Más discos de electrónica con el signo «Capricornio» compiten por aparecer en las listas de lo mejor de 2022. ‘Caprisongs’ de FKA twigs era justo un juego de palabras entre ‘Capricorn Sun’ y las «canciones» que aparecían en la mixtape más comercial de la artista británica, por lo que más o menos es el mismo nombre que el dado por Teisha Matthews a su álbum de debut.
TSHA -ya sabéis, podéis llamarla Teisha- ha sido uno de los nombres que se han popularizado durante la pandemia. Sus producciones son una constante búsqueda de la luz acorde, contraponiéndola a menudo con aquellos días tan negros. Es evidente en los mismos títulos -desde ‘The Light’ a ‘Dancing in the Shadows’-, y también en las producciones, llenas de claroscuros.
Su sonido no aporta muchísimo a lo ya escuchado a Caribou, Jamie xx, Disclosure, Moby… No muchísimo, excepto un puñado de esos beats que tanto necesitamos estos días. Porque estas producciones imaginaban las pistas de baile cuando estas no existían, pero nosotros las podemos disfrutar ahora cuando ya están de vuelta, de facto.
Algunos de los temas que encontramos en ‘Capricorn Sun’ ya los conocíamos de los EP’s y adelantos que TSHA ha venido publicando desde 2019. Otros han quedado por el camino, como el deslumbrante ‘Change’ que, con la colaboración de Gabrielle Aplin, incluyó en ‘Flowers’ (2020). Sí encontramos aquí pequeños éxitos en las plataformas de streamings que le han otorgado hasta 2 millones de oyentes en Spotify, destacando ‘Giving Up’, ‘OnlyL’ o ‘Sister’.
Esta última, dedicada a una hermana que no sabía que tenía, da una idea del sentido de familiaridad de este álbum en el que la pareja de TSHA -Mafro- es quien canta sobre su propio amor en ‘Giving Up’, y que comienza con una intro a piano de corte clásico que nos hace pensar en el Jon Hopkins pianista.
Y que nadie se asuste. Esto no es otro disco deprimente e intensito sobre la pandemia. Esa intro llamada ‘Galdem’ contiene voces adulteradas, pitcheadas como por Kanye West, referencias a Beyoncé y carcajadas. Y da paso a ‘The Light’, un tema que se va acelerando cada vez más hasta llegar a su saltarín minuto final.
‘Capricorn Sun’, entre ritmos tropicales y guitarras, se compone de la melancolía que hemos escuchado a The xx, muy perceptible en canciones como ‘Power’ o ‘Running’. Pero también de guiños a la cultura rave, al drum&bass, al acid y en general a la música electrónica de Reino Unido desde los años 90. ‘Anxious Mind’, sobre salud mental y con Clementine Douglas, podría ser un macrohit en manos de Rudimental; ‘Power’ no puede sonar más revitalizante, y la outro de ‘Nala’, de melodía triste, aporta con sus teclados toda una dosis de esperanza.