Entro en las oficinas de G.O.Z.Z. RECORDS, el sello de Zahara, con ganas de hablar del segundo disco de _juno. He entrevistado a la artista una decena de veces entre discos, conciertos, podcasts y grupos paralelos; también a Martí Perarnau IV, su compañero en esta aventura. Pero siempre hay nuevas inquietudes en su música: en este caso el capitalismo, sus propias contradicciones, el concepto viajero de este ‘_BCN747‘.
Pero un calendario en la sala termina robando mi atención: se trata de un plan a varios años vista en el que ya aparece encajado el tercer disco de _juno, además del siguiente disco de Zahara junto con su (bonito) nombre, entre otros lanzamientos del sello y editoriales.
Quien esperara que Zahara se tomara un descanso después de la repercusión de ‘PUTA’ es que no la conoce. No solo no parará sino que en su cabeza ya toman forma conceptualmente sus próximas ideas. Un nervio que de momento podréis ver en la gira de _juno por toda España que empieza el martes 28 de febrero en Alicante y pasa por Granada, Madrid, Sevilla, Barcelona y un largo etcétera.
Tenía entendido que vuestro proyecto paralelo _juno era de electrónica recogida, intimista… pero por lo que se ve en vuestro segundo disco, no es el caso.
Zahara: «Una vez que hicimos el primero, no tenía sentido repetir la fórmula de volver a una habitación. Cuando salió ‘_BCN626’, antes de la pandemia, teníamos planificado un viaje a Japón, que no se pudo hacer y cambiamos por San Francisco, y nuestra idea era pasar 15 días allí, haciendo un disco sobre la costa oeste».
Martí Perarnau IV: «Alquilar un estudio en una escuela de música. Teníamos los billetes y todo, pero llegó la pandemia. Se trasladó la idea a viajes que hicimos de verdad, tras la pandemia, la grabación del disco de ‘PUTA’…»
¿Pero cómo podéis tener todo esto planeado desde hace tanto tiempo?
M: «El día de ‘_La canción…’ salimos a cenar y Zahara me dijo ya cómo va a ser el tercer disco de _juno. La admiro y me produce terror a partes iguales» (risas)
El caso es que vuestro dúo no es tipo Nancy & Lee, She & Him…
Z: «En este disco _juno salen de la habitación del primer disco y ven el mundo, ya no se miran solo a los ojos. Lo que ven es que el mundo es un asco y se está yendo a la mierda. Que ellos mismos generan aquello que tanto detestan»
M: «Hemos hecho este disco en una misma habitación, muy influidos por el documental de los Beatles de Peter Jackson. Lo pasamos muy bien haciéndolo y nos dejamos ir. Lo hicimos de manera recreativa…»
Z: «Es un retrato del fin del mundo, pero de manera recreativa» (risas)
«En este disco _juno salen de la habitación y ven que el mundo es un asco y está yéndose a la mierda»
Fuera de bromas, dais una visión del mundo muy pesimista.
Z: «Puede ser por el contraste con lo que esperábamos de los viajes. Sabíamos que teníamos por delante viajes a México, San Francisco… Teníamos la imagen de Estados Unidos que nos han vendido en las películas, y al llegar allí pasamos de ver Los Ángeles con la mejor luz, a ver cómo a las 5 de la tarde estaba todo cerrado; gente gritándose y una sensación de inseguridad muy bestia. Todo lo contrario que en México, a pesar de todas esas voces que te dicen que es un lugar peligroso y que cómo has estado en sus calles. Y es un lugar increíble. Hay una xenofobia y un eurocentrismo que juzga todo sin saber…
Marcó mucho ese pesimismo que el primer viaje habla de Santiago de Chile, y fue la época de las barricadas, las revueltas en las calles, los comercios tapiados… El primer viaje post-pandemia fue a Londres, cuando aquí aún había restricciones y allí nos encontramos en una rave a miles de personas sin mascarillas. Luego ver Londres paseando tan vacío nos marcó mucho de manera inconsciente. Sabíamos que estábamos haciendo canciones sobre viajes, pero no que iban a ser tan tristes».
