Música

Depeche Mode / Memento Mori

La recuperación de ‘Never Let Me Down Again‘ en un episodio de ‘The Last of Us‘ ha servido para recordar al mundo cuán increíblemente buenos han sido Depeche Mode… acaso que tal dato necesitara recordatorio, pues es una de sus canciones más escuchadas desde siempre. No repitió el pelotazo de Kate Bush, quizá porque este tipo de milagros no suceden con tanta frecuencia como nos gustaría.

Al contrario que Bush, a Depeche Mode les gusta seguir lanzando nueva música. El problema es que no publican un disco canónico desde hace décadas, y los singles memorables que han firmado en el siglo XXI se pueden contar con los dedos de una mano: ‘Precious’, ‘Wrong’… y parábamos de contar hasta que llegó ‘Ghosts Again‘, el primer adelanto de ‘Memento Mori’.

‘Ghosts Again’ es el tema que ha inaugurado una nueva era de Depeche Mode, en la que el grupo ha hecho frente a varios retos. En primer lugar, no separarse, pues la muerte de Andy Fletcher, el «pegamento» de Depeche Mode, a los 60 años de edad, por poco se lleva el proyecto por delante. En segundo, acostumbrarse a una nueva dinámica, que podía funcionar o no, pues Dave Gahan y Martin Gore forman ahora un dúo. ‘Memento Mori’ es un buen disco de Depeche Mode a pesar de la ausencia de Fletcher, un trabajo que ya daba vueltas a la idea de la muerte antes del fallecimiento de este, y que cobra un nuevo significado en este nuevo contexto.

Los singles han cumplido su función. La de ‘Ghosts Again’ es la melodía más recordable que ha cantado Dave Gahan en muchos años. Se la deben a Richard Butler de los Psychedelic Furs, quien les sugirió colaborar durante la pandemia y les cedió la maqueta de la canción (Butler aparece acreditado en otros cuatro cortes del disco, más otros tres que no han visto la luz). ‘My Cosmos is Mine‘ no es tan inmediata, pero, como canción de Depeche Mode, es excitante a estas alturas, poética en su mensaje antibelicista, y enormemente intrigante en el momento en que pasa de la opresión electrónica a un siniestro vals. En ninguna de estas canciones Depeche Mode suena como una banda acabada o falta de inspiración. Al contrario, suena renovada y con ganas de compartir nuevas e interesantes ideas.

Es posible hallar en ‘Memento Mori’ otros méritos que satisfarán a sus fans. Las bases instrumentales existen en una paradoja, pues suenan retro y, a la vez, extrañamente contemporáneas en el contexto del revival de dicha década. Hay que elogiar la buena mano de James Ford en la producción, pues él hace brillar y relucir todas las bases, que suenan realmente nítidas. ‘Wagging Tongue’, que menciona a un «ángel que muere» y que solo puede estar dedicada a Fletcher, sale especialmente fortalecida y es el evidente single del disco que quedaba por descubrir, pero hay detalles excitantes en los ecos Kraftwerk de ‘People Are Good’, en la batalla de ‘Speak to Me’ y, sobre todo, en el viaje electrónico de ‘Caroline’s Monkey’, lleno de efectos especiales que habrían funcionado mejor décadas atrás, cuando habrían sonado a nuevo, pero que no dejan de sonar cuidadosamente esculpidos.

Más allá del sonido de ‘Memento Mori’, las canciones son correctas. Dave Gahan y Martin Gore no suman nuevos estándares a su repertorio (al margen de un par de pistas) pero entregan un cancionero respetable que presentar en los numerosos estadios en los que tocarán este año. ‘Don’t Say You Love Me’ es la típica crooner ballad torturada de Gahan que tampoco renuncia al humor («you’ll be the killer, I’ll be the corpse, you’ll be the thriller, I’ll be the drama, of course»). ‘My Favorite Stranger’ busca la intriga de un texto de Camus o Kafka (el «extraño», también asesino, parece ser uno mismo) y, musicalmente, su solo de guitarra final representa el momento álgido de la primera parte del disco. Después, ‘Soul with Me’ suena como la calma después de la tormenta: Martin Gore se queda la melodía más bonita del álbum y también una de las letras más conmovedoras, en la que Gore hace frente a su propia muerte no desde el terror, sino desde la calma más absoluta: «me dirijo al más allá, dejo atrás todos mis problemas y todas las catástrofes del mundo, me dirijo al cielo abierto» es la frase que más luz admite en este disco tan oscuro.

La fortaleza de las nuevas composiciones de Depeche Mode sufre altibajos en la segunda mitad del disco. ‘Caroline’s Monkey’ llama la atención por su contundencia industrial y el personaje de Caroline es un misterio (The Quietus la relaciona con la misma Caroline que protagoniza ‘Pretty in Pink’ de Psychedelic Furs, que no es la Caroline de ‘Pretty in Possible’). Después, las canciones empiezan a perder magnetismo. ‘Before We Dawn’ es la tormentosa balada synth-pop que Depeche Mode han hecho mil veces y mejor, la naíf ‘People Are Good’ es una secuela débil de ‘People Are People’ y ‘Always You’ no presenta demasiados alicientes más allá de su retrato de la época de la posverdad («la realidad se ha roto, los hechos ya no existen»).

Con la enérgica ‘Never Let Me Go’ el tramo final de ‘Memento Mori’ remonta ligeramente, y voy a romper una lanza a favor de ‘Speak to Me’, la pista final, una canción llena de drama e intriga que pasa de una primera parte ambient a otra mucho más épica y cinematográfica, pues nos lleva a una especie de guerra intergaláctica que termina a segundos de explotar. Parece la banda sonora de una película sci-fi, lo cual nos dirige de nuevo a ‘The Last of Us’ y ‘Never Let Me Down Again’. En ‘Speak to Me’ el mensaje se revierte pareciendo la letra invertida de ‘Never Gonna Give You Up’ de Rick Astley: «te decepcionaré, te defraudaré, pero necesito saber que estás aquí conmigo, para arreglarlo todo», canta Gahan, desesperado.

Depeche Mode tienen la mala suerte de que cada disco que publican es recibido con los brazos abiertos, como si solo supieran escribir obras maestras. La buena voluntad con la que los críticos abordan sus lanzamientos nos ha podido cegar ante la realidad de que sus últimos discos no han sido en absoluto interesantes. ‘Memento Mori’ es la primera vez en años en que Depeche Mode suenan implicados en su propia música, en lugar de cansados y desgastados. Quizá porque querían hacer un disco que estuviera a la altura de su compañero, Fletcher, quizá porque el concepto de la muerte les ha otorgado un espacio creativo idóneo y fértil en el que encontrarse de nuevo como compositores, ‘Memento Mori’ es un buen paso de Depeche Mode por fin.

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: depeche mode