Música

Skrillex / Quest for Fire

En la última década, Skrillex ha pasado de ser una de las mayores estrellas de la EDM, y también una figura no especialmente mimada por la crítica por culpa de su horripilante sonido «brostep», a un productor tan solicitado, que el músico no ha vuelto a sacar disco en todo este tiempo. Y eso que, hasta 2014, solo llevaba uno, sin contar epés. Ahora, Skrillex ha decidido publicar dos álbumes de golpe, el primero de los cuales, ‘Quest for Fire’, está recibiendo buenas reseñas.

Que Skrillex ha madurado como artista es evidente en las producciones que ha creado o co-creado para otras personas. Ya sabíamos que hacía buenas migas con Justin Bieber, Diplo, etcétera, pero es que Skrillex está hasta en el ‘Magdalene‘ de FKA twigs. Escuchas un discazo de los últimos años y es muy probable que Danny Moore aparezca en los créditos. ¿’Chromatica‘ de Gaga? Check. ¿’Caution‘ de Mariah? Check. Hasta en el ‘RENAISSANCE‘ está (y quién no, también hay que decirlo).

‘Quest for Fire’ funciona, en parte, porque el sonido señera de Skrillex, ese dubstep pastillero que todavía se escucha en algún rincón del infierno, está diluido del todo. Las producciones se fijan especialmente en las de la música de club británica y pueden ser espectaculares, como la de ‘Rumble’, una mezcla de grime, dubstep y Jersey Club capaz de partir la tierra en dos, elevada por un pedazo de rap de Flowdan; divertidas com esa ‘RATATA’ que casa a Missy Elliot con un sample de Mr. Oizo; o incluso elegantes. Sí, elegantes: ‘Tears’ sería de Benga… si no se apoyara tanto en los efectos especiales. Hasta el house engorilado de ‘Leave Me Like This’ suena más contenido que de costumbre (a excepción de la chica que grita histéricamente en la grabación).

Sin ser ‘Quest for Fire’ un trabajo que hile especialmente fino en su abundante uso samples e influencias (sí hay un irreconocible sample del ‘What Dreams Are Made Of’ de Hilary Duff en ‘Hazel Theme’ que descubrirás si llegas al fondo del disco), las producciones suenan elaboradas y el conjunto se preocupa por aportar una atractiva variedad de sonidos y sabores. Skrillex suena más anónimo que nunca, por ejemplo, en ‘Butterflies’, que parece más bien del artista invitado, Four Tet, y ni los «vocal chops» de ‘A Street I Know’ ni el UK Garage bruto de ‘Too Bizarre’ aportan nada interesante a estas alturas. Sin embargo, con la palestina Nai Barghouti, Moore factura un buen tema de banghra llamado ‘XENA’, lleno de ululeos, que podría haber producido él… o no, pero que cumple su función.

Que ‘Quest for Fire’ sea solo el segundo álbum largo de Skrillex en 9 años dice mucho de lo que ha sido su carrera en este tiempo. El joven productor con peinado emo que firmó ‘Scary Monsters and Nice Sprites’, ‘Recess‘ o ese álbum con Diplo en el que encontrábamos el hitazo ‘Where Are Ü Now’ con Justin Bieber, está definitivamente en otra fase de su carrera. Ahora, Skrillex consigue que dé igual que apenas reconozcamos la voz de Aluna Francis en ‘Inhale Exhale’ porque la producción, con esos bajos tectónicos que te hacen vomitar las tripas, es excitante sin caer en la vulgaridad. Lo mismo se puede decir de todo el disco.

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: skrillex