La electrónica que utiliza en su primer disco, editado por El Segell del Primavera Sound, es menos brumosa y tiene una mayor querencia por las cajas de ritmo deliberadamente destartaladas (Magnetic Fields y Casiotone for the Painfully Alone podrían ser ahora algunas de las referencias), pero algunas ideas de producción son intercambiables entre ambos proyectos, y al fin y al cabo es la misma voz la que escuchamos.
Lo que más caracteriza las canciones de Casero son, valga la redundancia, su cotidianidad, hasta el punto de que el desayuno ocupa al menos el 20% de estas composiciones. La primera pista habla de la pena que da desayunarse unos ‘Frutos secos’ que se compraron en Ámsterdam a modo de souvenir. ‘Dentro’ trata sobre hacerte el desayuno, pero olvidarse de ello: ahí el álbum parece recrearse en su propia intrascendencia.
Otras canciones apuntan más alto y así, ‘Islas desiertas’, una de las que supera ya el medio millón de reproducciones, sirve tanto como contestación a haters como crítica al paternalismo tipo «old man yelling at cloud». “Me recuerdas a mí misma de pequeña y ya eres viejo / estás lleno de proyectos de opinión y de prejuicios de tu pueblo”, dice uno de los dardos más afilados. «Me recuerdan tus intentos de asombrarme a mis mierdas que detesto», reza otra de las frases, autocrítica.
Mientras ‘La goma de los calcetines’ habla sobre fobias bobas, son mayoría las pistas que hablan de amor y desamor hacia relaciones pasadas o incluso hacia nuestra propia ciudad. ‘Haití’ trata más bien sobre Madrid, de Plaza de España a La Vía Láctea pasando por la Plaza del Dos de Mayo (“la mitad de sitios se llena de noche y la otra mitad me recuerda a ti”). ‘Los planes contigo’, una colaboración con Cariño, tiene ese componente violento (“estoy enfadada y quiero pegarte / ya no me pones nada y tengo un amante”) y ‘Cuanto más’, de sinsentido («me gustas más cuanto más lejos estás, cuanto más me decepcionas»), siempre sin que Casero huya de sus contradicciones y miedos interiores. «Tengo pensamientos aparentemente racionales y no quiero prestarles atención por si se vuelven grandes», dice ‘La goma de los calcetines’.
Esta última canción representa una de las producciones más ambiciosas, con una melodía que podría haber escrito Mari Trini, unas guitarras que recuerdan el paso de Casero por Solo Astra, unos arreglos más sintéticos que podríamos emparentar con Billie Eilish; y todo ello además enlazando con la siguiente pista, ‘Yo soy el verano’, que hasta tiene un punto rap. Una producción, por tanto, más rica de lo que parece, del bombo tipo New Order que irrumpe en ‘Cuanto más’ al simpático teclado de ‘Haití’, y cuyo colofón es el torturado teclado de ‘Cállate’ el satisfactorio dúo con Russian Red. Casero presenta hoy jueves 21 de enero ‘Todo mal’ en Madrid como parte de la programación «Bravo Madrid». Entradas, aquí.
Calificación: 6,9/10
Lo mejor: ‘La goma de los calcetines’, ‘Yo soy el verano’, ‘Cállate’, ‘Islas desiertas’
Te gustará si te gusta: The Postal Service, dani, Casiotone for the Painfully Alone
Youtube: ‘La goma de los calcetines’