Música

Sam Smith / Gloria

El monstruoso éxito de ‘Unholy‘ nos podrá parecer inexplicable a algunos, pero encierra una nueva decepción: ‘Gloria’, el nuevo disco de Sam Smith, tiene poco que ver con él. De hecho, cuando suena en el largo, emparedado entre dos baladas ñoñas, queda menos claro aún qué pinta por aquí. Todo ‘Gloria’ es un interrogante continuo sobre qué tipo de disco ha querido Sam hacer, algo que no queda claro en ningún momento de sus 33 minutos de duración.

Cuenta Smith que sudó mares para sacar ‘Unholy’ porque su sello no estaba convencido de que fuera a beneficiarle. No veían que tuviera su «marca». Está claro que Smith estuvo más avispade que nadie y su colaboración con Kim Petras (aupada por TikTok) ha hecho historia. Pero lo mismo que ‘Dancing with a Stranger’ prometía una evolución que después no se materializó, con ‘Unholy’ sucede lo mismo: Smith nos ha sugerido una transformación radical, para después recular y vendernos otra cosa.

La indecisión parece haber guiado los últimos pasos de Smith, aparentemente incapaz de desligarse de su faceta clásica por razones comerciales, pero empeñade en sacar a relucir a la diva camp que siempre ha sido. ‘Gloria’ transita ambos caminos. ‘Love Me More‘, el bonito gospel-pop que publicó Sam la primavera pasada y que mereció mayor repercusión, se recupera aquí nada menos que a modo de apertura. Más tarde, casi cerrando el largo, ‘I’m Not Here to Make Friends’ se acerca a ser el gran single disco que siempre esperamos de Smith. Producido por Calvin Harris, con el que trabajó en ‘Promises’, el tema llega además con un videoclip repleto de looks de burlesque y plumas, que ha provocado

a los tránsfobos de turno. Nuevo acierto.

Pero la confusión prevalece en ‘Gloria’. El londinense cuenta que ha querido incluir ‘Love Me More’ en el disco para despedirse definitivamente de su pasado, pero eso no es en absoluto lo que sucede en el álbum. A veces, de hecho, para bien. Tiene delito que ‘No God’, la pista que suena después en la secuencia, en su esplendor soul-pop, en todo lo preciosa que es la voz de Sam, conforme probablemente la mejor canción del disco, y una de las mejores de toda su carrera. No es el caso de ‘Perfect’ con Jessie Reyez, una balada R&B de lo más blanda, ni mucho menos de la pista final, ‘Who We Love’, una oda a la igualdad por la que se deja caer Ed Sheeran, al que ya escuchamos siempre en absolutamente todas partes, y que no necesitábamos escuchar cerrando un disco de Sam Smith, precisamente.

A favor de ‘Gloria’ hay que decir que cuenta con buenos singles, entre ellos el caribeño ‘Gimme’ con Koffee y Jessie Reyez (que aparece en hasta tres cortes por alguna razón), y el dance de ‘Lose You’ funciona aunque Smith diga que buscaba un sonido berlinés (suena más bien a ‘Chromatica‘). Sin embargo, el disco demuestra una evidente falta de cohesión y dirección, hasta el punto que el himno que le da título y que supuestamente nos presenta su concepto (este es el nombre de la musa de Smith, su inspiración), aparece en penúltima posición, justo después de «Friends» y antes de la colaboración con Eddie, por lo que suena random a más no poder. ¿De verdad llamas a Sharon Stone para esto?

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: sam smith