El nuevo disco de Aitana se abre con un track llamado ‘alpha09’. Es una pista de música dance casi instrumental, introducción para el hit ‘Los Ángeles’, con el 9 haciendo referencia a la década de los 90. Son estos sonidos los que empapan esta nueva entrega de Aitana, lejos -realmente muy lejos- del pop-rock a lo Pignoise que manejó en ‘11 razones‘.
‘Los Ángeles‘, insólitamente coescrita junto a Andrés Torres y Mauricio Rengifo, más conocidos por su faceta reggaetonera -‘Despacito‘ et al-, es la mejor producción que nunca haya entregado Aitana. Con un lugar ya guardado entre lo mejor de 2023, consigue aparentemente sin esfuerzo sonar sofisticada, sensual y retro en el mejor sentido de la palabra. Más complicada es la apropiación de ‘Saturday Night’ de Whighfield a continuación. ‘Las Babys‘ no deja de ser una recreación simpática, inocua como experimento, no tan odiosa, pero sí indecisa entre el divertimento kitsch y ese homenaje a la música dance medio en serio que podría haber sido ‘alpha’.
El disco no llega a ser por tanto una obra madura en homenaje a los 90, pues ese tampoco es el objetivo de su autora, como nos ha contado en una entrevista que publicaremos próximamente. Lo seguro es que sí es un disco cohesivo, elegantote y muy coherente con sus referentes estéticos. El nuevo single ‘miamor’ con Rels B está totalmente integrado en la línea sonora de ‘Los Ángeles’. Igual de sexual es ‘AQYNE’ con su estribillo «voy a besarme con alguien más», en sintonía con esa Aitana que ahora habla de «tenerte sin ropa» y realiza vídeos orgiásticos.
Tras ‘Las Babys’, sale un tema acorde llamado ‘Dararí’, mientras que ‘Otra noche sin ti’ se inspira asimismo en conocidos éxitos de los 90 -¿quizá Faithless? ¿quizá Robert Miles?-, bordeando el sample. Sigue la línea incluso la guitarra ibicenca de la melancólica y housera ‘Ella bailaba’, sobre ese mito tan propio del pop de «bailar con lágrimas en los ojos». Y en ese contexto, Aitana ha integrado con savoir faire singles viejos que existían desde antes de que ‘alpha’ fuera un concepto. Ni ‘Formentera’ ni ‘En el coche’, sendos hits de música pop, el último de lo mejor de 2022, desentonan por aquí.
Tampoco lo hace el par de baladas. ‘The Killers’ arranca totalmente robotizada antes de desarrollar la típica secuencia de acordes de las grandes canciones lentas de los años 50. Y ‘Luna’, como concesión desgarrada, está llevada por una caja de ritmos pese a la incorporación de guitarras eléctricas. Además, es un acierto que se haya situado como pista 10. Tras ella, el disco mantiene la atención con algunas de las mejores canciones de ‘alpha’, escogiendo terminar de subidón, no de bajón.
Es ahí donde aparecen ‘Formentera’ y ‘En el coche’, pero en este caso estoy pensando en ‘2 extraños’, con ese ritmo electropop que se abre paso, sumando trazos de trance; en ‘Pensando en ti’, que cierra el álbum con toda la euforia posible; y en los samples vocales que guían el principio de ’24 rosas’. Hablando de «rosas»… No, este no es el «Renaissance» de Aitana, pero, hey, La Oreja de Van Gogh todavía nos deben un disco así de electrónico.