«¿Podría sonarle la campana a Karol G por segunda vez recurriendo a Ovy On The Drums, que ya se encargó de la base del monster-hit ‘Tusa’? Pues OBVIO que sí. De hecho, por un momento, la intro parece guardar ciertas similitudes con el pelotazo de la colombiana. Pero en este caso la instrumentación –un sintetizador apenas esbozado, que se diría esquelético porque suena ligero como el vapor de una shisha– es aún más minimalista, dejando respirar a la base rítmica y dando todo el protagonismo a una (otra) estupenda línea melódica de Karol que fluye sin respiro y convierte ese exiguo «Aydiohmío» en un gancho de tres pares de narices, a base de su repetición obsesiva. Acabaremos hasta los pelos de él –del gancho, digo–, porque no me cabe duda de que ya habrá una cola de candidatos a la espera de suplir el papel de Nicki Minaj en un inevitable remix. Pero hasta que eso suceda, yo al menos lo voy a gozar muy fuerte». Raúl Guillén.
«El nuevo single de Karol G tiene encanto melódico y armas suficientes para triunfar, pero no sé si me cabe más amor ya para temas de reggaetón de idéntica base. Sobre todo desde que Bad Bunny ha experimentado con las estructuras en temas como ‘Safaera‘, desde que C. Tangana ha cambiado radicalmente de tercio en ‘Nunca estoy
‘, desde que Madonna hizo virguerías con una base similar en ‘Medellín‘… y sobre todo desde que existe -como reacción- un revival disco con artistas como Dua Lipa y Jessie Ware a la cabeza. Hasta esa recuperación de la ranchera de Becky G tiene su aquel al lado de esta grabación completamente estándar, completamente indistinguible de la inmensa mayoría del top 100 español en estos momentos». Sebas E. Alonso.«Sin frase icónica a la altura de «toro este llanto por nara», que ya está tardando en ponerse de moda en los grabados lapidarios, ‘Ay, DiOs Mío!’ es otro acierto de Karol G. El parecido con ‘Tusa’ es evidente en el ritmo de reggaetón lento de la canción, que en este caso es adornado con sonidos infantiloides tipo caja de música; y, sobre todo, en la melodía del estribillo, que también destaca por su bonita melodía y calmada resolución (de «me dio una depresión tonta» pasamos a «él me dijo a mí que le gustaban todas mis canciones»). Sin embargo, la canción, que Carolina Giraldo dedica muy obviamente a su pareja, Anuel AA, pues describe el momento en que ambos se conocen, tiene entidad por sí misma al mismo tiempo que recurre a ganchos como el «tra tra» para sencillamente clavarse en el cerebro desde la primera escucha. Desde ya una de sus mejores canciones». Jordi Bardají