Aun así vosotros estáis criticando el capitalismo pero no dejáis de ser dos personas de viaje por todo el mundo, pasándoselo pipa.
M: «Es la contradicción del disco. Habla de quejarse del mundo capitalista, pero somos dos blanquitos europeos y hay un sentimiento de culpabilidad respecto al sistema al que pertenecemos. Es como esa sensación de «Odio a la gente, vamos a acabar con todo»… y la gente eres tú. Esa dicotomía de formar parte del problema. El capitalismo no es un ente que hace el mal sino que formamos parte del sistema, y eso está en las letras. Nos vemos reflejados en el espejo».
«El capitalismo no es un ente que hace el mal sino que formamos parte del sistema»
¿En qué canciones se refleja?
M: «_Anikillación’, ‘_La Biblioteca Nacional’, ‘_SCLHR’…»
Z: «Cuando decimos «no quiero ser la especie invasora», hablamos de «antepasados», de «la carga que traemos»… ‘_SCLHR’ viene de todo lo que vimos en México. ‘_Anikillación’ dice que somos una pieza más, pero todo el disco juega a eso, como las fotos. Somos nosotros haciéndonos fotos a nosotros mismos en un espejo. Estamos criticando algo de lo que formamos parte».
¿Pero por qué os metéis en esa parte del sistema si no os apetece? Hay artistas que no se hacen selfies, como PJ Harvey. ¿En el fondo os gusta, la gozáis?
M: «No la gozamos nada, lo de las fotos surgió por hacer las fotos de nuestro viaje con una cámara de mi padre, otra que ella se compró en Londres… Ella a mí y yo a ella, en plan «egotrip». Algo había de que estamos haciendo un disco nosotros, escrito por nosotros, producido por nosotros, mezclado por nosotros. No sé si es una realidad de la que no puedes escapar».
Z: «El espíritu de «junito» en «626» era hablar de ellos desde la habitación y aquí compararse con el resto del mundo. Pero el proyecto está muy volcado hacia sí mismo».
Sobre todo tu carrera, Zahara, autoeditada e independiente, no sé si se podría imaginar sin redes sociales. ¿Te gusta esa parte?
Z: «Ahora no. Me ha gustado muchísimo. Ahora cada vez me aburre más, consumirlo y sobre todo producirlo. Pero me lo tomo como un lugar en el que hay que estar y que hay que conocer. Es un reto profesional, no un estímulo personal. Para mí la gracia es ver a Martí en este proyecto. Aquí nos hacemos fotos que nunca estarían en nuestro Instagram personal».
M: «¡Bajo ningún concepto!».
Z: «Medio en bolas. Esa intimidad se puede mostrar en _juno. Es guay tener un lugar de recreo sin pensar mucho en nada».
«Cada año que pasa este sistema funciona peor para todos los seres humanos»
Criticáis el capitalismo, ¿qué alternativa planteáis?
M «A mí se me escapa, no tengo los estudios o conocimiento suficientes para dar una solución. Mi comprensión humana llega hasta decirme que este sistema no funciona. Cada vez la sanidad está peor, cada vez la precariedad es más latente en todos los oficios: sanidad, música, educación… Cada año que pasa este sistema funciona peor para todos los seres humanos».
Z: «Yo creía en el anarquismo, estuve en un proyecto de creación de ciudades autosuficientes de no más de 100.000 personas. Luego lo abandoné porque el capitalismo siempre gana. Me repugna pero me permite hacer las cosas que hacemos. El pesimismo viene de que cada vez el consumo es de manera más inmediata, hay más grupos de música que público, más gente que quiera hacer cosas que gente que quiera consumirlas. El sistema te obliga a hacer discos, giras, singles, cada vez más de todo hasta la extenuación. Igual el capitalismos termina ahogándose. Yo pensé que no vería lo de las inteligencias artificiales y ya estamos ahí».
¿Qué pasó concretamente con tu proyecto anarquista?
