Conciertos

Moderat convierten un lunes en sábado tirando de proyecciones y hits

La unión de Apparat y Modeselektor ha dejado uno de los proyectos más exitosos e impensados de los últimos años. Sobre todo los primeros discos de Moderat parecieron entonces un divertimento paralelo para sus integrantes. Pues bien, en el último lustro hemos visto al trío presentar su espectáculo de luces y sombras frente a más de 10.000 personas en festivales como Mad Cool o Sónar.

Sin que el último largo ‘MORE D4TA‘ sea su apuesta más convincente, el grupo acaba de actuar en recintos de tamaño medio-grande como el Sant Jordi Club en Barcelona y en Madrid en el WiZink Center, aunque con las gradas cerradas, para varios miles, de nuevo.

La apuesta de Gernot Bronsert, Sascha Ring y Sebastian Szary se engrandece sobre todo en lo visual. Ninguno apuesta por una batería o un lustroso instrumento de percusión similar que levante a la gente. Todos aparecen concentrados en sus equipos electrónicos, cuales Kraftwerk, solo que sin posar frente al público, de lado, quizá para evitar comparaciones. Es difícil dilucidar cuánto de programación previa hay ahí y cuánto de «live»; lo seguro es que la sensación que dejan las canciones es que suenan muy parecidas al disco -quizá demasiado- y que hay momentos en que el show se hace un poco plano, incluso en cuanto a proyecciones. Podían haber exprimido mucho más su concepto de la sobreinformación y la desinformación.

En los primeros 20 minutos de show, apenas suenan 2 o 3 canciones. El público disfruta cuando entre las imágenes aparece la palabra Madrid -una chachada infalible- y el final de ‘NEON RATS’ tras ‘Running’ es el gran primer cénit del show, próximo por un instante al trance.

La letra a medio proyectar de ‘Last Time’ ayuda a no perder el hilo, poco antes de que el estadio estalle de júbilo al reconocer las primeras notas del gran éxito de Moderat, ‘A New Error‘. Con su punto electro y sus proyecciones de esqueletos de manos, es el tema más celebrado junto a, posteriormente en los bises, ‘Bad Kingdom’, inseparable de las imágenes de novela gráfica y arte pop de su videoclip y la portada de aquel álbum, ‘II‘.

A influencias como Depeche Mode (siempre reconocida por ellos), los Radiohead de ‘Kid A’ y ‘Amnesiac’ y el sello Warp, se suma la de Massive Attack en ‘FAST LAND‘ de su último disco. Contribuye igualmente a la variedad el riff de guitarra eléctrica que Sasha toca en los primeros instantes de ‘Les Grandes Marches’. No habría dado un duro él mismo por su carisma como frontman cuando tanto bromeaban sobre el carácter «cheesy» de las canciones con tomas vocales de Moderat. Ya nadie se acuerda de aquello y ahora son la banda que ver por un público adulto, bien parecido y con ganas de fiesta. «Si esto ha sido genial un lunes, imaginad lo que habría sido un sábado», dijo al final Apparat. Por la de porros que se consumieron dentro del WiZink, la verdad es que parecía un finde. 7.

Óscar Gil

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Publicado por
Sebas E. Alonso