Cine

Las mejores y peores ‘Historias para no dormir’ versión 2021

No es la primera vez que se intenta resucitar ‘Historias para no dormir’, la mítica serie de Chicho Ibáñez Serrador emitida en España a finales de los años 60. El propio director lo intentó en los 80, pero solo pudo rodar cuatro episodios de los trece previstos. En 2005, tras el éxito de la edición de la serie en DVD, Chicho impulsó el proyecto ‘Películas para no dormir’, compuesto por seis telefilmes rodados por seis directores diferentes. La serie fracasó, emitiéndose solo dos episodios en Telecinco (los restantes se pudieron ver años después en el canal FDF).

‘Historias para no dormir’, versión 2021 (producida por el hijo de Chico, Alejando Ibáñez, y distribuida por Amazon), es una mezcla de las dos anteriores. La serie está compuesta por cuatro telefilmes dirigidos por cuatro cineastas distintos, pero con la particularidad de que cada episodio adapta una historia de la serie original: ‘El doble’, ‘El asfalto’ y ‘La broma’, las tres de 1966, y ‘Freddy’, de 1982. Las reseñamos según el orden establecido en Prime Video:

El doble (Rodrigo Sorogoyen)
La que menos se parece a la original. Sorogoyen ha llevado a su terreno –el del thriller, el del drama romántico de ‘Stockholm’ (2013)- una historia ambientada en el futuro cercano (a su vez basada en el cuento ‘Marionetas S.A’, de Ray Bradbury). ‘El doble’ es un eficaz drama de pareja con toques de intriga y ciencia ficción. Una distopía urbana a lo ‘Black Mirror’ y una reinterpretación del tema del doble a lo ‘Enemy’ (2014). Destaca por tres aspectos: su visión “futurista” de Madrid (con una concepción de los espacios que recuerdan a los de Jim Jarmusch en ‘Los límites del control’), sus ocurrentes guiños al presente (esas mascarillas tan sugerentes), y por una narrativa elíptica, con muchos giros, que contribuye a inyectar suspense y extrañeza en la historia, pero que también provoca cierta desconexión emocional entre el espectador y la pareja protagonista, interpretados con solvencia por David Verdaguer y Vicky Luengo. 6,9.

Freddy (Paco Plaza)
La más disfrutable de las cuatro historias. Sobre todo si estás familiarizado con las claves genéricas y los códigos culturales que maneja Paco Plaza: mucho giallo, mucho terror con “muñeco diabólico” y ventrílocuo chiflado, y muchísimo homenaje a una época, la España de 1982: vedettes, destape, humor zafio… ‘Freddy’ recrea el rodaje de ‘Freddy’ (1982), el primer capítulo de la frustrada tercera temporada de ‘Historias para no dormir’. Y lo hace con un notable sentido lúdico y afán laudatorio. Plaza rinde tributo a Chicho (es el único de los cuatro directores que trabajó con él) convirtiéndolo en un personaje de ficción (encarnado por Carlos Santos). El director de ‘La abuela

’ juega con la metanarracción para construir una divertida historia de terror, llena de imaginativos asesinatos, chistes irreverentes y toneladas de nostalgia ochentera. ¿Un poco visto? Sí, pero funciona. Y lo inusual del escenario (los estudios de RTVE en el Paseo de La Habana), contribuye mucho a su buen resultado. 7,5.

‘El asfalto’ (Paula Ortiz)
La peor de todas. La historia original, interpretada por un estupendo Narciso Ibáñez Menta (padre de Chicho), tenía mucho encanto estético (esos decorados de Mingote) y una sutil pero muy potente fuerza satírica. Paula Ortiz ha intentado trasladar su discurso y ambiente surrealista a la actualidad. Pero no le ha salido muy bien. La historia no funciona ni como denuncia social -de la precariedad laboral (está protagonizada por un repartidor ciclista de 40 años interpretado por Dani Rovira), la insolidaridad urbana, el “circo mediático”- ni como relato de humor absurdo, ni como cuento de terror claustrofóbico. Los distintos elementos no están bien engarzados, y todo resulta muy forzado y poco creíble. En algunos aspectos se quiere parecer a la gloriosa ‘La cabina’, pero termina pareciéndose a la fallida ‘La chispa de la vida’ (2011). 4.

La broma (Rodrigo Cortés)
La más fiel a su referente. ‘La broma’ fue otra de las grandes historias interpretadas en el original por Narciso Ibáñez Menta. Aquí es Eduard Fernández quien da vida al empresario protagonista, un bromista pesado, desagradable y “asesinable”. Le acompañan Nathalie Poza, como su mujer, y Raúl Arévalo, como su empleado de confianza. Sus actuaciones son lo mejor de este thriller. ¿Lo peor? Que la historia se ha quedado más vieja que la Ruperta. ‘La broma’ es un relato criminal, influenciado por clásicos del cine negro como ‘Perdición’ (1944), cuyos giros de guión se ven venir de muy lejos (ya se veían a la legua cuando la rodó Ibáñez Serrador). A pesar de tener una de la mejores secuencias de toda la serie, la del coche esperando a que pase el tren en el paso a nivel, esa falta de originalidad termina por lastrar el resultado final de este remake. 6.

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Publicado por
Joric