SAULT / Untitled (Rise)

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SAULT / Untitled (Rise)

¿Es un poco tonto decir que SAULT son uno de los secretos mejor guardados de la industria musical? ¿De qué manera puede ser un secreto un grupo al que uno de los periódicos más influyentes del mundo, The Guardian, puntúa con 5 estrellas, y reivindica hasta 2 veces entre los mejores discos del año? ¿Quizá en un mundo en el que simplemente no existes si no tienes Instagram, si no tienes tus segundos de gloria en TikTok, ni un tema entre los virales de Youtube o Spotify?

Mucho se puede debatir sobre el alcance de los medios de comunicación en 2020, cuando la mayoría de la gente se deja llevar por un algoritmo o las recomendaciones de los muros de sus amigos, como antes se hacía con la radio o con el boca oreja. Corría el mes de junio cuando un par de usuarios en nuestro foro «Black Sound» hablaban de este colectivo a raíz de la publicación de su tercer álbum, que salía a la venta con motivo del Juneteenth, en pleno auge del Black Lives Matter, dedicado a George Floyd, con un carácter benéfico y bajo el ilustrativo nombre de ‘Untitled (Black Is)’. En aquel momento no llamaban tanto la atención: decenas de artistas -como Beyoncé- estaban alzando su voz ese mismo día, Dave nos había entregado un pedazo de himno al respecto sobre lo que significa ser negro como fue ‘Black’, y artistas de identidad misteriosa ya habíamos tenido varios, empezando por Burial.

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Sin embargo, no es que el tiempo esté sentando muy bien a SAULT, que también; sino que apenas unos meses después se han sacado de la manga este otro disco que ya deja pocas dudas sobre lo en serio que va este grupo. La música de los dos álbumes que sacaron en 2019 había ido evolucionando desde el post-punk al boogie pasando por el R&B y el soul clásicos, el jazz, el spoken-word… El sonido Philadelphia, los ritmos del funk de los 70, el Brill Building, la Motown… parecían las referencias de maravillas como ‘Wildfires’ o la hipnótica ‘Pray Up Stay Up’. A veces escuchando su música podían venir a la mente nombres más contemporáneos, como Kanye West, Saint Etienne, The Go! Team o Portishead solo porque ellos también a) fusilaron y samplearon temas de los años 60 b) sacaron recopilatorios sobre clásicos perdidos de aquellos tiempos c) son grandes enamorados de las viejas bandas sonoras.

De nuevo bajo la producción de Inflo, conocido sobre todo por su trabajo para Michael Kiwanuka, ‘Untitled (Rise)’ mantiene y mejora la apuesta comenzando con canciones tan ambiciosas como ‘Strong’, un tema de cuerdas soul, flautas procedentes del folk más dulce de finales de los años 60 e incluso ritmos próximos a la samba brasileña. Algo parecido a lo que después encontramos en la contestataria ‘Street Fighter’. Es una canción en varias etapas ‘I Just Want to Dance’, con el ritmo disco-funk inicial pervirtiéndose tan pronto como en el minuto 1, y más tarde otra vez; y puro nervio de finales de los 70 lo que hallamos en ‘The Beginning & The End’.

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Juegan a favor de SAULT unos textos directos y diáfanos acreditados en general a Dean Josiah Cover y Cleopatra Nikolic que resultan cercanos y asumibles por cualquiera, repetidos hasta la saciedad como escuchamos claramente en la coral ‘Rise Intently’ («no están salvando vidas / mujer negra enfadada»); ‘Scary Times’, uno de esos números que parecen acercarse al trip hop de Tricky («Oyendo disparos en la calle cada noche / sí, buscamos una solución para el problema»); o la teatral y cinética ‘No Black Violins in London’. En ocasiones, la ironía se apodera de ellos y ‘You Know It Ain’t’ no es un discurso a favor de la amistad sino una ácida acusación entre carcajadas de la cantante invitada Melissa Young: «te veo en tu pequeño post hablando de que el Black Lives Matter es tu lema, pero sabes que no lo es (…) Dices cosas como «Tanisha, tu salud mental es superimportante para mí», pero sabes que no es cierto».

Esta carga social desemboca en una canción ultra clásica, de esperanza, llamada ‘Little Boy’, recordando que su amalgama no está reñida con la inmediatez, pues ya habían sido vibrantes la casi instrumental ‘Fearless’ con su ataque masivo de cuerdas; el boogie ochentero de cencerros de ‘Son Shine’, que seguramente te sonará de algo aunque solo sea por haber seguido a Daft Punk y a Chromeo; y edificantes los bajos a tope de la espléndida ‘Free’, con su poderoso final a capella. Un gran álbum más conciso, elaborado y con mejor «flow» que el anterior, que puede gustar a los seguidores de la Motown, los años 90 y últimamente Kendrick Lamar.

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Calificación: 8,4/10
Lo mejor: ‘Free’, ‘Strong’, ‘Street Fighter’, ‘I Just Wanna Dance’, ‘Son Shine’, ‘Little Boy’
Te gustará si te gusta: Neneh Cherry, Marvin Gaye, Chic
Escúchalo: Bandcamp

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