Cine

‘La peor persona del mundo’ podría dar la sorpresa en los Oscar

Este año se ha dado una circunstancia poco habitual en los Oscar: tres de los títulos nominados a la Mejor película internacional tienen nominaciones en otras categorías. Los casos más llamativos son los de ‘Drive My Car’, que compite como Mejor película, director y guión adaptado, y ‘Flee’, que ha marcado un hito en la historia de los premios por estar también nominada como Mejor documental y filme de animación. La tercera en discordia es la noruega ‘La peor persona del mundo’, que ha sido nominada a Mejor guión original.

Parece claro que la excelente ‘Drive My Car’ se va a llevar el Oscar como filme internacional. Es la gran favorita. Pero no habría que descartar a ‘La peor persona del mundo’. Por dos razones. La primera es que la película japonesa, de tres horas, se le ha hecho bola a mucha gente (Boyero se durmió en Cannes). La segunda es que la noruega tiene un tono dramedy, mucho más accesible, que recuerda al de la última ganadora, ‘Otra ronda’. No por casualidad aparece en segundo lugar en las casas de apuestas.

Podríamos añadir una tercera razón: Joachim Trier, su director, es bastante conocido en Hollywood desde que hizo ‘El amor es más fuerte que las bombas’ (2015), rodada en Estados Unidos, en inglés y con un reparto lleno de caras conocidas: Jesse Eisenberg, Gabriel Byrne, Isabelle Huppert, Rachel Brosnahan, Amy Ryan… Desde la premiadísima ‘Oslo, 31 de agosto’ (2011), Trier se ha consolidado como uno de los directores europeos más destacados de la actualidad. Es un fijo en los festivales más importantes y estrena sus películas en todo el mundo (la última fue la estupenda ‘Thelma’).

‘La peor persona del mundo’ es su primera comedia (aunque tenga muchos elementos de drama). La película, dividida en 12 capítulos, un prólogo y un epílogo, se puede ver como una mezcla entre los filmes de treintañeros en crisis tipo ‘Frances Ha

’ (2012), las comedias sentimentales de Woody Allen, el romanticismo indie (la película está llena de fugas líricas a ritmo de una variada selección de temazos: Caribou, Harry Nilsson, Turbonegro, Billie Holiday….), y los dramones de pareja a lo Ingmar Bergman.

No en todos los registros la película funciona igual de bien. Como comedia romántica es una maravilla. El capítulo de la boda y el del tiempo suspendido son fantásticos. Ingeniosos, románticos y muy divertidos. Como retrato generacional y relato de aprendizaje también raya a gran altura. Gracias a la fabulosa interpretación -premiada en Cannes- de la enormemente versátil Renate Reinsve (en muchos planos parecidísima a Dakota Johnson), la película transmite, con sensibilidad, estilo y mucho humor, la desorientación –laboral, sentimental, vital- de una joven que no sabe qué hacer con su vida a pesar de que puede hacer lo que quiera (de ahí lo de sentirse como “la peor persona del mundo”).

Sin embargo, en los capítulos finales, el director abandona el tono de comedia dramática, ligera y chispeante aunque llena de cargas de profundidad, y se lanza en picado, con gravedad escandinava, hacia el drama con mayúsculas. No se estrella, pero casi. Es verdad que la vida es así, el paso de una carcajada a una sonrisa helada puede durar un parpadeo. Pero en la película esa transición no funciona del todo bien. Es como si Trier no se hubiese atrevido a llegar al final de esta crónica sentimental sin poner el gesto grave. No vaya a ser que no nos tomemos la película en serio. Una pena porque no es fácil hacer un cine personal dentro de un género tan codificado como el de la comedia romántica. Y Trier lo estaba consiguiendo.

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Publicado por
Joric