Z: «Fue cuando fui novia de Sergio Sastre, que es economista ecologista. Me fascinó, aprendí muchísimo con él, vivíamos en Barcelona y existían estos proyectos de ciudades, intentos de generar un sistema controlado, siendo la máxima población de 100.000 personas, creando microeconomías. Buscamos el pueblo, era una época en la que hablar de una placa solar no era lo más normal. Pero con la ruptura de la relación se acabó mi sueño anarquista (risas)».
Dorian también hablan en las entrevistas contra del capitalismo, pero luego enciendes la tele y parece que ya estamos en un sistema «comunista» y «bolivariano». ¿No estaremos en una economía mixta, en la que la RENFE es gratis y ha bajado el IVA de los alimentos básicos?
M: «Cuando estudiábamos en el cole, el capitalismo era un sistema de libre mercado en el que interviene el estado: «El estado se ocupará de que no haya averías, de que no se toque la sanidad». A lo mejor es que eso que nos decían en el cole tendría que ser real, y no un invento. Es verdad que se puede hacer lo de la RENFE gratis, pero antes era impensable que se pudiera privatizar la Sanidad. Se han ido regalando cosas públicas al libre mercado. A lo mejor solo habría que hacer una intervención estatal, como decían los fundadores del capitalismo. Pero ahora se dice que es de comunistas. A mí me parecía lógico, no ninguna locura».
Tengo la sensación de que habéis hecho un tipo de letras muy diferentes.
M: «Hemos descubierto un nuevo método. En el disco anterior, cada uno veníamos con ideas. Ahora cada uno escribimos un texto durante media hora con un disco bonito de fondo y luego lo leemos sin juzgar al otro».
Z: «En los viajes cada uno escribía algo. Yo funciono más por impulsos, pero lo importante es que al mostrarnos los textos no juzgáramos al otro: si había repeticiones, si se había ido por las ramas… A mí me encanta tener un texto en bruto muy largo y salvaje y luego elegir las frases más bonitas. Hemos respetado la melodía y lo que queríamos cantar. Ha ido encajando con fraseos muy diferentes: se ve en ‘_SCLHR’ en el modo de terminar las frases, pero la melodía iba así y queríamos respetarla. Ha sido muy bonito mostrarlo al otro sin pudor. El documental ‘Get Back’ nos marcó mucho porque vimos a Paul McCartney intentando componer ‘Get Back’ y John Lennon diciendo frases sin preocuparse de si eran graciosas o pegaban. ¡Qué confianza y qué falta de pudor más útil! En el disco anterior queríamos enseñarnos algo digno, pero en este ha sido más bien: «no te voy a juzgar, no voy a pensar que eres mal escritor». Nos despreocupamos de la excelencia de que lo que te enseño tiene que estar guay».
M: «Te pone en un sitio especial con el otro en la habitación. Ver a Zahara en el sofá, riéndose porque hace algo bonito, me daba ganas de escribir algo guapo».
En ‘_La canción que no vas a hacer hoy’ hay un ejercicio de filosofía o de lógica proposicional… Está todo en negativo.
M: «Fue horrible y muy difícil (risas)»
Z: «Para este disco nos planteamos hacer sesiones de composición: cada canción se gestaba en un día, por ejemplo, el día de hablar de Santiago de Chile y el viaje de Londres. ‘_La canción que no vas a hacer hoy’ se llama así porque es la única que cada vez que quedábamos, no la podíamos hacer, que si COVID, que si el padre de Martí le llamaba para presentar su libro porque el editor había perdido el AVE o lo que fuera… Entonces pensamos en el viaje a Japón que no hicimos, en un hotel precioso de Zestoa de 4 o 5 plantas que se vendía por 200.000 euros en una subasta, y pensamos en comprar, pero ya se había vendido… Era cantar en negativo sobre cosas que se quedaron por hacer y que son reales, como pasar la Nochevieja en Londres porque aquí estábamos mega confinados».
Comprar hoteles a 200.000 suena bastante capitalista, ¿no?
Ambos: «¡Sí!» (risas)
He leído que habéis hecho casi todo el disco a piano, pero habladme de la parte de menos piano. ¿Hay samples, por ejemplo en ‘_Los Feliz’?
