‘Smile‘, el último disco de Katy Perry, acaba de abandonar las listas británicas y las estadounidenses después de tan solo 4 semanas de permanencia. El álbum estaba condenado al fracaso tras la falta de impacto de sus últimos sencillos de presentación, pese a que varios de ellos han tenido cierto apoyo por parte de las radios en los países anglosajones y hasta cierto punto de las playlists de Spotify, si bien en ambos casos ha sido tímido, no como en sus mejores momentos comerciales. La decepción vuelve a dejar en punto muerto la carrera de la artista, pues se empeoran por mucho los ya malos datos de ‘Witness’, lo cual es una pena dados los esfuerzos promocionales realizados por la cantante incluso a pesar de estar a punto de dar a luz. Su bebé nacía justamente cuando el álbum salía.
Las ventas globales de ‘Smile’ deben de rondar las 200.000 unidades cuando ‘Witness’ se acercó algo al millón, y es muy difícil que pueda mover muchísimo más estando fuera de las listas. Por momentos parecía que Australia podía volver a salvar un poco los muebles, como lo pareció también en la era ‘Swish Swish’, pero el disco también ha caído en este territorio en su 5ª semana, del puesto 9 al puesto 20. Como decíamos, está ya fuera de todo el top 100 en Reino Unido y fuera del top 200 en Estados Unidos y nadie sabe muy bien qué podría hacerle volver. ¿Hará Katy un vídeo para ‘Cry About It Later’ o la disco ‘Champagne Problems’ cuando el empeño puesto en ‘Smile’ y ‘Harleys In Hawaii’ no ha servido para nada?
A toro pasado, es imposible no apuntar la distancia entre el lanzamiento del single ‘Never Really Over’ y el del resto del álbum como el mayor fallo promocional. A posteriori, las cifras de ‘Never Really Over’ (400 millones de streamings) apuntan a hit, mientras ‘Daisies’ parece que habría sido un buen segundo sencillo que promocionar justo a la salida del álbum. Es fácil decirlo ahora, pero no parece que la lluvia de temas y «buzz singles», incluidos los que han terminado siendo «bonus tracks», hayan ayudado en nada a devolver su imagen al pop después del arriesgado y aún notable ‘Witness’. Es como si, al ni ahondar en lo underground o diferente, ni terminar de quitarse el punto infantil de encima con sus antiguos seguidores ya creciditos, se hubiera quedado en tierra de nadie.
Echando un ojo al Billboard 200 en busca de ‘Smile’, sigue siendo llamativo el enorme número de «recurrents» que hay, lo que por aquí llamábamos «series media» de toda la vida: discos que llevan meses y meses, o más bien años y años «vendiéndose». Entre aquellos de bajo precio y aquellos que contienen hits de streaming, la lista está plagada de álbumes antiguos de los Beatles, Notorious B.I.G., Fleetwood Mac, Queen, Elton John y así podríamos seguir un buen rato. ¿Pero es que nadie «nuevo» tiene opción de ocupar la parte baja de la tabla durante unas cuantas semanas o meses en plan «sleeper»?
Sí, tenemos, entre algún otro caso ya comentado en ediciones pasadas de «Hits & Flops«, el de Chris Brown. Beneficiado por el streaming de un par de hits sueltos, pues las normas del Billboard lo permiten a diferencia de las españolas o las británicas, dos de sus álbumes se mantienen en el top 100 meses después de su publicación. ‘Indigo’, su álbum del año pasado, permanece en el puesto 91 en su 66ª semana en lista. Se trata del disco que contenía ‘No Guidance’, una canción junto a Drake que va a terminar convirtiéndose en el mayor hit de su carrera, ya con más de 500 millones de streamings en Spotify. Después, no solo hay que sumar colaboraciones de Nicki Minaj o Justin Bieber, sino una edición especial que incluye hasta 42 pistas. Eran 30 en honor a su 30º cumpleaños, pero después se han ido añadiendo más. «¡Así cualquiera!», exclamaréis, con mucha razón. El álbum ha sido platino en Estados Unidos y Nueva Zelanda, y oro en Brasil y Canadá. En Reino Unido ha sido disco de plata, por lo que no puede decirse que su éxito no haya salido de Norteamérica, aunque es cierto que a España no ha llegado demasiado.
Más aún, no contento con eso, este año Chris Brown ha sacado una mixtape con el rapero Young Thug: 13 temas más allá de los 40 minutos de duración, y también le ha funcionado fenomenal, pese a la tibia recepción inicial (puesto 24 en Estados Unidos). Casi medio año después de su lanzamiento, el álbum se mantiene fuerte en el puesto 89 del Billboard 200, no se ha hundido en 3 semanas como la mayoría de álbumes, y una canción suya no ha parado de crecer hasta convertirse en otro éxito para su curriculum. Se trata de ‘Go Crazy’, top 10 en USA y UK; y, como podéis comprobar, para sus seguidores no existen conceptos como «genérico», «repetirse a sí mismo» o «facilón».