Apenas unos días después de que el ayuntamiento de Murcia, gobernado por el PP, decidiera retirar una campaña en la que se asociaba la pulsera de los festivales a la pulsera hospitalaria, una campaña similar asocia un club a coronavirus, esta vez procedente del Ministerio de Sanidad de Salvador Illa (PSOE). En la imagen se ve una fiesta -quizá un concierto, quizá una sesión de clubbing- con el lema «Pin Pan Fuera», que desemboca en una UCI.
La imagen ha producido la indignación del sector. La PSDC, Plataforma de Salas de Conciertos, que reúne a varias asociaciones como la ACCES (Asociación Cultural Coordinadora Estatal de Salas privadas de Música en directo), ASACC (Associació de Sales de Concerts de Catalunya), KULTURA LIVE (Asociación de salas de música de Euskal Herria) y LA NOCHE EN VIVO (Asociación de Salas de Conciertos de Madrid), ha emitido un comunicado exigiendo que se retire la campaña y se informe convenientemente a las Comunidades Autónomas de cuál es la realidad de lo que se está llamando de manera vaga «ocio nocturno», confundiendo un botellón en un parque con el valor cultural de un concierto organizado con todas las medidas de seguridad. Este es el texto:
«Queremos transmitirle de nuevo nuestra estupefacción ante las propuestas por el Consejo Interterritorial del Sistema nacional de Salud (14 de agosto de 2020) y posterior aplicación de estas medidas por las CCAA, decretando el cierre de los establecimientos del llamado ocio nocturno, denominación en la cual las administraciones están comparando los locales de pública concurrencia, que incluyen las salas de conciertos y locales de música en vivo, con las actividades no regladas, ilegales y que se producen en entornos privados. Ante todo ello, queremos aclararle que:
El ocio nocturno no responde a ningún epígrafe o actividad regulada en las licencias de actividad. Es un concepto utilizado con cierta perversión por los medios de comunicación y ahora por su propio ministerio viendo la campaña “Esto no es un juego” y la odiosa foto que está circulando por redes sociales en la que una imagen de una sesión de baile o de jóvenes en un concierto lleva a otra de una paciente en una UCI. Están estigmatizando un sector cerrado con el contagio y eso es MUY GRAVE.
Las salas de conciertos que forman parte de nuestras asociaciones son equipamientos culturales privados, parte del tejido creativo indispensable para el desarrollo de los artistas. De hecho nuestras salas están enmarcadas en el epígrafe 965.1 de actividades económicas que corresponde a Espectáculos en salas y locales, y ACCES, Asociación Cultural Coordinadora Estatal de Salas privadas de Música en directo, pertenece al Consejo Estatal de las Artes Escénicas y de la Música, órgano dependiente del INAEM (ministerio de Cultura) desde el año 2008.
Sólo en Cataluña y en Madrid existe una licencia específica de salas de conciertos. En Cataluña, tan reciente que no ha podido ser utilizada. En Madrid, a pesar de estar incluida desde 1998 en su catálogo de espectáculos públicos, no es utilizada por la inviabilidad que conlleva su actual redacción y está pendiente de modificación en esta legislatura. En el resto del estado ni siquiera existe esa clasificación, por lo cual las salas pertenecientes a nuestras asociaciones han debido de acogerse a todo tipo de licencias “recreativas” o de “hostelería y restauración” como por ejemplo: discotecas, sala de fiesta, café teatro, café concierto, bar especial…
Por otra parte como en España no existen ayudas para nuestro sector, 100% privado, la actividad de la música en directo en pequeñas y medianas salas de conciertos, muchas veces deficitaria, se sostiene gracias a la actividad complementaria de la hostelería.
El 85% de las salas de conciertos de España permanecen cerradas desde el fin de semana del 7 de marzo, una semana antes de decretarse el estado de alarma. Con la «nueva normalidad» aproximadamente un 15% de ellas, reinició tímidamente su actividad, y lo hizo siguiendo escrupulosamente los protocolos de seguridad, desinfección, distancia social y uso de mascarillas, trabajando con tan solo un 15-25 % real de su aforo técnico.
Por otra parte, la trazabilidad de los asistentes a los conciertos está plenamente garantizada por la compra de entradas on line que permite tener un listado con los datos de contacto de todos los asistentes.
No se ha producido contagio alguno en ningún concierto, y sin embargo la actividad de las salas de conciertos ha sido prohibida por decreto, dejando en el aire cientos de conciertos programados en el que se ven involucrados no sólo músicos, sino todo el personal técnico y auxiliar que se mueve alrededor de un evento de estas características.
Sr. Ministro, con este decreto, en estos momentos los bares pueden trabajar hasta la 1:00AM. Nuestras salas que han invertido en medios materiales y mucho trabajo para diseñar una programación artística para estos meses y para cumplir con los protocolos dictados por su ministerio, de la noche a la mañana, no pueden abrir, y ni siquiera tienen la opción de trabajar en estos mismos horarios, cumpliendo los protocolos con un rigor difícilmente equiparable a otros establecimientos.
Los prostíbulos están abiertos por contar con un tipo de licencia que tienen (cafetería, bar, hotel…). Hasta hace unos días, todavía estaban autorizados eventos multitudinarios como las corridas de toros. Los cines y los teatros pueden estar abiertos incluso programando conciertos. Los gimnasios, el transporte público, conciertos privados de pago en casas particulares hasta para 200 personas…
Entendemos la difícil situación que estamos viviendo y que hay que tratar de compaginar salud con reactivación económica, pero ¿Le parece coherente que se den estos casos tan flagrantes y que una sala de conciertos que cumple con todos los protocolos esté cerrada? ¿Es acaso un criterio objetivo decretar el cierre de salas de música en base a su tipo de licencia y no a su actividad y la toma de medidas de protección?
Como podrá comprender Sr. Ministro, la situación económica de nuestras salas asociadas ha llegado al límite tras 6 meses cerrados, haciendo frente a sus gastos fijos: alquiler, hipotecas, suministros, tasas, impuestos, seguros, cuotas, etc. Muchas salas de conciertos ya no volverán a abrir sus puertas por colapso económico, de hecho, se prevé una quiebra masiva en los próximos dos meses. Nos sentimos, de nuevo agraviados injustamente y ninguneados por esa falta de diálogo en la toma de unas decisiones, que afectan directamente al parque de salas en todo el territorio, que está a un paso de su desaparición total con lo que todo esto implica.
Por todo ello, solicitamos que: Desde el Ministerio de Sanidad se informe a las CCAA de esta situación y que se levante el cierre de las salas con actividad de música en directo que lo soliciten independientemente de la licencia de actividad concedida y puedan reabrir sus puertas para ejercer su actividad cultural, salvo si se considera que un concierto de música en directo, cumpliendo con todos los protocolos sanitarios, sigue siendo un peligro para la ciudadanía, algo que no ha sido demostrado desde el inicio de la pandemia. Y también solicitamos la retirada inmediata de esas imágenes tan lesivas para un sector, que está cerrado Sr. Ministro. Esto no es un juego».
Si no seguimos las recomendaciones sanitarias, ponemos en peligro nuestra vida y la de los demás
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Pin, pan, fuera#EstoNoEsUnJuego pic.twitter.com/yqRvCsQKx6
— Ministerio de Sanidad (@sanidadgob) September 12, 2020