M: «En ‘_Por algo será’ hay un sample de Rufus T Firefly. Estábamos escuchando su vinilo borrachos, e incluía un single que no nos dimos cuenta de que iba a otra velocidad. Como veníamos escuchando el disco grande, pusimos el single de 45rpm. El vinilo estaba desafinado, lentísimo… y nosotros pensando que era el mejor sonido de la historia. Sampleamos ese trozo de magia sónica e intentamos hacer una canción solo con ese sonido sampleado. Como hacía Beck al principio.
Curiosamente suena a Roxy Music o Human League, más que a Rufus T. Firefly.
M: «Es un ejercicio hip hopero».
Z: «Lo único que hay grabado después es un bajo y cajas de ritmos. Lo demás es Rufus».
M: «Hemos aprendido a ser productores e incluso hemos mezclado este disco. Me ha volado la cabeza. Ya podemos manejar el acto de hacer un disco hasta la entrega final. Es la verdadera independencia, de principio a fin. No solo producir que era imposible hace unos años. Estamos orgullosos, nos sentimos muy poderosos».
Me imaginaba el disco como el principio de ‘_Los Feliz’, pero también hay guitarras, en el mismísimo primer tema del disco. ¿Para vosotros va todo junto?
M: «Lo une el sidechain»
Z: «Yo iba a decir otra cosa. Sea una máquina o un piano, lo tratamos de la misma manera: tocándolo. No pensamos en hacer esto con piano, con Prophet, o en loopear una rueda. Está la canción y usamos todos los instrumentos a nuestra disposición. Y luego está lo del sidechain».
M: «Queríamos usar pocos elementos y que toda la producción surgiera de los mismos procesos. Si la primera canción es una guitarra, todas las reverbs que suenen tienen que venir de procesar esa guitarra. ‘_Los Feliz’, que la hizo Zahara y le salió tipo Angelo Badalamenti, viene de hacer capas generadas a partir de ese sonido. El «sidechain» es cómo algo que no está sonando está afectando a lo que sí suena. Como en ‘Double Negative’ de Low».
¿Por qué no queríais sacar un single propiamente dicho? A mí enseguida me entró «_La canción», aunque es verdad que ‘_Anikillación’ resume el disco mejor.
Z: «Hemos dado muchas vueltas porque tenemos a _juno para no tener que hacer las cosas que hay que hacer con el resto de proyectos. Como sacar 3 o 4 adelantos. ¿Que la gente ya no escucha discos? Pues que no lo escuchen. No tenemos que llenar el Wizink Center ni que nos conozcan millones de personas. Quien le guste, genial. Que no, no pasa nada. Pero había una presión externa de vender entradas, y cómo íbamos a vender música sin que haya música. Si hay que sacar un single, pensamos en ‘_Anikillación’, porque al terminarla sentimos que habíamos hecho un hit. «¡Es más hit que todas las de Zahara!» (risas) Nos enamoramos. Es muy representativa del disco pero no del espíritu de _juno, que está en otro sitio. Porque aquí _juno está muy cabreado. No es al 100%, no lo podíamos sacar de adelanto. No queremos. Y cuando hemos pensado en sacar ‘_La canción’ es porque nos ha apetecido, no es seguir un criterio comercial. No representa el disco, no cuenta nada de la parte política del disco, es continuista del anterior pero tiene la amabilidad de _juno, de los viajes, es en negativo y esto sí nos hacía gracia».
¿Estás diciendo que a _juno no le pega este disco?
Z: «¡No! _juno son muchas cosas y ‘_Anikillación’ está en un extremo. Habría sido mostrar un extremo».
M: «Es un temazo, habría caído bien. Pero creemos que no explica el disco, ninguna es representativa del disco. Pensamos que era una manera de llevar a escuchar el disco entero, que sabíamos que era imposible, pero a lo mejor era una sorpresa muy bonita para el oyente que prestara atención».
¿Mucho ya ha muerto?
M: «Lo tengo parado, porque tengo ganas de hacer el technazo con Perarnau IV. Igual en unos años me apetece reunirme con mis amigos en la Casa Murada y volver a cantar, pero ahora mismo se me hacía mucha bola».