una relación. Katie intenta retratar «la incertidumbre y la resistencia» y Cecile «el lado más puro y la alegría desenfrenada». Las voces de «coro infantil» y la repetición de un estribillo que se pregunta por qué nos empeñamos una y otra vez en escalar la misma montaña va acorde a un riff de piano que se repite de hecho una y otra vez.
‘HiRUDiN’ recibe su nombre de la «hirudina», un péptido de las sanguijuelas que se utiliza con fines medicinales. Indudablemente Katie ha querido utilizar esto como metáfora de lo bueno que permanece después de una relación que te hace daño, algo tan asqueroso como una sanguijuela. Si el álbum se abre con una frase tan confusa como «haces que me enfade, te quiero», el final llamado ‘Messiah’ representa la calma, la aceptación. «No soy ninguna Mesías / así que devuélveme al suelo» es una de las primeras frases. «No te elevaré, pero puedo guiarte / seré tu sombra y tú la luz», una de las últimas, antes de un coro en el que Katie se beneficia de su operístico timbre celestial. Quienes odiaran la voz «pitcheada» de ‘Risk It’, entre quienes NO me encuentro, pueden estar tranquilos: ‘HiRUDiN’ no reincide en ello, sino que es un álbum variado y al mismo tiempo cohesivo -a lo que contribuyen los dos interludios- que asienta su carrera casi una década después de ‘Feel It Break‘.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Risk It’, ‘Anywayz’, ‘How Did You Know?’, ‘Mountain Baby’, ‘I Am Not Waiting’
Te gustará si te gusta: Goldfrapp, Florence + the Machine, John Maus, los anteriores
Youtube: Vídeo de ‘Mountain Baby’