Música

Charlie Puth / CHARLIE

En medio de todas esas declaraciones sobre lo cachondo que está, sobre el día en que se masturbó con ‘This Love’ de Maroon 5 de fondo (¿se puede tener peor gusto?), en medio de todas esas fotos en las que enseña el culo, a veces es fácil olvidar que Charlie Puth es uno de los mejores compositores de pop de su generación. Un auténtico genio creando melodías que, sin embargo, aún no ha publicado ese álbum definitivo que le catapulte a otra liga. Quizá venga en el futuro porque ‘CHARLIE’ tampoco lo es, aunque su título sea homónimo porque -sorpresa- es el más personal de su carrera.

El tercer disco de Charlie Puth se ha hecho esperar. El cantante preparaba otro álbum allá por 2019 pero, entonces, vino el señor Elton John y le dijo que la música que estaba sacando en ese momento era «una mierda». Charlie le hizo caso y, con todo el tiempo que le proporcionó el confinamiento, se puso a escribir otro disco que reflejara mejor quién es como persona.

‘CHARLIE’ es ese disco. Un trabajo que nace del desamor, dedicado a, en concreto, dos rupturas, pero lleno de esas melodías pop empalagosas que Charlie tan bien sabe hacer. No es tan vanguardista como el disco de Charli XCX titulado igual, pero para eso ya tenemos a Charli XCX, y no necesitamos otra.

Era estupendo el single ‘Light Switch’, donde Charlie nos venía a contar que se enciende tan fácil como un interruptor. Un tema alegre y simpático que pone de relieve el talento de Charlie para escribir canciones de pop coloridas e inteligentes. Después llegaba ‘That’s Hilarious’, que se arriesga abriendo el álbum en clave de balada “despechá” (“me has robado un año de mi puta vida”, dice el estribillo) y funciona. La sorpresa la ha dado el éxito de ‘Left and Right’, un temita a lo Police que se ha ganado el aprecio de los fans de BTS gracias a la colaboración de Jung Kook. Van más de 300 millones de streamings: ahí es nada.

El talento de Puth para la composición significa que todas las canciones de ‘CHARLIE’ están, como mínimo, bien construidas. ‘Smells Like Me’ es otro single a lo Police que está bien y el alivio post-ruptura, a Puth le sienta fenomenal en el cierre de ‘No More Drama’. Sin embargo, en ‘CHARLIE’ se echan en falta singles tan potentes como ‘Attention’ y, sobre todo, más originalidad en las melodías y las producciones. Es verdad que Puth produce él solo todos sus discos, pero en ‘CHARLIE’ entrega un producto bastante blandito y aséptico, y si no, escuchad las guitarras de ‘Charlie Be Quiet!’, tan poco excitantes como las de la peor Katy Perry. Y eso que Katy y Charlie han hecho magia juntos

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Hay ecos de varias cosas en ‘CHARLIE’. Ahora que han vuelto blink-182, estos podrían haber escrito ‘There’s Time for Everything’ aunque los arreglos sean más ochenteros que punk. ‘Tears On My Piano’ es la típica cancioncilla pop que has escuchado mil veces, lo mismo se puede decir de la balada a piano ‘When You’re Sad I’m Sad’ y, llegados ‘Marks On My Neck’ y ‘I Don’t Think that I Like Her’, el empalague se hace difícil de digerir por culpa de unas melodías que solo transitan lugares comunes. Son derivaciones de mil cosas antes escuchadas, como ver el mismo musical de Broadway una y otra vez.

Es digno de mención, por otro lado, que Charlie parece no evolucionar demasiado a nivel sentimental. Como en los tiempos de ‘Attention’, él sigue viendo a las mujeres como si fueran brujas que buscan hacerle sufrir a propósito y, por ejemplo, en ‘I Don’t Think that I Like Her’ canta que “todas las chicas son lo mismo, solo quieren romper mi corazón”. A nivel musical y también personal, se echa en falta en ‘CHARLIE’ una evolución más clara hacia alguna dirección. O, como mínimo, el sentido del humor que despliega en ‘Loser’, otra de las pistas destacadas por su componente melancólico. Podría haber titulado el disco con humor y su nombre, Charlie se lo podría haber reservado para un disco mejor.

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: charlie puth