Música

Christine and the Queens / Redcar les adorables étoiles

Tiene que ser un shock para todo el mundo lo de la transición a hombre de Christine and the Queens. Su debut, que superó de calle el millón de copias, se abría con una canción llamada ‘iT’ que hablaba del trauma de ser transgénero y sentirse constantemente un «fake». «He ganado, soy un hombre al fin» era una de sus frases impenetrables. «Quiere ser un hombre, pero miente / Lo que quiere es volver a nacer, pero no lo conseguirá», era otra frase repletita de misterio. Y hasta aquí el tema del que tanta gente tiene tantísimo que decir.

‘Redcar les adorables étoiles’ es el tercer álbum del artista. En él, adopta un nuevo alias, «Redcar», como lo fue el propio Christine y después Chris, esta vez afectado por la muerte de su madre. En la búsqueda de esta, decía ver solo «coches rojos» por todas partes y ese ha sido el punto de partida de este disco escrito muy rápidamente, bajo el desafío de hacer una canción por día, a lo largo de dos semanas.

Hacerte llamar CocheRojo es algo rocambolesco, sobre todo después de ‘Titane‘, y el sonido de ‘Redcar les adorables étoiles’ es mucho más inasible que en anteriores discos, sumergido en los años 80 más ariscos, influido por el pop industrial de gente como Einstürzende Neubauten o los Depeche Mode de ‘Black Celebration’. ‘Tu sais ce qu’il me faut’ parece tarareada incluso con cierto desdén. Rara vez sigue siendo un referente el funk de Prince, como quizá sucede en la primera canción ‘Ma bien aimée bye bye’, en la que destaca la vida de la batería.

Y únicamente el segundo single ‘rien dire’ recuerda al pop electrónico melódico que nos enamoró en el primer disco de Christine and the Queens. No en vano es una canción de amor -sobre una relación que acabó entre la gestación de la canción y el lanzamiento de este disco-, versando sobre la entidad de una pareja «sin necesidad de hablar».

Pero la mayoría del álbum va por otros caminos. El single ‘je te vois enfin’ es mucho más identificativo de lo que aquí encontramos, y además viene precedido en la secuencia de una canción deliberadamente monótona de 8 minutos y ritmo dub titulada ‘Combien de temps’, que habla del viaje de Christine: «Tomé el camino de los locos, los valientes / Dejé todo lo que sé detrás de mí». Es este un álbum sobre fantasmas, oraciones, pájaros blancos, lamentos y apelaciones a la paz y a la tenencia de un “alma”, como ocurre en el tercero de los sencillos ‘La chanson du chevalier’. Luego, ‘My Birdman’ mantiene el ambiente fumeta, esta vez cerca del trip-hop.

‘Redcar les adorables étoiles’ puede ser una experiencia algo frustrante cuando el tema ‘Looking for Love’ clama por la «búsqueda de un amor poderosamente real», con frases como «Este mundo es tan cruel / pon tu mano en la mía / y tus labios en mis labios»; pero después su música no transmite tanto esa positividad. La bonita ‘Mémoire des ailes’ funciona mucho mejor en su búsqueda de «sentirse vivo», apelando repetidamente al recuerdo de alguien que nos acaricia la cara «tan dulce».

Sin embargo, aunque las composiciones de ‘Redcar les adorables étoiles’ se resistan a ser tan inmediatas, hasta el punto de que Christine ha manifestado sentirse incómodo en el vídeo pop de ‘New Shapes’ con Charli XCX y Caroline Polachek, simplemente porque ahora está en un punto mucho más oscuro, y para muestra esa entrevista promocional con The Guardian a la que se ha presentado llorando; lo cierto es que el artista tiene la película de este disco muy clara en su cabeza. Tanto que casi podemos verla.

Su inspiración conceptual esta vez ha sido ‘Angels in America’ de Tony Kushner, una obra de teatro llevada a la pequeña pantalla que habla sobre el sida a mediados de los 80, gente armarizada, y eventualmente más fantasmas. Christine and the Queens, conocido por generar verdaderas maravillas en vivo -fue a través de una actuación televisiva que entró en el mercado de UK- y por realizar videoclips tan fantásticos y llenos de referencias como el de ‘Girlfriend’ (de Ebbets a Broadway), ha sido capaz de crear un ambiente tan humeante en estas producciones que prácticamente podemos imaginar su película y ese directo del que habla y que no va a poder realizar.

Christine and the Queens ha sufrido una lesión actuando y de momento no va a ofrecer tantos conciertos como quiere. Además, ya ha grabado otro disco con Mike Dean (Kanye West, Madonna) y es fácil adivinar que pronto él y/o su sello pasarán página. Pero no será porque algunas de estas canciones no encierren posibilidades escénicas que las amplíen: ahí está el registro agudo, casi operístico de ‘la clairefontaine’ y su letra shakespeariana (“se sangran unos a otros mientras se buscan / parece que van a morir esta noche”).

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Publicado por
Sebas E. Alonso